Poder revisar viejas revistas, y no sólo atesorarlas, es lo más interesante, para mí, que tiene el coleccionismo.
En la Satiricón Nº 9, de julio del '73, aparece una nota firmada por Trillo y Dolina, titulada "Epitafios ¡MA MORITE!", e ilustrada por Tomás Sanz. Allí se apresuraban a enterrar, entre otros, a Mafalda y a Patoruzú.
Sin embargo, hoy día, treinta y cinco años después, ambos parecen seguir vivitos y coleando. Explicarse la razón de esta supervivencia, como hacen algunos, en que se los siga reeditando es invertir causa-efecto. Quiero decir que si se los sigue reeditando es porque hay un público que aún los consume. Y la calidad, tampoco lo explica. Existen historietas muy superiores que han quedado en el olvido.
Creo que ambos personajes admiten resignificaciones simbólicas en la actualidad. Y sospecho, sobre todo en el caso del indio, que van mucho más allá de las intenciones de sus creadores.
Dejo abierto el tema pa' los que se quieran prender.
Disculpá que no comente la entrada sino tu editorial sobre "Buscar blog": yo también pasé mucho tiempo hasta avivarme qué significaba. Digamos que "buscar casa" consiste en salir a procurarse vivienda y no en revolver cajones en pos de algo que no se recuerda dónde se lo guardó. Pero ahora el lenguaje es así: dice otra cosa de la que dice y hay que arreglárselas como se pueda. Saludos.
ResponderBorrarHermano carapálida tener razón...Ugh
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