Y POR EL MISMO PRECIO...

miércoles, enero 25, 2012

CUANDO LA HISTORIETA SE VUELVE PELIGROSA (11): EL IDIOTA DE LA FAMILIA

Hace décadas, conocí a un pibe macanudo, de buena familia, que de forma esporádica, sin que nadie lo pudiese prever y totalmente fuera de contexto, te largaba una sarta de las peores guarradas, y después seguía hablando lo más normalito. No era conciente el pobre, dado que padecía del  síndrome de Gilles de la Tourette. Se trata de un trastorno neurológico, que consiste en tics, tanto gestuales como verbales, que pueden resultar de lo más inapropiados para los ocasionales contertulios, como en el caso.
Me vino a la memoria por el asunto Sala. He leído aquí y allá distintas opiniones defendiendo el trabajo del dibujante, y en general, se centran en dos líneas argumentales. Una, la de los límites del humor; la otra, las motivaciones y/o intenciones del autor al realizar la tira.
Ambos aspectos están ligados, desde mi punto de vista. Es decir, el humor no tendría que tener límites para quien lo ejerce, pero sí los suele tener para -distintos sectores de- los destinatarios, y el humorista debería ser conciente de ello. En todo caso, asumiría el riesgo -aún no estando escritos, aún siendo difusos- de transgredirlos. Sencillito.
A Sala se lo ha tratado, en la supuesta defensa que de él hace el mundo comiquero, poco menos como si padeciera el  síndrome de Gilles de la Tourette. Que es un tipo que acostumbra a reírse de cualquier cosa, que su humor es negro, que es surrealista, que no anda midiendo las consecuencias al hacer cada tira, que eso sería responsabilidad del medio en que publica y que patatín y que patatán... Pero más allá del ambiente comiqueril (que no se caracteriza por su lucidez, hay que decirlo), lo peor es que Sala mismo se trata de igual manera, al declarar que el motor de la sátira cuestionada fue David Guetta, y que no pretendía ir más allá de reírse de la filosofía del “pum, para arriba!” permanente. Yo -como muchos que leyeron la tira, supongo- no tenía la más puta idea de la existencia del disc jockey, pero sin duda todos manejamos alguna referencia de lo que sucedió en los campos de concentración nazis. Incluido Sala, por supuesto. Que además pone en boca de las víctimas el parlamento “Sí, señor Hitler”, en una actitud totalmente servil ante el victimario. No podés entonces, por más tributo que le rindas al automatismo del inconciente, no darte cuenta que esos elementos van pesar más dentro de la tira -estructural e ideológicamente- que la burla a Guetta. No podés, tampoco, desconocer la particular sensibilidad de la comunidad judía con el tema del Holocausto. Y no podés,  finalmente, hacerte el boludo frente a las consecuencias. Querés transgredir, Sala? Fenómeno, te aplaudo! Me cago de risa con tus ocurrencias, incluida ésta. Pero si pretendés aparecer como el idiota de la familia, título que sí les cabe con propiedad a otros dibujantes... ahí no te sigo, hermano, ahí me decepcionás.

8 comentarios:

