Se trata de "Yakari", una creación de Derib y Job que data de 1969. Relata las aventuras de un pequeño indio sioux y ya lleva una treintena de albúms. La historieta, con estupendos dibujos, está destinado a un público infantil. Descubrí hace poco al personaje, entre las novedades que me llegan de la BD. Como me llamó la atención, me puse a rastrear y finalmente conseguí la mayoría de los títulos escanneados. Recorrer esas páginas no hace más que acentuar la bronca porque aquí no se reediten como se merecen las Correrías de Patoruzito, a más de tantas otras obras maestras de nuestro pasado historietístico.
Hoy descubrí mientras viajaba en un micro pa ´las sierras como unn señor que peinaba canas devoraba netre otras tantas revistas de de actualidad un seleccion delas mejoresde Patoruzito,y ahi me quede un rato pensando mientras miraba el paisaje por la ventanilla del bondi,que cuanta cultura historietista habia antes en nuestros padres y las generaciones anteriores a estas,incluyo la mia porque se leia poco y nada y de algun modo somos el ultimo coletazo de esas generaciones de argentinos lectores de material nuestro.
ResponderBorrarY pensaba...si,que cuanto se perdió de todo eso y lo raro que veia ese espectaculo que por momentos me dió nostalgia y por otros alegria de una epoca que ya no volverá.
Quizas antes estaba esa conección con lo nuestro como bien lo dije en un post anterior tuyo,en donde el autor,la historieta y el lector se conjugaba en universos y personajes que no nos eran extraños porque habia cierta identidad con lo nuestro tácita en esas historias.
Solo eso y que viene a realcion con esto que vos planteas sobre patoruzú y los porque?
Porque no se reeditan con buen papel?
Con buenas tapas?
a colores con la tecnologia de hoy (Photoshop)?
Porque mierda no valoramos lo nuestro? a nuestro autores y a la escuela de historieta argentina?
Porque se perdió todo eso?
Solo preguntas sin respuestas Miguel.
He discutido mucho el asunto, se enojan con mis argumentos, pero yo lo sigo sosteniendo: a la historieta le hizo mal "creérsela". De pronto, la mayoría de dibujantes y/o argumentistas se pusieron en vanguardistas, crípticos, transgresores. Los de historieta "seria" se hicieron minimalistas, y los de historieta "cómica" empezaron a cultivar un humor que sólo a ellos, y al reducido grupito que les chupa las medias, les hace gracia. Y todos descubrieron el absurdo, como si fuera la gran novedad. Así abandonaron lo que para mí es el elemento principal por el cual el clásico consumidor de historietas las leía (yo también): entretenerse con un mundo de fantasía y aventuras. En un viaje a las sierras, por ejemplo. Es como si a Sidney Sheldon se le hubiera dado por escribir de pronto como Joyce. Si es por vanguardia, tanto sea en literatura o en historieta, yo me quedo con Joyce. Ante semejante panorama, sumado a que cambiaron las épocas y la televisión empezó a monopolizar el entretenimiento, lo poco que queda de la industria editorial, sólo puede ofrecer subproductos como "selección de las Mejores" o, en formato tiras, los libritos de Gaturro. Sin embargo, para señalar por donde debería encaminarse la cosa, ahí siguen reeditándose los viejos libritos de Mafalda.
ResponderBorrarPor supuesto que la cuestión no se agota en estas formulaciones simples y la cuestión es más compleja. Pero para mejorar el panorama, varios tendrían que empezar por aceptar estas verdades de sentido común y bajarse de la nube de pedos en que están.
Gracias Miguel por la respuesta y perdon por escribir a los santos pedos y mal.
ResponderBorrarPero la idea creo quedó plasmada y entre los dos hicimos este ejercicio de pensar en un futuro mejor de la historieta trayendo al presente las cosas buenas que se hicieron en el pasado.
Saludos.
*Y Fe de errata,conexion se escribe con X