Con el amigo Carlos Carballo seguimos, por línea privada, ocupándonos casi diariamente de Torino.
Fue a raíz de sus consejos, que me decidí a gastar unos pesitos (todo el mundo sabe que no me es fácil este tipo de decisión) en el Suplemento Nº 2, del año ’68, de “El Conventillo de Don Nicola”.
Si bien incluye historietas que ya tenía de otras reediciones, lo que definitivamente me tentó, fue la que inicia el tomo: “Como conocí al Maestro”, que nunca había leído.
Pertenece a la época de “Aquí está” y en ella se cuenta el primer encuentro entre el Maestro Esculapio y Don Nicola. Para mi sorpresa, el compañero de aventuras del gringo, aparece caracterizado allí, junto a su secuaz Agustín, como un ladrón de guante blanco, que termina regenerándose y viviendo en el conventillo.
Agustín suele aparecer en alguna que otra historieta más de la época, pero creo que duró poco. No así, claro, Esculapio, que siguió acompañando a Don Nicola, incluso en su pasaje a “play-boy”.
De esto veníamos hablando con Carlos, y tratando de precisar el número en que el tano se sacó el prode.
Yo tengo un salto en mi colección desde el 120, en que todavía es “El conventillo…”, de Ediciones Torino, al 130 (“Grandes aventuras…”, de Cielosur).
Esta última es "El caserón de las sombras", del Torino de ésa época, muchas veces reeditada. En los primeros cuadros de la historia, Don Nicola, que regresa de vacaciones con su novia, el Maestro, Pascualín y Yulbri, manifiesta su deseo de descansar en el conventillo. El Maestro contesta: "Ya es hora que se deshaga de esa pocilga". Don Nicola defiende el conventillo y a la gente humilde que lo habita. Sin embargo, ya se empezaba a abonar la semilla de la transformación. Paradójicamente, ahora es Esculapio el que induce al gringo a un cambio de vida; claro que con valores invertidos...
La siguiente que tengo, la 139, ya no pertenece a la pluma de Torino ("creación de Héctor L. Torino") y Don Nicola y el Maestro viven en un hotel. Estos cuadritos iniciales, dan cuenta de la enorme transculturización...
Nótese que el don Nicola ángel y diablo es calcado de las Locuras de Isidoro, abonando lo que afirmaba en un post anterior, sobre la fuente de inspiración de esta mutación absurda.
El amigo Carlos ubica el pasaje de Ediciones Torino a Cielosur (consecuentemente, de "El conventillo..." a "Grandes aventuras...") , a partir del número125 o 126, y posteriormente la historia del prode. De ella, recuerda que el final era trágico: Don Nicola volvía y encontraba el conventillo bajo la piqueta y casi destruído. Terminaba llorando desconsoladamente.
Si bien entre ambos vamos de a poco circunscribiendo el tema, hay algo que todavía no me termina de cerrar.
En la 130, Don Nicola ya tiene novia y vida de millonario, pero sin embargo el conventillo subsiste.
Sospecho que Carlos junta dos recuerdos y que la historia del prode no cierra como él dice. Para mí, la destrucción del conventillo que menciona, debe darse luego, entre el 130 y el 139.
Quizá algún lector de este blog, pueda aportar algún dato mas preciso.
Obviamente, que por mi parte, saldré a la inmediata cacería de ese ejemplar donde el gringo de Cattanzaro lloraba.
No me cabe duda que todavía debe estar impregnado por las lágrimas del propio Torino.
Como postea mi guionista eh, es que no se puede creer... qué lo parió
ResponderBorrarYo
Che estoy con el Indio eh, ya sale ya sale, es que son 2 páguinas che...
ResponderBorrarEl Pybe
VOS ESTABAS ESCRIBIENDO ACA, Y YO ESTABA ESCRIBIENDO EN EL TUYO... JUUUUUUUUAAAAA... SE VE QUE NOS EXTRAÑAMOS!!!
ResponderBorrarY si che, pero ando en mil, que qere' toda la atención pa' vo´...
ResponderBorrarEu
Amigo Dao: la transformación que Ud señala es evidente y merece señalarse. Hace poco compré una revista para re-encontrarme con el personaje que había leído en mi infancia, y me decepcioné al encontrarme con una "mano" que le había quitado ese valor grotesco en las líneas de los personajes y aparecían otros -como Ud refiere- muy parecidos a los del Quinterno "moderno", a tal punto que en algunos escorzos el maestro Esculapio es casi un Isidoro...
ResponderBorrarAbrazo
Ésas últimas que publicaste son de Mazza, las poses son inconfundibles. Saludos!
ResponderBorrar