SOBRE ESTE BLOG...

Vas a encontrar, básicamente, data sobre historieta cómica argentina clásica. Además, bastante de bande dessinée. Algunas reflexiones sobre el lenguaje historietístico, muchas polémicas y miles de imágenes, la mayoría de mis propios archivos. La forma más fácil de ubicar un material o autor es ir a "Etiquetas", revisar y hacer click en la pertinente. También podés escribir una palabra clave en "Buscar en este blog". Tenés mi contacto, encima, acá al lado → → →→ → →→ Suelo responder mails si la consulta es muy específica. En cuanto a enlaces que ya no funcan, lo siento, llegaste tarde. Podés tomar lo que quieras, en tanto cites la procedencia. Si no citás, y te ubico, te escracho públicamente, como he hecho en varias oportunidades. Enjoy

miércoles, diciembre 19, 2007

SALUDOS FINDEAÑEROS

Para todos los amigos que supieron entender de que trata este blog...
Mis sinceros deseos que en el 2008 la suerte se les multiplique setenta veces siete...

...Y para los que no se enteraron, ni se enterarán nunca, igual va un augurio:

Que este buen señor, los acompañe todo el año!!!

NUEVOS REMATES EN FERIA FRANCA!!!

En este fin de año, los coleccionistas del indio están de parabienes.

A la extraordinaria subasta de la acuarela de Patoruzito, se suman ahora dos ANTIGUOS PLATITOS DE PERSONAJES DE PATORUZU!!!
Al primero (VER) no lo identifico entre las creaciones de Quinterno, pero yo sé poco de estas cosas...
El segundo (VER) es Upa, antes de hacerse cirugía de nariz, lo que denota su antiguedad. Arrancan ambos en $ 50. Apúrense a ofertar!!!

martes, diciembre 18, 2007

INFINITAS GRACIAS POR LOS ELOGIOS VERTIDOS HACIA MI PERSONA!!!

