Y POR EL MISMO PRECIO...

lunes, septiembre 25, 2006

MECAGOLO EN EL COLECCIONISTA - PARTE IV: "LA INCREIBLE HISTORIA DE LAS FOTOS DE JOSE CAGATINTA"

El coleccionista suda frío.
Se encuentra ante la vitrina donde reposa la tira original de "Las pelotudeces de Sorongito", del 28 de diciembre de 1986, con la firma bien visible de su autor, José Cagatinta.
El vendedor lo dejó solo para atender un llamado telefónico.
La vitrina tiene llave, pero el vidrio podría romperse fácilmente.
Salir corriendo de la cueva, con el tesoro en sus manos... perderse entre el gentío, ahorrarse las cuatro lucas y media que lleva guardadas en el calzoncillo y que significan el pan de su hija y la operación de su padre casi ciego...
La voz del vendedor lo saca de su ensimismamiento:
-Y, pibe??? Te decidiste??? Mirá que si no lo comprás vos tengo una chorrera de gente esperando...
-Pero, déle... Rebájeme los 50 dólares... Por favor...
-Ni en pedo!!! En el exterior hay una mina, una tal Yessi, que me ofreció el doble. Decí que yo no tengo tiempo para andar haciendo envíos y esas cosas...
-Se los pago en una semana...
-No, pibe, yo no fío. Mirá, no perdamos el tiempo...
-Pero yo llegué hasta acá con la ilusión de llevármela... -el coleccionista está al borde del llanto- Anoche soñé con esta tira. Soñé que le hacía un marquito y la colgaba en el living de mi casa, y se la mostraba a todas mis amistades... Soy el fan número uno de José Cagatinta... Tengo que tenerla!!!
-Ay, ay, ay... La verdad que me conmovés, pibe... Por qué tendré el corazón tan blando???
-Me la rebaja, entonces??? -dice el coleccionista enjugando los mocos y con una sonrisa esperanzada.
-No, no puedo. Pero no te vas a ir con las manos vacías...
Le hace una seña, para que lo acompañe a un rincón oscuro de la cueva. El coleccionista, sin entender, lo sigue...
-Por cuatro lucas y media te podés llevar todo esto... -Y le indica una caja medio desarmada y húmeda tirada en el piso, rebosante de fotos.
Ante la mirada estúpida del coleccionista, el vendedor continúa:
-Hay cientos... agarrá una...
El coleccionista obedece.
-Sabés de quién son?
-José Cagatinta!!! -exclama, estupefacto, el coleccionista.
-Exacto.
-Pero nadie tiene fotos de José Cagatinta!!!
-Yo sí, la caja esa llena...
-Pero cómo...???
-Te explico. Todo el mundo cree que José Cagatinta no se dejaba fotografiar de estirado que era, pero en realidad no soportaba los flashes... Era albino...
-Albino???
-Así como lo oís. Un día, un comando de coleccionistas fanáticos, llamado "Operación Fideos con Buseca", decidió secuestrarlo para tomarle fotos. Al principio, le dejaron puesto los anteojos negros... Pero después se engolosinaron y... Quedó ciego el pobre Cagatinta...
-Debe haber sido en '90, cuando dejó de dibujar!!!
-Exacto.
-Y esto cómo llegó a su poder??? -pregunta atónito el coleccionista.
-Es un secreto, pero te lo voy a confiar. Eso sí, absoluta discresión, eh...
-Por ésta...-y besa su dedo índice, formando una cruz.
-Resulta que uno del comando, un actorzuelo barato, los mexicaneó a los demás. Era el dueño de la cámara, y se llevó las fotos para revelarlas, con la promesa de repartirlas después por partes iguales. No lo vieron nunca mas...
-Y entonces???-la ansiedad del coleccionista por conocer el final de la historia era irrefrenable.
-Un día, hace un par de años, me cae la capa de Karadajián... el de "Titanes en el Ring", lo junás???
-Claro, claro...
-Bueno... El chabón éste de las fotos es loco por Karadajián...
-Y le cambió la capa por esta caja...
-Esta caja mas dos propiedades, mas un auto, mas las joyas de la abuela... Estamos hablando de la auténtica capa de Karadajián... sudada por él mismo... no sé si te queda claro...
-Una reliquia...
-Vos lo dijiste. Pero estas fotos, para los fanáticos de Cagatinta, también valen oro...
-Y nunca las puso en venta???
-La verdad que no, guardan un valor sentimental para mí... Imagináte... No se trata sólo de que sean fotos de Cagatinta, con todo el valor que eso tiene... Son nada menos que del día en que quedó ciego... Me costaba desprenderme de ellas... Estaba esperando conocer a alguien que las supiera apreciar...
-Yo!!! -se exalta el coleccionista- Yo puedo valorarlas, señor. Y no sólo porque soy admirador de Cagatinta... -la pausa adquiere ribetes de melodrama- Mi padre también se está quedando ciego...
-No digas más, pibe. Son tuyas. Dáme las cuatro lucas y media y desaparecé, antes que me arrepienta...
.......................................(continuará)..................................................................
(Nota: cualquier parecido con situaciones o personajes de la realidad, es pura coincidencia)

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