"La hija de Vercingétorix" apareció en Francia poco después del regreso de mi último viaje, de modo que por un pelo no me escapé de comprar nacional.
Es jodido decir esto, lo sé. Hubiese querido celebrar la colección de Astérix que acaba de aparecer en Libros del Zorzal... pero no puedo, lo lamento.
La calidad de impresión resulta pobre para un precio bastante superior a otras ediciones nacionales, que la superan ampliamente En este título en particular, muchas escenas nocturnas lucen empastadas, con planos difíciles de distinguir.
En cuanto a la reiterada declaración de principios sobre criterios de traducción ya me venía haciendo ruido cuando publicitaron la ocurrencia de "¡No me peguen, soy romano!".
Por supuesto que Goscinny jugaba con los anacronismos. Y sus continuadores siguieron la tradición.
Aunque una cosa es el anacronismo y otra el localismo.
Los anacronismos de Goscinny podían ser localistas de Francia, claro.
Pero forzar un localismo argentino actual que encima no existe en el original, me saca de contexto y me saca de las casillas.
Veamos dos viñetas de "La hija de Vercingétorix".
Séptima de la página (pueden contrastar el efecto noche en ambas, de paso). En el original, el
personaje repite: "on est à pied", que claramente se traduce como
"estamos a pié" o "andamos a pié".
¿Cuál es el sentido
del argentinismo "estamos a pata", dicho por un corsario que surcaba
los mares de la Galia? ¿Necesitaban subrayar el chiste que marche descalzo?
¿Y además... por qué
cambiar en la gráfica la progresión del énfasis, que contribuye al efecto
cómico de reforzar la mentira /verdad ?
El segundo caso es más grave aún...
Para los que no conocen a fondo la saga del guerrero galo, es necesario aclarar que el uso de la "ch" viene de "El Escudo Arverno", donde Goscinny parodiaba la pronunciación de los oriundos de Auvergne, región del centro de Francia. Esto le daba pié para una infinidad de juegos de palabras, confusiones, etc. Acá, el guionista Jean-Yves Ferri lo retoma.
"Chacré" es "sacré", en realidad, cuya primera acepción es "sagrado" ("sacré coeur", por ejemplo), pero que también se usa popularmente como elogio admirativo.
Qué lindo juego de palabras hubiese sido "Dichocho Dichlexix"... pero no, tuvieron que argentinizar una vez más.
No sé... Puede que haya gente a quien este tipo de ocurrencias le divierta. A mí, ¿qué quieren qué les diga...?
En cuanto al episodio en sí, argumentalmente, me da la impresión que están rascando ya el fondo de la marmita. Se nota demasiado el artilugio seudo goscinniano. El de poner un músico en cada uno de los navíos, por ejemplo. Y que mientras uno es la caricatura de Charles Aznavour, otro remita a Lennon. O el previsible juego con las costumbres adolescentes actuales, incluyendo los gags de Obelix.
Respecto al "feminismo" del que se ha hablado por ahí, resulta ridículo. Es exactamente lo contrario: la protagonista tiene un mandato de lucha independentista y termina convertida en ama de casa.
Finalmente el dibujo... Didier Conrad imita cada vez mejor a Uderzo, lo cual me hace pensar todo el tiempo que está imitando a Uderzo. Hubiese preferido el criterio de continuidad de Spirou, donde cada creador, sin tornar al personaje irreconocible, pone su impronta personal.
Si sigue la pandemia, no tendré más remedio, supongo, que ir tras las huellas del grifo con la dupla Ferri - Conrad y con Libros del Zorzal. Pero conste que lo haré a disgusto.
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