Se vienen las fiestas, todo es amor y paz...
Se me ocurrió, entonces, como corolario de un año muy movido en este blog, hacer una pequeña antología de las frases laudatorias recibidas últimamente, a través de los comentarios efectuados en distintas notas, por mis queridos amigos -o uno solo, andá a saber- robinjudianos.
Aquí van (en estricto sic):
-SE NOTA A LA DISTANCIA QUE SOS UN ANALFABETO
-SEGUI CON ESAS REVISTAS FRANCESAS PARA NIÑOS QUE ESO ES LO UNICO QUE TE REGISTRA TU PEQUEÑA CABEZA ENFERMA
-SOS UN IMBECIL, EN TU CARA SE VE EL FRACASO, FRUSTRADO DE CUARTA
-TE CONVERTISTE EN UN VIEJO DE MIERDA, SIN DUDAS.-TU IGNORANCIA FLUYE EN TUS NOTAS (O INTENTO DE NOTAS)-LO PEOR QUE PUEDE HACER UN IGNORANTE ES COPIAR Y MODIFICAR NOTAS ESCRITAS HACE 30 AÑOS. CREA Y DEJA DE COPIAR!!
- R = ROBIN WOOD (BOLUDO)
-ADEMAS SOS TAN ESTUPIDO QUE PREGUNTAS DESPUES DE ARMAR VARIOS POST CONTRA EL GRUPO Y SUS ESCRITOS.TE DEJAS LLEVAR POR TUS IMPULSOS PSICOPATAS Y TERMINAS DEMOSTRANDO LO IGNORANTE Y ENFERMO QUE SOS.LA VERDAD QUE ME DIVIERTO MUCHO CONTIGO Y TUS INFANTILES POST.
-MONOLOGO PERFECTO PARA TU MENTE ENFERMA, YA ME HABIAN COMENTADO QUE TENIAS ESTE TIPO DE TRAUMAS.
-DAO JAMAS RECONOCE SU IGNORANCIA, TE CORTA EL ROSTRO TRATANDOTE DE EQUIVOCADO. NO LE GUSTA PERDER.
-YO CREO QUE NI EL CREE LO QUE DICE, ES UN AUTENTICO MITOMANO.
-ES MUY CAGON PARA SER LIDER DE ALGO, EN LOS 70º MUY CALLADITO SE LO VEIA
-MAS QUE A UNO DE MAZZONE SE PARECE AL PSICOPATA DE BOB PATIÑO! ADEMAS DE ZURDO A LA FUERZA...
-HEY MEDIOCRE, ENVIDIA ES LO QUE TENES , MASTURBATE CON TUS REVISTITAS DE ASTERIX, QUIEN MIERDA SOS NADIE, TE CONOCE.QUE MIERDA TIENE QUE VER COLUMBA CON LA DICTADURA DESCEREBRADO. ERA SOLO DIVERSION, HASTA OESTEHELD TRABAJO AHI.
- SABES QUE SOS UN FRUSTRADO. HUBIERAS DADO CUALQUIER COSA POR TRABAJAR EN COLUMBA, SEGURO SOS UNO DE ESOS QUE FUE Y LO REVOTARON. QUEDASTE HERIDO??? POBRECITOOOO...
-REBOTARON QUICE DECIR.
-SACA EL NIPPUR DE TU PAGINA DE INICIO TARADO. ES UN INSULTO. MEDIOCRE.
-SOS EL CAPO DE LOS BOLUDOS
- EN GENERAL VEO QUE SOS UN TIRA BOMBAS. NO SABES NADA DE NADA .TU UNIVERSIDAD ES LA DE LOS PELOTUDOS, QUE SE CREEN QUE UN TITULO LES DA AUTORIDAD PARA HABLAR DE CUALQUIER COSA.
-SACA EL NIPPURRR PUTOOOOO!!!! CARA DE BOSTAAA!!! AGUANTE COLUMBAAAAAAAAAAA!!!!
-TENTATE CON MI VERGA PELOTUDO. SOS NADA, SABES QUE SEGUIRAS SIENDO NADA. EL PEOR DIBUJANTE, EL PEOR GUIONISTA DE COLUMBA ES UN SUPERDOTADO AL LADO TUYO. HAY UNA PALABRA QUE TE DESCRIBE, FRUSTRADO. SABES QUE ES ASI, TE DAS CUENTA CUANDO TE MIRAS AL ESPEJO. ES TU CASTIGO HASTA EL FINAL DE TUS DIAS, VER LA CARA DE UN FRUSTRADO. PELOTUDO. AHORA YO NO VOY A GASTAR MAS PALABRAS EN VOS. PELOTUDO. ALGUNA VEZ TE VOY A ENCONTRAR.
-RATA APESTOSA MISERABLE
Bien, mi/s querido/s amigo/s... Agradezco infinitamente vuestras constantes visitas a este blog, y los innumerables elogios prodigados.
Mis afectuosos saludos al maestro Robin Wood, a don Ramón Columba y a Rolkiem, que tanto han hecho por vuestra formación cultural.
Y que el 2008 les depare el doble de lo que me desean!!!

CRONICA DE UN HALLAZGO (...otra del querido Torino)