  1. Volvé a tu época infame,censor.

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  2. Creo que lo que GUStavo Sala hizo fue simplemente criticar.. Aca hay un tema que se relaciona con la cuestion de la memoria cultural de una sociedad. Mas alla del horror del holocausto, hay algo claro, concreto, actual, que es cómo el Estado de Israel utiliza el genocidio nazi como herramienta para justificar todas las atrocidades que produce sobre el pueblo Palestino. Este tema es tan hiriente porque la comunidad judia en su gran parte, mas allá del país al que pertenezca, esta manipulada por un discurso de victimización: somos el pueblo mas oprimido, los despojados, somos el pueblo de Israel que tuvo que sufrir por el opresor egipcio, babilonio, romano, y que encima, luego los nazis nos hicieron mierda. Este tema impacta tanto porque el uso que se hace de la memoria del holocausto esta totalmente bastardeado, el Holocausto se ha convertido en una mera justificación de una de las mas terribles formas de usurpación y colonizacion actuales, de un nuevo genocidio-etnocidio sobre el pueblo palestino. Eso es lo que mas molesta. No seamos chupacirios, ni fayutos. El humor, mas alla de las subjetividades, es una herramienta de critica de la sociedad, que evidencia falencias, y saca a la luz aspectos velados, o al menos es lo que , a su manera tan acida, hace habitualmente Gustavo Sala. Es claro como David Gueta es parte de esa sociedad superflua que va a la fiesta de la P y se caga en todo el dolor de los pueblos. El holocausto judio no fue un acto de un ser malo que mato gente buena, sino el resultado de un proceso político económico totalmente ligado al sistema que idolatra al DJ frances. No se puede olvidar que Hitler fue financiado por los principales bancos del mundo. Creo que el problema es que la lectura que se hace de la tira de Sala muere en lo que en el papel aparece, pero deja de lado todo el contexto en el que el genocidio se dio. Burlandose de David Guetta en ese contexto tan cruel que fueron los campos nazis, Sala esta criticando a la sociedad que lo baila, que lo aplaude, que lo idolatra. No porque el frances sea alguien malo, sino por lo que representa. QUe solo veamos a los judios raquiticos y nos escandalicemos por que alguien hizo un chiste con esa imagen, responde a la superficial idea que la manipulación que el Estado de Israel y EEUU como su principal aliado y "Mecenas" han creado del holocausto, convirtiéndose este en casi una mera postal de dolor, vacia de su verdadero sentido, unicamente reflejando la maldad de Hitler pero ocultando el porque de dicho proceso. Esos presos que bailan y le dicen a Hitler que si, y Hitler diciendole al DJ que salen mejor los jabones, es una durisima crítica, en principio a esa crueldad que fue el holocausto, y por otra parte y creo que principal, esos reclusos raquiticos nos representan a todos nosotros. Hitler es un rostro nada mas, porque el que causa dolor y muerte es el sistema que sostiene a ese personaje, que es el mismo sistema que sostiene a nuestro mundo y que hace con nosotros lo mismo... al final de cuentas, luego de un largo dia de trabajo en la fabrica, en el taller, en la calle, de nosotros solo quedan despojos y mucho dinero en los bolsillos de los señores que manejan el mundo.

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  3. Concuerdo totalmente. He visto por ahí comentarios "defendiendo" a Sala y al mismo tiempo quedar en un lugar políticamente correcto al argumentar que "esta vez se le fue la mano". Entonces, ¿qué es lo que se defiende al defenderlo? A los que les molestó el chiste, sinceramente, son impresentables. Como también leí por ahí, seguro que los tipos se cagan de risa con chistes sobre palestinos. O, puestos al revés, mi colectividad debería ofenderse cuando Norman Erlich hacia chistes sobre alemanes, dando por sobreentendido que TODOS los alemanes fueron y son NAZIS. En fin, me extendí más de lo que quería, que simplemente era mostrar mi acuerdo con tu opinión. Saludos.

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  4. Concuerdo con dos cosas.
    1- Lo insoportable que es el lector de historietas. Es narciso y pedante y se cree un genio. Y sus argumentos siempre salen desde el fanatismo más infantil. Este caso es uno más del poco criterio que manejan.
    2- Lo insoportable que resultó el debate post crítica a Sala de los medios.
    El nivel artístico de Sala está en el mismo plano que un Nik, ponele. Un tipo con un estilo de dibujo simple (uno le roba a Gaturro, el otro al Cartoon Network) y chistes simples (uno con contenido familiar, el otro con contenido guarro).
    Pero a partir de esto se hizo una bandera del caso Sala. No solo a mi entender se hieren dos sensibilidades. La primera, la comunidad judía. La segunda, la comunidad argentina lectora de historietas.
    Oesterheld fue un maestro y un desaparecido. La bandera Oesterheld es importante, nos hace mejor como sociedad.
    Sala es un tipo que hizo un chiste de mal gusto (lejos del humor, eso yo lo llamaría mala leche) y encima se hace una bandera de su supuesta censura (!!!!). Acá no hubo censura sino solamente decir "Este tipo se fue a la mierda" de muchas entidades. Nadie lo censuró.
    Por eso, una vez más, se demuestra lo poco lúcido que es el lector de historietas.
    RR

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  5. Estoy de acuerdo. Lo más penoso del asunto fue el "Gremio" que salta a defenderlo por amiguismo...

