Me había reservado las páginas del Conventillo (VER) para saborearlas en las vacaciones de invierno. Me llevé más de una sorpresa... El vendedor las había anunciado como extraídas de "Leoplán", del año '40. O sea, reedición de lo publicado en "Aquí Está!". Si bien me pareció curioso que a tan poco tiempo de la tira original volviera a aparecer en otra revista, no dudé de su versión, ya que -de no ser así- iba en contra de sus propios intereses (no siendo originales, cotizaban menos).
Promediando la lectura, una mención en la historieta a "Aquí está!", me puso en alerta. Podría ser que se le escapara a Torino, y que no la hubiera adaptado, pero era raro.
He dicho ya que me fueron entregadas en folios. Su disposición era de a dos hojas por cada uno de ellos, o sea que la página de atrás de la tira quedaba oculta. Ya había echado un vistazo a algunas contracaras, dado que tuve que volver a acomodarlas, porque el orden no siempre era el correcto. No me habían llamado mayormente la atención. Correspondían a notas de interés general, propias de las revistas de la época, o a publicidades.
Noté, sí, que la forma de encuadernación primitiva había sido otra. Todas presentaban tres agujeritos en el encabezamiento, denotando haber estado cosidas, posiblemente.
Y muchas de las hojas tenían un pequeño reborde adicional al recorte, donde figuraban números secuenciales anotados a lápiz, que supuse eran el orden que les había impuesto el primigenio compilador.
Comprobé también que la página de Torino no se ubicaba siempre en el mismo lugar de la revista, lo cual daba diversidad a las contracaras (de lo contrario, podrían haber correspondido a una misma sección fija).
Me dispuse, entonces, a revisar más sistemáticamente esos reversos y en lo primero que reparé fue en las publicidades con cupones para recortar y enviar por correo.
Esto lo aprendí de las Andanzas y Correrías. Se estilaba anotar marginalmente en esos cupones una sigla que indicaba de que revista provenían. Así, por ejemplo, podía aparecer en un anuncio de Andanzas Nº 25, la leyenda "AND 25". Una suerte de marketing primitivo que le indicaba al avisador el éxito de su inversión, y lo orientaba acerca del medio gráfico en que debía seguir o no invirtiendo en publicidad.
A poco de revisar las contracaras de las páginas del Conventillo, apareció en un aviso de Escuelas Zier ("Las escuelas modernas, de más prestigio y fama en las Américas") lo buscado: "A.E.300". Lo cual, no podía querer decir otra cosa que "Aquí está! Nº 300". Encima, "300" era también el número anotado marginalmente a lápiz.
No obstante la evidencia, mi obsesividad me llevó a corroborarlo en otras publicidades, y en sus correspondientes anotaciones. No me alcanzaba con eso, sin embargo. En algún lugar tendría que aparecer la mención a la revista, con todas sus letras. Finalmente, muy avanzada la requisa, me topé con una sección de comentarios radiales firmada nada menos que por Héctor Bates, el legendario actor de radioteatros. Su título: "Transmite AQUI ESTA!".
Ahora, quedaba por determinar la fecha. En una crónica cinematográfica apareció la mención al año 1939.
La data de mis páginas quedaba así casi completa: 73 episodios del Conventillo, publicados entre el número 299 y el 384 (la diferencia en cantidad radica en que hay algunos saltos de continuidad), en la revista "AQUI ESTA!". Me faltaría determinar las fechas exactas, lo cual podría hacerse con un cálculo, a partir de un solo dato, teniendo en cuenta que la publicación era semanal. Pero mi meticulosidad de coleccionista ha quedado ampliamente satisfecha con los hallazgos referidos. Sumado esto a la sorpresa de la valorización adicional de lo adquirido. Posiblemente la confusión del vendedor provenga de que "Leoplán" era otra revista de la misma editorial, Sopena, que no sólo se dedicaba a este tipo de publicaciones, sino también a la gran literatura.
Pero el real valor, sin duda, radica en la historieta en sí.
Muchas veces el amigo Carballo me ha dicho: "Lo mejor de Torino hay que buscarlo en "Aquí está!". Es rigurosamente cierto.
A lo largo de estas páginas se suceden dibujos increíblemente elaborados, con un estilo personalísimo, e historias muy imaginativas, con una mezcla de costumbrismo y delirio absolutamente infrecuentes para la época. No me cabe duda que el gran Battaglia ha abrevado en esta fuente. Un pequeño ejemplo: el loro Pascualito frena la prepotencia de un comisario, dándose ínfulas con una falsa llamada telefónica al presidente Ortiz.
Don Nicola, en estos episodios, pasa por: aventuras en un circo, en el castillo de un inventor loco (que resulta ser el padre de los sabios Turbina y Lamparita), el hallazgo de un tesoro en los sótanos del conventillo, la vida de potentado que se da con él, un viaje a Africa en busca de los profesores, el encuentro con un falso científico que transfiere a humanos características de animales, la vuelta a la Boca y la destrucción del conventillo por un incendio... Pavada de historietas. En el medio hay algunas páginas de gags independientes, como el del "yettatore", que aquí reproduzco. En el remate se puede advertir la modernidad del recurso metahistorietístico.
