SOBRE ESTE BLOG...

Vas a encontrar, básicamente, data sobre historieta cómica argentina clásica. Además, bastante de bande dessinée. Algunas reflexiones sobre el lenguaje historietístico, muchas polémicas y miles de imágenes, la mayoría de mis propios archivos. La forma más fácil de ubicar un material o autor es ir a "Etiquetas", revisar y hacer click en la pertinente. También podés escribir una palabra clave en "Buscar en este blog". Tenés mi contacto, encima, acá al lado → → →→ → →→ Suelo responder mails si la consulta es muy específica. En cuanto a enlaces que ya no funcan, lo siento, llegaste tarde. Podés tomar lo que quieras, en tanto cites la procedencia. Si no citás, y te ubico, te escracho públicamente, como he hecho en varias oportunidades. Enjoy

sábado, noviembre 29, 2008

EL QUE BUSCA, ENCUENTRA... (2)

El amigo Carlos, en la entrada anterior, me comenta que no encontró nada en su último viaje a Salta. Se refiere a historietas, claro, porque se volvió con una novela de Filloy, pavada de hallazgo. Yo por ejemplo, anduve en busca de algún libro de poemas de Juan Carlos Dávalos y regresé con las manos vacías en ese aspecto, así que no se puede quejar.
Pero en cuanto a historietas... Lo primero que se debe hacer al llegar a una ciudad, es preguntarle al taxista o a quien nos lleve desde el aeropuerto o terminal hasta el hotel, si conoce casas de canje de revistas. Así, en estos términos. Fuera del ambiente tilingo de Capital Federal no funciona comiquería o librería de viejo. Alternativamente se puede averiguar por mercado de pulgas, no ferias. Si lo del conductor fracasa, hay que recurrir al conserje del hotel. Y si aún así no consiguiéramos nada, salir a la calle y preguntar al primer viejo con pinta de lugareño que encontremos (jamás a un joven, son ignorantes de todo, no saben siquiera que es una revista!).
Importante: salir de mañana bien temprano. En las provincias todo el mundo duerme la siesta y la tarde es corta, sobre todo si uno tiene que hacer función, como es mi caso. Ni hablar de los sábados, donde lo único que se puede encontrar abierto a partir de las cinco son odiosos locales para odiosos turistas.
Cualquier dato es bueno. Lo más probable es que lleguemos al lugar indicado y algún comerciante vecino nos diga que cerró hace veinte años. No hay que descorazonarse. A ese mismo comerciante hay que preguntarle si sabe donde se pudo haber trasladado o si conoce otra casa de ese tipo. Y partir nuevamente, con una información incierta que en algún momento dará sus frutos.
Otro problema es la forma de dar indicaciones de los provincianos. Resulta siempre vaga, aproximada. "Dos cuadras" pueden querer decir cinco, y "en la esquina", justo en la mitad de la cuadra. Se soluciona tratando que, si no suministran la calle (indispensable: mapita traído desde el hotel), den al menos nombre del local o de su dueño, o cualquier tipo de descripción. Hay que insistir, a riesgo de resultar hinchapelotas. Esa información será vital a la hora del sistema de postas descripto.
Por supuesto que al cabo de una mañana habremos trajinado unas cien cuadras, si uno anda a pie. Pero sirve como ejercicio, como forma de conocer lugares apartados del circuito turístico, y además se llega al almuerzo con el desayuno continental bien digerido y con el estómago dispuesto a almacenar platos típicos y buenos tintos locales, que son los mejores recuerdos para llevarse.
Si se encontró algo, no hay que darse por satisfecho. Puede haber más. Aparte de consultar al dueño del local, un recurso útil es revisar en las revistas conseguidas, o en cualquiera que esté en los estantes, si aparece algún sello de otra casa. Los sellos son una información vital para el coleccionista. Muchos pelotudos puristas desdeñan los ejemplares con sellos. Gracias a ellos he conseguido gangas increíbles. Mientras todos creían que el kiosco de Alberdi no funcionaba más, y apartaban con asco cualquier revista donde estuviera estampada su dirección, yo me apersoné hasta allí y lo encontré más lozano que nunca. Durante años, hasta su cierre definitivo, periódicamente volvía de la excursión con joyitas a precios irrisorios. Lo mismo hacían los puesteros de Parque Rivadavia, que revendían a coleccionistas no tan exigentes lo que compraban allí, a veinte veces del valor que habían pagado, con el único valor agregado de una bolsita de celofán (...ojo! el celofán no es adecuado pa' la revista vieja, a pesar de lo que digan los giles!).
Y si el sello corresponde a un local de otra ciudad, se debe tomar nota igual. Uno nunca sabe donde lo va a conducir la suerte.
Respecto a los precios, como ya dije, son escasísimos los casos en que pueden llegar a estar internetizados. Y aún cuando lo estuvieran, rápidamente se puede hacer volver a la realidad al comerciante. Porque si las revistas siguen estando en los estantes, habiéndolas publicado en Te Bajo el Martillo o Feria Franca, los clientes locales se le cagan de risa de los precios.
Los coleccionistas -bastante estúpidos, en general, no me canso de repetirlo- si consiguen un ejemplar de Correrías de Patoruzito Nº 20 a dos pesos en Purmamarca, salen corriendo del local, abrazados a él, por miedo a que quien se los vendió se avive. No entienden que esto es una cuestión de oferta y demanda. En Purmamarca tiene ese valor, no otro, y el comerciante está feliz de haberse sacado de encima ese clavo.
Por otra parte, el 80% de los precios que se publican en internet son literalmente virtuales: nadie los paga. O los paga solamente algún boludo enfermo, lo que sirve para fijar un techo que nunca más se va a volver a tocar.
En fin... esta segunda entrega tenía por objeto hablar de las otras revistas que conseguí en Salta, pero ya me extendí demasiado por las ramas. Quedará para otra oportunidad.
Seguramente, algunos me agradecerán los consejos. Y los otros, los que me putean y me llaman rata, serán como siempre los primeros en tomarlos...