Uno tiene décadas de coleccionista y sabe que muchas cosas se pueden dejar pasar, porque en algún momento vuelven a aparecer en condiciones más ventajosas. Pero hay oportunidades realmente únicas. Tanto sea por precio como por rareza del material. Claro que ambas condiciones excepcionalmente se dan juntas.
Para confirmar la regla, hace poco más de una semana, veo este anuncio en Feria Franca: “ESPECTACULAR DON NICOLA Nº 1”.
No fue la leyenda lo que me llamó la atención, ya que abundan actualmente los mercaderes que ofrecen, como si fuera oro en polvo, las recopilaciones tituladas “Suplemento de las Grandes Aventuras de Don Nicola”, numeradas del 1 al 24, realizadas en los ’90, y que en general recogen la etapa decadente de los ’70.
En el caso, la foto de una revista tabloide, como las primeras de “La barra de Pascualín”, con inconfundible tapa de Torino, y en donde se leía: “Las aventuras de Don Nicola”, me indicó a las claras que estaba frente a algo desconocido y realmente grande. Las dos fotos siguientes daban cuenta de un recorte de tercera página (“Año 1 Nº 1”) y del comienzo del primer episodio, con ese verde azulado característico de la última época de “Aquí Está”, donde don Héctor publicó “Conventillo” durante décadas.
Rápidamente voy a la descripción del producto, donde el vendedor (llamémoslo “K.”) volvía a destacar su condición de primer número, pero sin el menor indicio de fecha.
Terrible intriga. Hasta el momento me creía poseedor del primer Don Nicola aparecido en revista. O sea, el Nº 1 del “Conventillo...”, de enero del ‘61, bajo el sello del propio Torino (VER).
Dudé en seguir adelante, porque -y aquí es cuando se cumple la Ley de Murphy del coleccionismo- estaba en subasta normal y el precio de arranque era... 200 MANGOS!!!
Cabe acotar que los remates en Feria Franca se hayan completamente desvirtuados aún cuando la base sea un peso. Los hijos bobos de ElCoVe, cuando no los mercaderes que se auto-ofertan con nicks truchos, terminan empiojándolo todo.
No obstante esto, supongamos que todo marchara por andariveles tranquilos y yo, en un ataque de locura, ofertara sobre la hora de finalización del remate y que ni el vendedor ni los boludos “mierda ve otro- mierda quiero yo”, ni cualquiera de los que me odia, viniera a joder...
Hubiera estado ofertando la descomunal cifra de 210 MANGOS!!! por un ejemplar del que ni siquiera tenía la data.
Ni hablar de consultar en “Preguntas al vendedor”. Eso es lo primero que un coleccionista astuto debe evitar. Sirve solamente para avivar giles y para que le soplen a uno la presa.
Claro que podía recurrir a mi técnica habitual de preguntar en otro artículo del vendedor, que no tuviera nada que ver, y que por sus características, atrajera pocos visitantes.
Pero que pasaría si confirmaba mis sospechas de que el ejemplar era anterior a los ’60??? Mis deseos de poseerlo se incrementarían enormemente y el tema del precio parecía insoluble.
Me dije: “Vamos Dao, que Ud. (me trato de Ud., en estas circunstancias) ha podido llevar a cabo negocios que parecían imposibles!”.
Mis propias palabras de aliento me lanzaron a la acción.
Localicé de inmediato el artículo de K. en el cual preguntar sin riesgos: “COLECCION 28 JOYAS MUSICALES DEL READERS DIGEST” (quién podría interesarse por eso?) e inicié el juego:
DAO: Estimado K: si no te molesta contestarme acá, quisiera saber respecto a "Las Aventuras de Don Nicola" Nº 1, la fecha de edición, la editorial, la cantidad de páginas, si las aventuras son largas o sólo de dos o tres páginas y el estado de la revista. Gracias. Saludos.
El vendedor contesta rápido (dato favorable):
K: Mira como te habrás dado cuenta no es apaisada y sus medidas son 20x27cm. El sumario es el siguiente:
- 7 historietas
- página 4: Casamiento accidentado.
- página 16: ¡Que par de mellizos!
- página 28 : Remedio infalible
- página 29: ¡Una ambulancia por favor!
- página 31: La higiene es salud
- página 32: Un quinielero derecho
- pagina 34: Con garantía es otra cosa.
