NICOLA SHOW 71 (tiras 1 al 20, de 118)

Por esa cosa del coleccionismo generacional, suelo anclarme en la historieta cómica argentina de los ’60. También, claro, porque considero que en contraste con la paulatina decadencia de la década posterior, fue una época extraordinariamente prolífica en ediciones y calidad. Pero a veces, es bueno repasar algunas joyitas que se seguían produciendo en los ’70.

A raíz del último post sobre Torino, que justamente recoge trabajos suyos que llegan hasta los ’90, Eduardo rescataba con entusiasmo la última etapa de El Conventillo..., lo que me llevó a revertir la renuencia a subir episodios completos -tarea que están cumpliendo eficazmente otros blogs-, en pos de volcarme de lleno al análisis. Así le prometí escannear "Nicola Show 71", aparecido en el Nº 125 de la revista, en junio de 1971, e íntegramente dibujado por Torino.

El caso es que buscando -para no estropear el original- una reedición de la historieta, me encuentro con que ésta se encuentra redibujada. Pero contra toda suposición, para mejor! Don Héctor le agregó fondos a casi todas las viñetas, posiblemente porque había realizado la primera versión urgido por los plazos de publicación.

En cuanto al contenido, es prácticamente el mismo, salvando alguna actualización. Por ejemplo, mientras que en la tira 12, Don Nicola dice: “¡A mí dame un boen plato de macarrone y dale saludo a Julio Inglesias!”, en el original se hacía referencia a "Jorge Salcedo", famoso galán de la época. Hoy en día, el tano podría mencionar a “Ricardo Forti”...

Iniciando entonces este episodio de 118 tiras (no las 120 que se prometen erróneamente en el nro. 125), muestro la primera y segunda página del original, y continúo con la reedición (retitulada “Tele Show”), desde el principio.

La razón de incorporar estas páginas del original radica en que la primera y el cuadrito inicial de la segunda, fueron omitidos posteriormente. Pero además se puede apreciar, comparando la segunda página, la incorporación de fondos que mencioné, y que tienen que ver con detalles clásicos del conventillo.

Es como si Torino, pasada ya la nefasta etapa de Cielosur, volviera a reivindicar las medias colgadas de las sogas, los tachos de basura, las piletas y tablas de lavar la ropa, las maderas de las casillas, las macetas, los perros, gatos y ratones... toda esa pintura costumbrista que le habían criticado por excesiva y obsoleta.

Y si, a causa de eso, se había dejado tentar por la estética de los ’70 de EDQ, como se evidencia en la diagramación de portada y presentación del Nº 125, y con un Don Nicola play-boy a semejanza -grotesca- de Isidoro Cañones, acá va a contramarcha de Quinterno. Mientras que éste dejó que mutilaran los originales, Torino los mejora.