viernes, noviembre 28, 2008

LA COLECCION DE DAO: ANDANZAS Nº 18

Las Grandes Andanzas de Patoruzú e Isidoro Nº 18
Junio de 1958
"El Gran Duque de la Mancha"
Serie completa de 183 episodios
Total: 92 páginas

(para mas información ver)

jueves, noviembre 27, 2008

EXHORTACION A UN CURA DESCONOCIDO

La distinguida Parroquia San Nicolás De Bari se encuentra emplazada en Av. Santa Fe 1364. Allí hay un cura que estudió psicología en la Universidad del Salvador. No tengo de él más datos que ésos, a más que es confesor de Walter Quinterno. Todos los días, el hijo del creador de Patoruzú, recorre la cuadra que lo separa de la Editorial Universo para arrodillarse ante el sacerdote y contarle sus pecados. Sólo allí y a él, porque un Quinterno no se confiesa en cualquier lado ni con cualquiera.
A ese cura ignoto le pido que le diga a Walter que el peor sacrilegio que puede cometer es no reeditar la obra de su padre como se merece.
Tomás Violi, quizá interesado por mis dichos (ver) acerca de los fondos extraordinarios -e infrecuentes en Patoruzú- de "El Gran Duque de La Mancha", me pidió que la escanneara. Le contesté que no lo iba a hacer desde mi ejemplar de Andanzas, ya que se mortificaría mucho con los dobleces. Pero recordé que guardaba una copia de antes de conseguir el original. La revisé y considerándola pasable, la subí a La Colección de Dao.
De todos modos, aclaro que este archivo no le hace justicia en absoluto. Algunas páginas del original del que fue tomado estaban rotas, y el escanneado lo hice medio a los apurones. Quizá alguien se cope y quiera mejorarlo con el Photoshop, enderezando y aclarando imágenes.
Pero no todos los defectos son atribuíbles al ejemplar, la copia o el escanneo.
"El Gran Duque..." se publicó originariamente en el diario El Mundo, en forma de tiras diarias, entre diciembre de 1938 y marzo de 1939. En agosto del '39 se comenzó a republicar en la revista Patoruzú semanal, a razón de 6 páginas por número, pero quedó inconclusa. Finalmente, se recopiló -casi- completa en el Nº 18, de Junio de 1958, de Las Grandes Andanzas de Patoruzú e Isidoro, donde aparece por primera vez con el título con que se la reconoce. Dicha reedición en Andanzas tampoco es del todo feliz. Como se verá por la numeración de las tiras, faltan varias. Se eliminaron, sobre todo, gags sueltos del inicio de la historia, a fin de encajarla en el número de páginas. La imagen que acompaña esta nota pertenece al Nº 107 del semanario, del 02/10/39. Su formato, bastante más grande que el de Andanzas, junto a aguadas y sepias (que desaparecen en la citada revista), es el único que da cuenta de la real dimensión de este capolavoro de Quinterno.

