Mis anteriores reservas sobre la influencia de Disney en Quinterno se suspenden aquí ante la magistral tapa de "El misterio de la gruta". He conocido varios coleccionistas a quienes la fascinación de esta portada los ha llevado a privilegiar la búsqueda de este número, aún sobre el 1 (espero que este comentario no de pié a los comerciantes oportunistas para pretender equiparar los precios de ambas). El juego de estalagmitas y estalactitas, la expresión azorada de Indio y Padrino ante la impávida mole –que los lleva a quedar suspendidos en el aire-, conforma un todo de armonía excepcional. El contenido, en cambio, no cumple todo lo que la tapa promete... O lo cumple sólo en un tramo. Pero antes de adentrarnos en eso, hay que consignar que las Andanzas se asumen aquí como revista, abandonando la denominación de "Tomo" para llevar numeración. El último paso será la periodicidad mensual, que llegará con el 3. Otro detalle es que su precio ha aumentado 50 centavos!!! Posiblemente por el descomunal éxito del número anterior, o quizá producto de la inflación... Contamos con el dato que la Semanal correspondiente a la fecha de publicación de la primer Andanzas valía 2 pesos. O sea que las Andanzas cotizaban un 50 % más, de movida. Pero carecemos, para comparar, de números de Semanales del mes de noviembre del '56. Si algún coleccionista puede aportarnos la información de si allí hubo o no variación de precios, podríamos esclarecer la duda. El sumario de tapa ya nos indica que –otra diferencia con el 1- tenemos dos aventuras: "¡Se casa el Indio!" (que había sido publicada originariamente en Patoruzú –aún mensuario- Nº 3, de enero del '37) y "¡Upa y el misterio de la gruta!" (Idem, Nº 5, 03-37), en ese orden. Sin embargo, la portada señala que la principal es la segunda. No es necesario remarcar, en esta historia, el criterio "mítico" de selección desarrollado en el comentario del Tomo I. Se trata, nada mas ni nada menos, que del regreso del Indio a la Patagonia (o sea, a los orígenes, al igual que en "Discípulo del Diablo"), para desentrañar otro misterio de la raza: la aparición de un extraño ser, que termina resultando su hermano. Además, este argumento guarda estrecha relación con la otra historieta del volumen: ambas andanzas se originan en mandatos del Tata. Por otra parte, el frustrado casamiento del Indio aporta un dato realmente valioso para su biografía: Patoruzú tiene 21 años!!! (los debe seguir teniendo, ya que es sabido que los personajes de historieta no crecen, aunque el Cacique sea uno de los pocos casos de versión infantil y adulta). Volvamos ahora a "El misterio de la gruta". La arbitrariedad y crueldad –propias, sin embargo, de algunas tribus autóctonas- de Patoruzú Iº, al haber encerrado a Upa en la cueva por deforme y sietemesino, y por no haber gritado ¡Huija! al nacer, es reparada por el Indio, quien acepta inmediatamente a su hermano, contrariando en consecuencia, el mandato paterno. Allí, en la página 26 de la revista, culmina a mi entender esta extraordinaria y breve historia, que es muestra de la genialidad de Quinterno, no sólo como dibujante, sino también como argumentista. Lo que sigue son excelentes tiras cómicas –similares a las de "El Mundo", aunque el episodio nunca se haya publicado allí-, que cuentan los inconvenientes que acarrea el pequeño-enorme salvaje, fuera de su agreste hábitat originario y transplantado a la ciudad. Salvando, claro, el intermedio argumental de la aparición –por segunda vez en la vida del Indio- de Juaniyo y Lola, que daría pie, asimismo, a la película "Upa en apuros". Intervención que, de todos modos, no posee la potencia narrativa del inicio del episodio. Obviamente que, a pesar de esta crítica, la considero como uno de los grandes clásicos patoruzescos. Los lectores de aquel entonces, como ya dijéramos, tuvieron que esperar cuatro meses para disfrutar de la próxima Andanzas. Los de este blog, mucho menos, para que ese número caiga …
Bosta.
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