Mención aparte merece el extenso episodio del hallazgo del tesoro, dejado por antiguos contrabandistas en el sótano del conventillo. Si bien Don Nicola y el enano Sansón son quienes lo descubren, es disputado por un inquilino turco. La desopilante lucha entre tano y otomano, me remite nuevamente (ya hablé de esto en otro post sobre Torino) al "Mustafá", de Discépolo, estrenado a principios del '20. No descarto que el creador de Don Nicola conociera y admirara la obra de don Armando.
Un dato interesante en el lenguaje -a más del divertido cocoliche del protagonista y la jerga de otros inmigrantes- son las muletillas que acompañan a distintos personajes, y le dan fuerza a la caracterización: "Ejem!...hip" (el sabio loco y su mascota el loro, que la repite); "No faltaba más! sssssss!" (el comisario, al que el loro también parodia). Y los extraños juegos de palabras entre el enano Sansón y los profesores: "Pues si pretende que el enanito deje de ser lo que es, seremos nosotros quienes evitaremos lo que él pretende hacer con quien no quiso ser menos de lo que fue". Es posible que estos intríngulis hagan referencia a alguna frase popular, perdida en el tiempo.
Un momento histórico de la tira!: los hermanos profesores aún no tenían, en esta etapa, los nombres de Turbina y Lamparita. Es más, el último no portaba una lámpara en la cabeza, sino un gorro. Es el sabio loco, quien se descubre padre de ambos, quien la lleva y posteriormente su hijo la adopta.
Es una verdadera lástima que en la época en que surgió Torino no se valorizara a la historieta, sobre todo cuando hoy en día, cualquier bazofia del género es considerada arte por muchos imbéciles. Así, lo mejor de la producción de don Héctor apareció muy temprano, en su juventud, donde supongo poseería un gran entusiasmo por su creación. Después, no ayudado por el medio, apenas si la sostuvo. Y si bien Quinterno cuidó mas a sus personajes, no es menos cierto que la gran etapa del indio fue la de los comienzos .Y para finalizar, me pongo reiterativo con las quejas: es un verdadero crimen que los responsables de la Biblioteca Clarín de la Historieta hayan dejado pasar la oportunidad de reeditar este gran clásico argentino del género, prefiriendo en cambio ocuparse de Stan Lee.
Lo que compraste fue SUCIAS REEDICIONES que no sirven para nada... que mal negocio.
ResponderBorrarsí, che? por qué no me asesorás vos para la próxima?
ResponderBorrarPorque sos una persona muy desagradable y nunca me caiste bien, hiciste mucho kilombo en el grupo con el fin de divertirte a costa de los demas.
ResponderBorrarah, entonces no me vas a asesorar??? cuanto lo lamento...
ResponderBorrarNO DES BOLA MIGUEL, DEBE SER UN ENVIDIOSO, FUE NEGOCION LAS PAGINAS, YO LAS HUBIERA COMPRADO SIN DUDARLO. SALUDOS
ResponderBorrarvos sabés mejor que nadie que yo me cago de risa con estos comentarios... che, me entusiasmé escanneando el conventillo, pero te prometo que el fin de semana termino upa y la bruja
ResponderBorrarESAAA
ResponderBorrarCHE ESTE FIN DE SEMANA LAS ESPERO!!
VAS A IR A LA REUNION? A COMER ASAO O A MERENDAR??
cómo??? no es el sábado 18 la reunión???
ResponderBorrarSi bolu, pero era una pregunta aparte...
ResponderBorrarEl 18 vas a comer asao o solo merienda?
asao a las 12 o merienda a las 15 hs
saludos!!
expresáte bien, entonces!!!
ResponderBorrara quién se le ocurre comer un asado a las 12, y merendar 3 horas después???
yo desayuno a las 12, almuerzo a las tres de la tarde, mi merienda es a las 8 y mi cena es a las 12 de la noche
no me coincide ningún horario!!!
a las 12 tenemos que estar, comemos a las 3 de la mañana, gil, si no coincide ningun horario con TUS HORARIOS de aragan NO VENGAS! (pero mandame la de upa y la bruja)
ResponderBorrarDebe trabajar el hombre
ResponderBorrarpara ganarse su pan
pues la miseria en su afán
de perseguir de mil modos
llama a la puerta de todos
y entra en la del HARAGÁN
che vago, no seas rata el asado no va a costar mucho, venite al mediodia!!
ResponderBorrarexcusas de fin de semana largo!!!
en realidad, sospecho que los ratas van a ser uds. y que van a comprar la carne en el súper
ResponderBorraryo sólo como asado de carnicería "Jorge"
(los platenses sabrán de qué hablo)
GRANDE MIGUELITO, ESTAS HECHO UN ESPECIALISTA EN TORINO...SALUDOS HERMANO
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