Es por lo tanto imperdonable que no se reedite en forma definitiva, tal y como la imaginó su creador, o sea desde las planchas originales que están guardadas en una caja fuerte de la Editorial Universo (...espero que sigan estando allí). Lo mismo vale para otras firmadas por el Viejo, como "Joyas y Piratas", "Upa y el Misterio de la Gruta", "Jonás y la Ballena", "El Misterio del Ojo de Vidrio", "Cementerio de Elefantes", "Garfio el Pirata", "Chacho el Terrible", "El Aguila de Oro" o "Discípulo del Diablo". Se me podrá objetar que los dos últimos títulos fueron rescatados por la Biblioteca Clarín de la Historieta... No, yo hablo de reediciones en serio. En formato original -insisto- y con la calidad de impresión y de papel que merecen. Nada en lo que esté metido el chapucero ignorante de Dieguito Accorsi puede producir semejantes resultados.
Por eso, cura o monseñor, lo que sea... amenácelo al Walter con el Infierno, a ver si reacciona.
Mientras esperamos que este mensaje llegue al dignatario de Dios (...o a Dios mismo, vaya a saber si no lee este blog) pueden entretenerse en La Colección de Dao (...apenas el Purgatorio).

HISTORIETAS PERDIDAS



Grillito fue una publicación infantil, con algún material escolar, aparecida en mitad de los '60. Intentó competir con Anteojito, a la que imitaba en gráfica. Debe haber durado poco tiempo, calculo. Allí aparecieron buenas historietas, sin embargo. Rescato dos de ellas: Tapapuse, de Oesterheld / Durañona y El Valle del Sol, con textos del comisario Zappietro y dibujos de Carlos Chingolo Casalla.

INVIERNO EN DISNEYLANDIA

Nº 160 - 1964 - NUMERO ESPECIAL DE 84 PAGINAS -
ESTADO REGULAR
(Detalles: tapa y primer y última hoja desprendidas)

miércoles, noviembre 26, 2008

TESORO DE CUENTOS CLASICOS

Nº 99 - NOVIEMBRE 1965 - BUEN ESTADO
(Detalles: Escrituras y dobleces en tapa)

RED RYDER

Nº 164 -OCTUBRE 1967 - BUEN ESTADO
(Detalles: escritura en tapa, scotch en lomo)

ROY ROGERS

Nº 161 - ENERO 1966 - BUEN ESTADO
(Detalle: escritura en tapa)