    Juan.

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  6. Ey, qué tiene ustéd contra la gente de capacidades especiales? Tengo un hermano padeciente de tal condicion y no se lo deseo a nadie. A qué viene tal ofensa? "el idiota de la familia", y por si fuera poco ilustra tan horroroso encabezado con la foto de alguien que hace el tonto. Esto es discriminación y burla. Lo siento, voy a denunciarlo a BLOGGER haciendo acato a las políticas de contenido de GOOGLE.
    Es ustéd una horrible persona.

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  7. Simplifiquemos: aquí estamos ante una falta de profesionalismo. El chiste de entrada pierde fuerza por apelar a una grosera similitud fonética, lo que le resta universalidad. Creo que el profesionalismo no abarca solamente desde el primer trazo del boceto hasta la firma final, sino también la mitad anterior, la de la evaluación de la sociedad, idiosincrasia, circunstancias, etc. En este caso no se desconoció lo que había delante: una colectividad susceptible y con poder, que levanta su repudio ante cualquier interpretación de agresión y que ignora la historieta real de Schoklender. Hacer humor no es tocar el timbre y salir corriendo.

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  8. Dao! Tanto tiempo!

    Más vale tarde que nunca, te dejo mi opinión al respecto:

    A ver...

    Gustavo Sala es un humorista que siempre le gusta jugar "al límite". Es un tipo de humor que a mí me gusta mucho. De hecho, me gusta practicarlo. No profesionalmente, ya que carezco de talento, pero sí en reuniones sociales en las cuales gusto de hacer chistes o bromas.

    Los que practicamos este tipo de humor sabemos principalmente dos cosas. Primero: que jugar "al límite" suele ser divertido, gracioso, original. Jodemos con aquello que nadie jode (por lo cual la sorpresa de nuestro interlocutor es mayor), potenciando de esta forma el efecto del humor, con la originalidad propia de joder con lo que nadie ha jodido antes. Eso es buenísimo: la gente se sorprende, se caga de risa y piensa: "cómo este tipo puede joder con esto".

    Ahora bien, esto tiene un revés (y he aquí el segundo ítem): jugando "al límite" uno corre el riesgo de irse al carajo. Así de simple. A más de uno nos debe haber pasado de querernos hacer los graciosos con algo con lo que "no se jode", sin una vuelta de rosca inteligente y apropiada, y no sólo no hemos causado gracia, sino que hemos quedado para el orto, muy mal parados.

    Es así, jugando "al límite" la posibilidad de "irse a la mierda" está ahí nomás. Un paso en falso y ¡pum!

    Pues... ¿qué hay que hacer, entonces? Creo que quedan dos opciones: o abandonar definitivamente la idea de "jugar al límite"; o ser consciente de la posibilidad de "irse al carajo" una vez cada tanto, saber reconocer cuando eso sucede, y pedir las disculpas correspondientes sin pretender defender lo indefendible ni justificar lo injustificable.

    "Perdón, me fui al carajo", y listo. Y al otro día volver a hacer un chiste gracioso, al límite, como siempre, pero esta vez con un poco más de criterio.

    Me encanta el humor de Gustavo Sala y quiero seguir disfrutando de él todo el tiempo posible. Pero eso no me impide ver que esta vez "meó fuera del tarro". No me parece terrible, no me parece que él sea antisemita, no me parece que haya que colgarlo por esto. Creo, simplemente, que es un buen humorista que quiso hacer un chiste "al límite", como hace siempre, y no le salió. Me parece que se soluciona relativamente fácil: con una queja de quien(es) se haya(n) sentido agraviado(s) y con una disculpa del autor, lisa y llana, SIN JUSTIFICACIONES NI EXPLICACIONES.

    En fin, no es para tanto, me parece.

    Saludos!

    Charly Urquiza / Granamyr

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