Y POR EL MISMO PRECIO...

sábado, marzo 30, 2013

Cachito y Tito, por SOSA

En rigor, Cachito y Tito no es un afano, pero sí un homenaje a todas las historietas cómicas argentinas que leí en mi infancia... 





viernes, marzo 29, 2013

Un encuentro inhabitual

Sabiendo de mis pasiones historietísticas, Eugene Bercean imagina un encuentro entre dos justicieros: Arthur y Patoruzú.

jueves, marzo 28, 2013


a-FAN//ART-e 

(HiStOrIeTaS aPROPIAdaS)

http://afanarte-historietas.blogspot.com.ar/

EL REGRESO DEL INDIO

Historieta inconclusa a la fecha, con dibujos de Tomás Violi y guión de Dao

miércoles, marzo 27, 2013

HUMOR JUSTICIALISTA

Para Miguel Dao, una revista de la época (Oscar Grillo)

viernes, marzo 01, 2013

Críticas literarias de Dao, que está orgulloso de la gente con la que se junta


Dos recuerdos.
1) “El show de los NN” titulaba una portada de Satiricón de los ’80, segunda o tercer época, no se. El destape de los horrores de la dictadura, un pozo séptico clausurado durante años que se abría ahora, daba lugar a que el periodismo amarillista se solazara describiendo torturas, desapariciones y muertes. De la mordaza  al vómito cotidiano a toda hora.
2) Cuando algún descolgado, en los ’90, ante hechos policiales, opinaba que era necesario instaurar la pena de muerte, yo respondía que sí, que como no, que estaba de acuerdo, que empezáramos por Videla... El tipo me miraba con cara de “qué tendrá que ver?”.
Visto a la luz de los ’90, aquel destape de los ’80, más que un aprovechamiento de la prensa canalla, parecía tener un propósito sociológico: digamos absolutamente todo lo más rápido posible, de modo que no haya tiempo de procesar nada, y se olvide todo lo más rápido posible. Que, a lo sumo, si algo tiene que quedar instalado en la memoria colectiva, que sea la teoría de los dos demonios.
Y no sólo la prensa. El cine, la literatura, el teatro también se ocuparon, a veces dignamente, otras de forma vil (habría que revisar ahora, de todos modos, películas como “La historia oficial” para ver que calificativo les caben en retrospectiva).
Entonces, la señora que en los ’80 seguía con fruición gran guiñolesca disfrazada de indignación el Juicio a las Juntas, en los ’90, si alguien sugería que había que empezar las condenas a muerte por los represores, miraba con cara de “qué tendrá que ver?”. Además, en la iglesia, el cura había hablado de Pacificación.
Y así estuvimos, hasta que llegó Kirchner.
La acción de “El purpurado cuello”, de Jorge Castelli transcurre en esa Argentina inmediatamente anterior al kirchnerismo, donde la gente como uno sentía que la justicia era una farsa y la gente como ellos también, porque no les bastaba con la impunidad, iban por más, querían la reivindicación histórica. Y la otra gente, la que no era ni como uno ni como ellos, vivía, como de costumbre, en una nube de pedos.
Castelli vuelve a todo aquello que fuera tratado excesiva, prematura y livianamente, lo revisita y le da una dimensión nueva. Enfoca un momento histórico que echa luz hacia atrás y hacia adelante. Ese adelante es el que afortunadamente estamos viviendo.
Se lee de un tirón, es altamente recomendable, busquenlán y comprenlàn...