REVISTA- LIBRO DE HISTORIETAS

FURIA Nº 10 - OCTUBRE 1965 - MUY BUEN ESTADO

ARCHIE EN INGLES

Nº 445 - MARZO 1996 - MUY BUEN ESTADO

OMAC - JACK KIRBY

VOL. 2 - Nº 8 -DICIEMBRE 1975 -
EN INGLES- MUY BUEN ESTADO

lunes, noviembre 24, 2008

REVISTA INFANTIL

"GRILLITO" Nº 6 - 14 DE JUNIO 1966 - MUY BUEN ESTADO

SATIRICON

Nº 14 -ENERO 1974 - MUY BUEN ESTADO

HUGO PRATT

"AL OESTE DEL EDEN"
LIBRO TAPA SEMIDURA
54 PAGINAS COLOR
MUY BUEN ESTADO

SKORPIO

Nº 67 - MUY BUEN ESTADO - DETALLE: marca de doblez en tapa
Nº 203 - MUY BUEN ESTADO
Nº 223 - MUY BUEN ESTADO
Nº 232 - MUY BUEN ESTADO

EL HUINCA Nº 1

2 EJEMPLARES, MUY BUEN ESTADO Detalles: Precio en tapa, sello en primer hoja.
Detalle: precio borroneado en tapa

EL QUE BUSCA, ENCUENTRA...

Entre otras maravillas de la historieta del pasado, mi recorrida por casas de canje en Salta (ampliaremos) me deparó esta joyita: Tit-Bits Nº 1838, del 18-07-44, con portada de Alberto Breccia. Precio? El que figura en la tapa, menos un descuento que conseguí por cantidad...

viernes, noviembre 21, 2008

QUE HACEN LAS AUTORIDADES DE BERISSO, EH???

Ví por ahí algún blogger indignado por el estado de una placita dedicada a un personaje de historieta. En un país donde cientos de miles de personas conviven cotidianamente con la mierda, no cabe duda que es una indignación bastante pelotuda. Pero también hay que reconocer que resulta pintoresca. Por eso hoy, cuando partí hacia la Oficina de Mandamientos y Notificaciones de Berisso, me acordé de agarrar la camarita para dar testimonio gráfico del deterioro del mural que se encuentra justo al lado. Es una ochava que debe haber sido pintada hace varios años, y que lleva la leyenda: "Homenaje a la Historieta Argentina - Cultura - Municipalidad de Berisso", presentada por Lúpin. Están además Pochita Morfoni, Langostino, Fúlmine, El Dr. Merengue, Piantadino, Purapinta, Mafalda y Felipe, Isidorito, Al-Feñique, Pi-Pío, Ocalito y Tumbita, El Mono Relojero, La Hormiga Viajera, Isidoro, Patoruzú y Patoruzito. Junto a Pi-pío hay un personaje que no reconozco, salvo que no sea un personaje y esté al solo efecto que el pollito le lustre los zapatos (?!). El criterio de selección (como todo criterio de selección) resulta objetable. Salta a la vista que el muralista -probablemente de mi generación- es hincha de Guerrero. No se entiende la presencia de Vigil duplicado, mientras que a Mazzone solo le dedica una figura y ninguna a Torino. Aunque algunos dibujos aislados aparecen logrados, no se ha esmerado mucho con dimensiones y perspectivas. Daría la impresión que cuando llegó al final, ya estaba cansado o no le habían pagado. Pero en fin... lo que vale es la intención. Así que, sumándome a la campaña de santas indignaciones pelotudas, conmino al intendente de Berisso a restaurar el mural de inmediato!!! De lo contrario desde este blog le armo una manifestación frente a su propio despacho!!!





Hay más informaciones para este boletín... Gugleando, encontré que el autor del mural -bastante más joven que lo que suponía- es CRISTIAN JAVIER DEL VITTO, y que lo realizó hace ya una década. También me enteré que tiene obras muy buenas, que lo redimen de ésta (ver). El emplazamiento exacto, para quienes quieran visitarlo antes que termine de borrarse, es Montevideo y 7, Berisso.

miércoles, noviembre 19, 2008

CHARLA DE SUSANA MUZIO (última parte)

