Para el Anuario 1974 de Journal Pilote el dibujante Jean Ache desarrolló siete versiones de un mismo tema, a la manera de pintores famosos. Así desfilan, a razón de una página cada uno, Rosseau el Aduanero, Léger, Buffet, Picasso, de Chirico, Miró y Mondrian, como si estos genios hubiesen abordado alguna vez el lenguaje historietístico y todos hubieran coincidido en ocuparse del cuento de Caperucita Roja. El recurso -no descartando que tenga precedentes- fue posteriormente usado hasta al hartazgo, por lo que hoy en día puede que no llame demasiado la atención. Sin embargo la merece, porque los resultados son excepcionales. Además, hace pensar acerca de la importancia de las políticas editoriales en la historieta que tiene alguna pretensión de vanguardia. Criterio totalmente ausente en Fierro, por poner un ejemplo argentino y actual, donde Sasturain -o quien se ocupe de elegir el material a publicar, ya que el popular actor cómico parece muy ocupado en distintos menesteres- sigue pretendiendo vender capricho y vacuidad por experimentación. O sea, gato por liebre.
¡Qué lindo material!. Recuerdo que hace poco Liniers decía - refiriéndose a Lichtenstein - que cuando un cuadrito de cómic llega a grandes dimensiones, eso es arte. Pero cuando es un cuadrito pequeño, es historieta...
ResponderBorrarEs arte esta cita a los plásticos?
En fin, no me interesa polemizar porque el tiempo arreglará y acomodará las cosas, sobretodo en el tema de la historieta como arte.
Después de todo, ha habido tantos artistas que han sido reconocidos un siglo, o dos, o tres después de muertos...
Lo importante es que estas páginas son un bello material para compartir.
Con respecto a la Fierro, concuerdo en que hay cosas que me gustan y otras que no. Pero es mejor que la revista exista, antes que no exista. Lo mismo con respecto a Comic.ar y alguna otra. Un abrazo.
Luis (Sonrisasargentinas.blogspot.com)
Sabrás, querido Luis, que eludo poner la etiqueta "arte" a la historieta porque considero desnaturalizado ese término, y además no aplicable a un lenguaje que debería adscribir con orgullo a la cultura marginal, antes que aspirar a la instituída. Fuera de eso, no cabe duda que Jean Ache, al citar brillantemente a estos genios, se contagia de ellos.
ResponderBorrarEn cuanto a Fierro, la compro religiosamente mes a mes, puteando por tener que leerla a medias, ya que la mitad de lo que se publica ahí no me interesa. O sea, yo también prefiero que exista. Lo cual no quita el criticar lo que me parece disvalioso. Abrazo