Títulos de las historietas, dibujos y personajes son de creación de "Héctor L. Torino”.- Editor responsable: "Vicente Mamut".- Registro de la propiedad en trámite.- Distribuidor para interior y exterior."Rayo” y para capital "Vaccaro-Kantemiroff.-Impreso en "Rotog-Arg.- S.R.L.- Tapas impresas en T.O.C.- Trae una propaganda de Avivato y todo lo demás es historietas, hasta las tapas.- Exitos y gracias por preguntar.- Desde Córdoba para el mundo "K".
Si bien hay muy buena voluntad e indicios interesantes, lo fundamental no me lo dice. Contraataquemos...
DAO: Te agradezco tu amable y detalladísima respuesta. Pero, si no abuso de tu paciencia, insisto en dos preguntas: No figura fecha de edición en ninguna parte? Me interesa, porque Torino largó varias veces a Don Nicola y hay números uno de diferentes épocas. Yo tengo el Nº 1 del Conventillo, que es del año '61, por ejemplo. La otra consulta es sobre el estado del ejemplar. Gracias, de nuevo y saludos.
K: Mirá, no le veo por ninguna parte la fecha de edición.- Si año 1 -N° 1.- Fijáte en la foto; el precio del ejemplar para todo el país dice $ 3,50.- Yo la hice ver por uno que sabe mas o menos. El calculó que es del 55 para adelante, yo no te aseguro nada, es lo que me comentaron.- EL ESTADO DE LA REVISTA ES BUENISIMO, por supuesto con el desgaste lógico, por el paso del tiempo.- Te invito a ver mis calificaciones así salís de la duda de los productos como los vendo, ahí te vas a dar cuenta con quien estas tratando.- EXITOS.-Tus preguntas no me molestan.- Te saco de cualquier duda.-
Un caballero, K.! Para este momento ya estoy prácticamente convencido. La publicidad de Avivato, que se publicó por los ‘50, la sitúa inequívocamente antes de mi número 1 de “El Conventillo...”.
Por otra parte, el mismo vendedor ofrece en Feria Franca la revista picaresca “Que Kilo!”, del año ’55, “bajo la dirección de Mamut” (mismo editor). Precio de tapa: 2,50 (un peso menos que “Las Aventuras...”, lo cual la sitúa un poco más adelante en el tiempo, pero muy lejos de los $ 10 que costó en los kioscos, en el ’61 el primer número de “El Conventillo...”).
Y justamente ahora, es el momento de abordar el tema guita. “Cuidado, Dao! Con delicadeza!”, me dicta mi voz interior...
DAO: Sí, yo también calculaba que era anterior a “El conventillo...”, donde Torino ya tenía editorial propia. Aparte, por lo que veo, el material está extraído de “Aquí está”, donde se publicó en décadas anteriores. Mirá... soy coleccionista de Torino, este ejemplar me interesa mucho, pero no voy a ofertar por dos cosas: una es que no tengo esa guita, y otra, porque me parece que desde el arranque, el remate ya está muy sobrevaluado. Eso no quita por supuesto, reconocer tu derecho a pedir lo que creas justo y que no te oferten otros. Pero si no la vendieras, y estuvieras dispuesto a negociar el precio, contestáme recién entonces esta pregunta y vemos cómo hacemos. Te aclaro que si estoy usando este artículo para consultarte es justamente por respeto al precio que fijaste como arranque. De nuevo gracias por tu amabilidad y saludos.
Momento crucial. O me mandaba a la mierda, o negociaba...
K: Mira.- Veo que sos conocedor en este tipo de temas así que la número uno, tiene que ser para el número 1 en coleccionismo de Torino.- Hacéme una oferta razonable, pero... razonable.- La saco de remate y la pongo en venta en Compra inmediata.- No olvidándote que tenés $13 de envío por Correo Argentino.- No creo que tengas la fortuna por estos días de encontrar un ejemplar de estas características.- Un abrazo.-
MUY BIEN! K. ES UN BUEN NEGOCIANTE! Su estrategia de dorarme la píldora revela que tiró un número en la subasta pa’ ver que pasaba, pero que no se engaña como hacen otros, creyendo que tiene en sus manos la primer edición del Quijote. Ahora me toca jugar a mí, y hay que pensarlo muy bien...