Asociando con la obsesión de Quinterno por construir un personaje representativo de lo nacional, Susana Muzio derivó la charla hacia una línea de historietistas que -en este sentido- fueron sus continuadores. Así rescató, entre otras, dos tiras del diario Clarín: Teodoro y Cía., de Viuti y El Loco Chávez, de Trillo y Altuna. Curiosamente, ambos personajes tenían una base de operaciones similar. Teodoro era cadete de una oficina, y el Loco comenzaba sus aventuras casi invariablemente desde la redacción del diario en que trabajaba como periodista. Podría emparentarse esto a dos creaciones que durante décadas aparecieron en la revista Patoruzú: Don Fierro, del propio Quinterno y Mordancio, Jefe y Mártir (o Motín a Bordo), de Battaglia. Así, la oficina, desde diferentes ópticas, surge como una constante, apuntando a un vasto sector de clase media que reconocía en esas historietas personajes y situaciones de su entorno. El mismo espectro social es reflejado, desde el punto de vista de la familia, por Mafalda. Y hoy en día, en una sociedad pauperizada, La Nelly viene a contar las peripecias de la clase media baja. Fuera de lo urbano, el gran exponente de historieta popular fue Inodoro Pereyra. La inicial sátira a la épica gauchesca podía haber tenido vuelo corto, si Fontanarrosa no hubiera conectado rápidamente con cuestiones que les eran cercanas a las gentes de provincia. Como se ve, poco importa para la llegada al público que el tratamiento sea de comedia con atisbos realistas o absolutamente disparatado, en tanto el planteo básico contenga elementos identificatorios con aquél. Por otra parte, el éxito de El Eternauta radica, a mi entender, no tanto en la potencia fantástica y alegórica de su fábula, sino en que la misma arranca y se desarrolla en un entorno y con personajes absolutamente reconocibles. Otro ejemplo de popularidad en la historieta es Clemente, que siendo un bicho inclasificable y habiendo a menudo transitado por los terrenos del absurdo poético, posee una idiosincrasia profundamente argentina.
No se me escapa que casi todos los personajes citados son de Clarín. Cabría entonces la pregunta si su popularidad no proviene del medio en que fueron publicados. Por supuesto que influye. Pero independientemente del juicio que merezca el diario de la viuda, no cabe duda que tiene por objetivo primario la llegada masiva. Ergo, la elección de todos sus componentes, incluidas las tiras cómicas, apunta a ello.
Llegados a esta instancia, y como reflexión final derivada de la charla de Muzio, cabría pensar que los lamentos por la pérdida de popularidad de la historieta, tienen algo de infundados. En los diarios, sigue incólume. En los kioscos, las revistas de Mazzone, Quinterno, o Torino, son suplantados por los libritos de
Gaturro,
Mafalda,
Clemente
o Macanudo. Son menos títulos, es cierto, y en la línea exclusiva de la tira cómica. Por otra parte, la continuidad de revistas humorísticas del tipo de Patoruzú, Rico Tipo, Satiricón, Humor, se ha quebrado. Quizá el único exponente actual sea Barcelona, pero muy lejana a la tirada de aquéllas. Y la historieta “seria” se limita a la Fierro, que también es para un público muy restringido. Por último, el camino para reflotar el consumo de la historieta de aventura no puede ser nunca el de Columba o Récord, que propone Magma. El tiempo no transcurre en vano. Dejo de lado el material historietístico nacional que se puede hallar en librerías o comiquerías porque -vale aclararlo para algún despistado- el tema de Muzio y de este post pasa por el consumo popular del género.
Entonces, la ecuación correctamente planteada sería: un tipo de historieta continúa teniendo enorme repercusión y otro ha perdido mucho terreno. Los que permanecen en el candelero son, sin duda, los que siguen usando la brújula que tenía Quinterno para dirigir sus creaciones. Dicho más claramente, los que todavía siguen apostando a comunicarse con su público, a buscar puntos de contacto con él. Tanto sea desde lenguajes bastardos y demagógicos, como los de Nik, o extrañados, como los que utiliza Liniers. Ahora, los que se han convencido de que la historieta es un arte y se miran el ombligo, los que creen que los modelos del género deben buscarse en el mongo o en los superhéroes, los que se quedaron en el tiempo... tienen todo el derecho a hacerlo. Pero no pueden quejarse de su falta de popularidad. Bánquensela, m’hijos. Calavera no chilla.

