Y POR EL MISMO PRECIO...

viernes, agosto 15, 2008

JUANCITO CAMINADOR EN AUTO

Ayer, cerca del mediodía, buscaba un lugar donde estacionar en el centro. Tenía que hacer un trámite rápido que se demoraba por la maldita superpoblación vehicular. Había dado varias vueltas y empezaba a impacientarme cuando desde la radio surgió la voz de Tuñón. Ya no fue un problema seguir en el auto. Es más, se imponía, para escuchar esa voz perdida en el tiempo, y ahora rescatada.
Relataba Tuñón su imaginario encuentro con un artista trashumante: Johnnie Walker (sí, igual que el whisky). “Qué quiere decir ese nombre?”, pregunta Tuñón. “Juancito Caminador”, se le contesta. “Sentí de inmediato una gran afinidad espiritual con aquel hombre”. No sé si era así, exactamente, la frase, pero estoy seguro que Tuñón usó la expresión “afinidad espiritual”.
Y siguió hablando un rato el poeta (medio en broma, medio en serio, como hablan los poetas), mientras yo daba vueltas, sin que me importara. Después, apareció la voz de la Negra Sosa. Y descubrí con sorpresa que en un cajón de mi memoria habían quedado guardadas las estrofas que cantaba. Las pude repetir con ella. Ahora las busco en internet, y están. Las transcribo, aunque no tengan nada que ver con la historieta, ni con el cine, ni con el teatro...
Juancito Caminador...
Murió en un lejano puerto
el prestidigitador.
Poca cosa deja el muerto.
Terminada su función
-canción, paloma y baraja-
todo cabe en una caja.
Todo, menos la canción.
Ponle luto a la pianola,
al conejito, a la estrella,
al barquito, a la botella,
al botellón, a la bola.
Música de barracón
-canción, baraja y paloma-
flor de campo sin aroma.
Todo, menos la canción.
Ponle luto a la veleta,
al gallo, al reloj de cuco,
al fonógrafo, al trabuco,
al vaso y a la carpeta.
Su prestidigitación
-canción, paloma y baraja-
el tiempo humilla y ultraja.
Todo, menos la canción.
Mucha muerte a poca vida,
¡que lo entierre de una vez
la Reina del Ajedrez
y un poeta lo despida!
Truco mágico, ilusión
-canción, baraja y paloma-
que todo en broma se toma.
Todo, menos la canción.
Ah... también lo seguí al Tata Cedrón con aquello de...
A pesar de la sala sucia y oscura
de gentes y de lámparas luminosas
si quiere ver la vida color de rosa
eche veinte centavos en la ranura.
Y no ponga los ojos en esa hermosa
que frunce de promesas la boca impura.
Eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa.
El dolor mata, amigo, la vida es dura,
eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa.
(...)
Y no se inmute, amigo, la vida es dura,
con la filosofía poco se goza.
Eche veinte centavos en la ranura
si quiere ver la vida color de rosa.
Ayer, a la hora de la siesta, se cumplieron 34 años de la partida del poeta. Por suerte, alguien lo recordó e hizo que yo lo recordara. Y que me olvidara de cuestiones ínfimas como los problemas de estacionamiento.

8 comentarios:

  1. la historieta, el cine y el teatro ....y ahora el blog....son soportes para dejar huellas de nuestros pensamientos.... ¿..o mundos?...que se yo...pero me alegro que existan.


    saludos

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  2. Claro que está bueno que existan, querido Raúl, si sirven para que vos, desde la isla Margarita y yo, desde La Plata, estemos a un tiempo recordando a Tuñón.

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  3. Sin saber que en estos días era un nuevo aniversario de la muerte de RGT, el domingo pasado me puse a rememorar esos dos poemas musicalizados e interpretados con maestría por el Tata y su cuarteto. También Los ladrones, Polka de la tarjeta de cartón, La calle del agujero en la media... En fin, todos grandes versos de su mejor producción poética.
    Justo y grato recuerdo de la obra de Don Raúl. Saludos.

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  4. Debe ser, estimado Cinzcéu, que uno debe estar añorando palabras que digan algo...

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  5. Oportuna apreciación, Miguel: añoranza de palabras que digan algo.
    Otra cosa. Al leer el final de la primera estrofa de "Eche veinte centavos..." sentí que faltaba algo y fui a mi fuente (Antología poética, Losada, 2da. edición, 1980, p. 13). En efecto, es: "El dolor mata, amigo,la vida es dura,/ y ya que usted no tiene ni hogar ni esposa/ si quiere ver la vida color de rosa/ eche veinte centavos en la ranura".
    Creo recordar que el Tata Cedrón -como vos citás- invierte los últimos dos versos y por razones métricas y rítmicas duplica "la vida es dura" y "ni hogar ni esposa".
    Gracias a tu artículo me he puesto a releer a RGT, ¡y después dicen que la interné aleja de la lectura!
    Saludos.

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  6. Sí, querido Cinzcéu, es posible que la interné no aleje de las lecturas, pero es más comprobable que acerca a las puteadas. Por un post pacífico como éste, tengo veinte beligerantes, como el de Magma.

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  7. Miguelito: Por algo te considero mi amigo (aunque vos no me querés,malo)
    Fuera de joda: ¡Gracias por el Juancito caminador!.Y encima "eche...".Es genial.
    Yo lo tengo al Tata en un lomplei (long playing, por las dudas) MADRUGADA con versos y canciones de Gelman, que vendían de a uno en Gotán,un sucucho subterráneo que estaba en una transversal a Corrientes.
    El lugar era anarquista y se tomaban unos tintos de ensueño (pa mí que te dopaban) y podías quedarte hasta las 6 de la mañana.
    Una noche, vino la gente de "Morir en Madrid" y estuvimos berreando "Ay,Carmela" hasta que salió el sol, completamente en dope.

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  8. Hay que volver a los sótanos, al vino, a las trasnochadas y a los poetas, mi querido Norber (...aunque nos vaya la vida en eso)

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