Lo que yo tenía desde el principio como límite de precio, era la mitad de lo que había arrancado la subasta. Un número uno, de un título conocido, de los ’50 / ’60 y que no sea de Quinterno o de Ferré, puede cotizar razonablemente 100 mangos. Una fortuna, así y todo, para lo que yo estoy acostumbrado a pagar. Y sin embargo, me parecía que si se lo tiraba de una, me iba a sacar cagando o me iba a pedir que subiera. Y empezar de más abajo, para el regateo, era un riesgo muy grande. Decidí parar la pelota un ratito y continuar con el ablande...
DAO: Te agradezco mucho tu deferencia, pero insisto en que esperemos ver como va el remate. No es que sea un vueltero. He concretado en mi vida de coleccionista, infinitas más transacciones satisfactorias para ambas partes de lo que refleja mi puntaje acá. Lo que sucede es que promediando mi interés por la revista con mis posibilidades económicas y el valor más o menos objetivo que puede tener en el mercado del coleccionismo (librerías de viejo, locales de cómics especializados en lo antiguo, ferias o parques), me da un guarismo que no creo que en este momento consideres razonable. Y que puede no serlo. Vos sabés como es esto... Aparece un coleccionista fanático, con guita, y desbarata todos los precios. Por eso, creo que esperar es lo más favorable para ambos (o para uno u otro, depende de lo que pase en el remate). No dejo de reiterarte las gracias por tu consideración.
K., como corresponde a un negociador digno, contesta lacónicamente:
No hay problemas.- Exitos.-
Demás está decir que, a esta altura, yo no pensaba arriesgarme a que cayera un loquito y ofertara. Así que al otro día, me mandé...
DAO: Estuve pensando en tu invitación a ofertar, y como el ejemplar me interesa, con todo respeto, te ofrezco $ 100. Es lo máximo a lo que puedo llegar. Saludos.
Una hora después, K. acepta...
Mas el gasto de envío que por correo argentino son $ 13.- Me tenés que avisar así la PONGO EN COMPRA INMEDIATA.- EXITOS
Claro... Lo primero que pensé es que si le hubiera tirado menos, por ahí agarraba viaje igual, pero no hay que tensar demasiado la cuerda, y haber bajado el precio a la mitad, estaba más que bien. Cerremos...
DAO: Gracias por aceptar mi oferta. El gasto de envío, por supuesto, corre por mi cuenta, pero el medio, si te parece, lo charlamos en privado. Si la ponés en compra inmediata, hacélo con este título "PARA MIGUEL", y avisáme por acá, que oferto al toque. Saludos.
“PARA MIGUEL”, obvio, como forma de evitar una mejicaneada de último momento. K. lo entiende...
A las 20 y 30 en punto cambio el aviso a compra inmediata. Estáte atento.- Al lado del titulo, pongo para Miguel.-
20 y 30 de ese día, ambos cumplimos la palabra empeñada.
En privado, seguí jodiendo un poco más, a ver si podíamos arreglar una forma de entrega que me permitiera, por las dudas, ver el material antes. Pero K. ya estaba -con razón- con los huevos un poco hinchados y, además, se había ganado mi confianza. Hice el depósito y esperé, siguiendo ansioso el envío por la web.
El sobre con la revista -entre cartones, como le había pedido- me llegó (y yo llegué tarde a Tribunales, por esperar al cartero) el viernes, y todo era exactamente según lo descrito.
Apuntaba, hace más de un año, en este mismo blog: "Resulta curioso que Torino no haya debutado con revista propia con Don Nicola, que era un personaje instalado en la gente desde hacía muchos años, sino con Pascualín."
Ahora, tengo la respuesta a esa curiosidad.
La crónica de la compra me releva de añadir más sobre este maravilloso ejemplar.
Lo único que K. no me contestó son unas preguntas que le hice en privado sobre la “Que Kilo”. Tengo para mí que esas chicas de tapa, firmadas por “Casas”, son de Torino. Y sospecho que “Vicente Mamut”, podría llegar a ser otro seudónimo de don Héctor... Si alguien tuviera algún dato al respecto, bienvenido sea.
Para finalizar...
En la misma semana conseguí unos cuantos folios con páginas de “Leoplán”. Allí aparece “Esculapio Sandoval” (VER) y de yapa, dos chistes de Torino.
Y éstas sí, una verdadera pichincha, pa’ compensar, y pa' contradecir un poco al puto de Murphy.