lunes, noviembre 17, 2008

LAS PAVADAS DE ACCORSI SOBRE PATORUZU

"Un señorito de la clase alta porteña que dibujaba muy bien, cosas muy divertidas para gente como uno, que se codeaba con la high society y con los extranjeros que venían a ver la ciudad más europea de América, tenía la idea fija con un personaje que creía lo haría famoso: el típico porteño piola, parte para mofarse de los advenedizos trepadores de la clase media, parte para deschavar los secretos de sus compañeros de juerga (timba, burros, pero no minas porque ya es zarparse). Así, con ayuda de sus amigos cajetillas en altos puestos, como Muzio Sáenz Peña (amoroso), un Dante Quinterno muy jovencito comenzó a publicar su personaje en la tira Aventuras de Don Gil Contento en el matutino Crítica, el diario de Natalio Botana que contribuyó al golpe de estado contra ese populachero de Hipólito Yrigoyen. Pero Gilito no era popular en ninguna de las dos acepciones; ni era para el pueblo, ni era famoso, precisamente por lo antedicho."
Así comienza Diego Accorsi su crónica sobre Patoruzú, en el último número de Comiqueando. O sea que arranca -como es característico en el cronista- estúpidamente. Porque de entrada introduce como hipótesis dos falacias fácilmente refutables: a) El Pibe Quinterno, ayudante del Mono Taborda, en Crítica, no pertenecía a la high society VER ; b) Gilito no constituía una obsesión particular de Quinterno; era apenas una expresión más de la línea de la tira cómica costumbrista, predominante en los ’20 y gran parte de los ’30, donde se ponía en crisis una supuesta identidad nacional, marcada por las clases altas; lo atestiguan desde Sarrasqueta hasta Maneco, los cuales -al igual que Gilito- fueron inmensamente populares.
El artículo continúa y finaliza de la misma manera en que comenzó (es decir -reitero-, estúpidamente, como resulta característico en el cronista
VER). Está escrito pour épater al patoruzófilo. Y es posible que lo logre, con los que son tan ignorantes como Accorsi. Lo que hace Dieguito en Comiqueando es exponer conceptos que han sido ampliamente desarrollados décadas atrás por brillantes intelectuales como Oscar Steimberg. Pero el menor de los Accorsi -el mayor es digno jefe de redacción de la revista- los repite como si se le hubieran ocurrido a él. Claro que burdamente, sin ningún respeto por la exactitud y profundidad que alcanzó esta corriente crítica a las creaciones de Quinterno. Y como frutilla del postre, en un recuadrito, reitera por milésima vez las supuestas similitudes del indio con Astérix. Eso sí: la gráfica que acompaña la nota es excelente.

lunes, noviembre 10, 2008

CASAS DE CANJE

Vas al Club del Cómic, te fijás en Feria Franca o en Te Bajo el Martillo y cualquier mexicana pedorra de los ’60 no te cuesta menos de veinticinco mangos. Yo no las compro ni en pedo. Pero con esto de la gira, ando buscando por los lugares que voy, casas de canje. En Pcia. subsisten algunas, y es posible aún conseguir ciertas ganguitas, dado que no se encuentran internetizadas. Entre otras cosas, el recorrido por las ciudades de Santa Fe, Rafaela, Esperanza y Rosario, me deparó a precios irrisorios:
- "Invierno en Disneylandia" (o sea el suple de invierno de la revista), del
año 64;
- “Roy Rogers”, del ’66;
- “Tesoro de Cuentos Clásicos”, del ’65.




Y de
industria nacional:
- “Oxido de Fierro” Nº 1
- “Tiras de Cuero” Nº 2
- “Las Travesías de Fitito” Nº 1
- “El Show de Yerri Luis” Nº 1
Las dos últimas las compré en función de la curiosidad que me despertaron algunos comentarios en el post donde las denigraba
(ver). Hay que reconocer que el dibujo de Menkenn en Fitito es muy bueno.