Buscando otras cosas, me topé el dibujo en la Historia de los Cómics, de Toutain, y como hace poco me ocupé del tema (VER), me pareció bueno subirlo.
Aparte de su belleza, la imagen ofrece otras lecturas.
Es habitual que al mostrarse junto a sus personajes, los dibujantes asuman el rol protagónico. Aquí sucede al revés.
Mas allá del obvio juego con la contextura física del Chiquito, Al Capp ve a su criatura como más importante que él mismo, pareciera incluso admirarla. La idea de la creación superando al creador está asociada más a un don que a una técnica, y es un acto de humildad.
Por otra parte ambos ocupan un mismo plano de "realidad", asunto que ya traté en el post mencionado.
También este matiz se me ocurre distintivo en la ilustración. Me vienen a la mente Quinterno con Patoruzú y Goscinny con Asterix, por ejemplo, donde se montan foto y dibujo.
O sea que en dichos casos la realidad y la ficción quedan claramente diferenciadas.
Sin embargo, la creación forma parte indivisible del universo del creador, interactúa con su "realidad".
Recuerdo un capítulo de Los Simpsons donde Homero ingresa en la dimensión humana. Esa sería una variante expresiva.
Al Capp, en cambio, prefiere sumergirse en el mundo de Dogpatch.
Otra muestra de humildad, sin duda... pero también intuyo que debía sentirlo más confortable.
Tan confortable como estar sentado en las rodillas del Chiquito.
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