Estaba en Mar del Plata y me pasaron el dato de una librería de viejo que estaba liquidando por cierre. Por su ubicación, alejada del centro, no la conocía. Me llegué hasta el lugar el ante último día. Se especializaba, aparte de libros antiguos, en afiches de cine y publicitarios. De historieta, casi nada. Me traje El Humor Escrito, que me faltaba para completar la trilogía de Trillo-Bróccoli en el Centro Editor. También fue el último en editarse. Tiene dos curiosidades. La primera que la revista Patoruzú apenas si merece una mención al pasar. Supongo que debe haber sido porque Quinterno armó lío por derechos -como era su costumbre- con los dos libros anteriores, donde sí se incluyen referencias varias e imágenes de sus creaciones. La otra curiosidad es que fue editado al filo de la aparición del primer número de Satiricón, por lo que la reseña de revistas humorísticas concluye con Hortensia.
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