Y POR EL MISMO PRECIO...

domingo, noviembre 01, 2015

FIN DE CICLO

Marzo de 1964 (fecha que pude precisar hace muy poco). Yo estaba por cumplir 7 años.
Ya había abrevado sobradamente en Quinterno, Mazzone y Torino. También en Goscinny-Uderzo y en Cézard. No faltaba nada para que agregase a la lista a Pratt y a Tibet. Además de Fola, claro, que aparecía desde siempre en Billiken junto a los extranjeros de esta lista.
Pero lo que yo identificaba, para entonces, eran los nombres de sus creaciones: Patoruzú, Patoruzito, Capicúa, Piantadino, Afanancio; Umpa-pá, El Fantasma Justiciero; Ana de la Jungla (Ann y Dan), Chick Bill ... y Pelopincho y Cachirula.
A esos títulos, se agregó, en marzo del '64, "Ezo del espacio", cuya primer página quedó grabada para siempre en mi memoria, junto con la intriga de cómo continuaría. A mis viejos no les daba para comprarme el Billiken todas las semanas, y cuando volví a tener un nuevo número en mis manos, ya no la encontré.
A eso de los trece años, andaba con Shakespeare en un sobaco y Patoruzito en otro. Me pareció contradictorio, decidí que ya había crecido, y le regalé todas las revistas que atesoraba a un vecino mayor que yo, que siempre me las pedía prestadas.
Hoy equivaldrían a un departamento de un ambiente, más o menos.
Saltemos unos 25 años en la historia.
Cuando me acercaba a los cuarenta, me agarró súbitamente la nostalgia de todas aquellas historietas que habían marcado mi infancia, un tanto solitaria. De ahí a convertirme en coleccionista, hubo sólo un paso. Empecé por Quinterno.
Eran épocas donde sólo existían las cuevas (subsistía aún Alberdi), el Parque Rivadavia y una sola comiquería que trabajaba material de colección (El Club del Cómic, de Corrientes). A lo sumo, podía aparecer milagrosamente algún aviso en la Segundamano. Me hice de un interesante lote de Andanzas, a través de esa revista. También se podía conseguir algo en las ya desaparecidas casas de canje. Recuerdo una operación inmobiliaria que tuve que efectuar en Mar del Plata; casi fracasa porque me demoré esperando que la viejita que regenteaba la ubicada en Luro e Independencia, se dignase abrir. Me traje unas cuantas Correrías de allí, y alguna Andanzas de numeración muy baja.
Después de Quinterno, seguí con Mazzone y Torino. La internet me abrió la puerta que daba a la BeDé. Compré varias cosas por correo en Europa, me trajeron otras. Viajé el año pasado a las dos mecas de la historieta franco-belga, Bruselas y París. A la vuelta, las valijas explotaban de álbums. Algo similar me acaba de pasar en España.
Abreviando, recobré casi todo lo que quería recobrar de mi infancia (menos mi infancia, claro, que no estaba en esas revistas).
Incluso, hace cuatro años, compré por EBay el número de Le Journal de Tintin donde apareció por primera vez publicada "Ezo del Espacio" ("Za de l'espace", en el original).
Dos años antes (hace seis) gracias al dato que me pasó Alejandra Márquez, a raíz de una mención que yo hiciese en un grupo comiquero, conseguí en ML una doble página central de Billiken, con un fragmento de la serie.
Me enteré, además, que es adjudicada a Greg. Sin embargo, sospecho junto a otros amigos que se interesaron en el tema, que si bien el guión puede pertenecerle, el trazo sería de Attanasio, el de Strapontin.
A pesar de estos logros, seguí empeñado en obtener la historieta completa. El problema radicaba en ubicar fechas o números de Billiken en los que apareció.
Fue Toni Torres quien hace muy poco se ocupó gentilmente - a mi pedido - de rastrear, encontrar y suministrarme esa data.
Antes del viaje a España, un vendedor de La Plata, al que le vengo comprando desde hace tiempo, ubicó entre su monumental material casi todos los ejemplares. Ayudó un lote que tenía escrita la numeración en la tapa, de lo contrario hubiese sido como buscar una aguja en un pajar.
Ahora resulta que cuando los fui a retirar, el primero de todos, el inaugural, se le había extraviado. Yo ya tenía la página en francés, pero de todos modos quería aquella de Billiken que quedara en mi memoria.
El vendedor platense reencontró la revista en mi ausencia, me avisó y hoy la fui a buscar al parque Saavedra.
Es la nro. 2.303 que ven allí, con tapa de un Lino Palacio con influencias -para mí- de Feliu Elias i Bracons (Apa), un caricaturista barcelonés que descubrí en mi reciente viaje, en el Museo Nacional de Catalunya, casualmente.
El ejemplar está fechado lunes 2 de marzo de 1964. Yo estaba por cumplir 7 años. Hace cincuenta y uno, entonces.
La revista que sigue la vi de casualidad en otro puesto del Parque. No tiene fecha de edición, pero resulta evidente que se corresponde a setiembre/octubre del '55, derrocamiento de Perón por la Revolución Fusiladora. Yo no había nacido aún, faltaban dos años.
Así como no hay datos de edición tampoco los hay del único dibujante, que firma todas las tiras "cómicas", con el seudónimo de "Juan Libertad".
Un cobarde gorila, sin duda, que temería que el ciclo peronista no estuviese del todo concluido, pero que se salía de la vaina por festejar.
Me trae algunos ecos actuales.
También los dos árboles que fotografié por el camino me parece que fuesen metáfora de algo, pero no se muy bien de qué.
Soy consciente que en los dos últimos apuntes perdí el hilo del relato, pero entiéndanme... no todos los días uno termina de liquidar cuentas con su infancia.

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