(Por la lección "Como negocia un coleccionista inteligente" no me agradezcan, eh...)
(PD: Hace un rato me llegó la calificación de K. en Feria Franca: "UN GENIO DEL COLECCIONISMO.- ALTAMENTE RECOMENDABLE"...Modestamente, como decía Vittorio...)

miércoles, diciembre 12, 2007

DAO USA EL BLOG PARA SUS VILES NEGOCIADOS

Por esas putas casualidades cayó en mis manos otro ejemplar de la Cariseca Nº 2. Como hace poco posteé sobre la curiosidad de este número (VER), se me ocurrió, en vez de ponerla en venta en Te Bajo el Martillo, ofrecerla acá, donde a lo mejor cae alguno que pueda apreciarla en toda su dimensión. Aparte de la mencionada curiosidad de Chapalupa, la historieta central de Cariseca también es Mazzone puro y extenso (40 páginas). Trae además, del autor, un Afanancio (4 páginas), una tira de Tolondrati y algunos chistes sueltos. Muy poco relleno en el total de 100 páginas. Estado muy bueno. Tiren algún número interesante (me refiero a $, claro) u ofrezcan canje. Dao es muy abierto al diálogo, en estas cosas (acepto hasta libros de Nippur, con eso les digo todo).

martes, diciembre 11, 2007

RECTIFICACION: FALSIFICADORES DE ORIGINALES Y COLECCIONISTAS

Hace un tiempo, me llegó -por distintas partes- el rumor que el saqueo interno de originales, en una editorial de historietas, no se reducía a algunas tiras sueltas de autoría de colaboradores menores, como siempre se hizo, sino que estaba alcanzando ya a auténticos clásicos realizados por el propio fundador.
El dato me produjo bastante indignación, que volqué -a raíz de una pregunta que me formularon- en el post "Ladrones de originales y coleccionistas"(VER), donde expliqué el mecanismo de fraccionamiento de esas obras para comercializarlas.
Pero como no acostumbro a quedarme con una única versión, seguí investigando.
Luego de mucho andar, obtuve otra información, y de fuente muy fidedigna: no se trataría de hurto de originales, sino de falsificación.
El cerebro de la operación sería un pillo que trabaja en dicha editorial. Muchos lo conocen bien: declama su admiración incondicional al prócer, mientras que por izquierda ha negociado durante décadas ejemplares en su propio beneficio.
Claro que esas cotizadísimas revistas no se las vende a cualquiera, sino a revendedores o a contados coleccionistas con mucha guita y desesperados por tener en sus estantes "las de kiosco".
A los primeros sólo les interesa la rentabilidad, o sea que no van a andar deschavando por ahí de donde consiguen el material. Y a los segundos, basta amenazarlos con cortarles el chorro para asegurarse su silencio al respecto.
Además, el revelar la procedencia de esas joyitas, implicaría darles a otros la posibilidad de obtenerlas, con lo que perderían exclusividad.
Pero las pilas de ejemplares, luego de décadas de robo hormiga, habrán empezado a mermar escandalosamente. Y en forma inversamente proporcional, a crecer el riesgo que el dueño de la editorial, que aunque mucho no se ocupa, por fin se avivara.
Y eso podría traer aparejado, además, el descubrimiento de la desaparición de algunos originales (también obra de nuestro pillo), lo que es aún más grave.
Advertiría el perdulario que la impunidad podía estar llegando a su fin, y que corría peligro de ser despedido sin indemnización (pobre, estando tan cerca de jubilarse!). Eso, en el mejor de los casos. En el peor, le podía caer encima una causa penal.
Habría sido entonces que, no resignándose a perder su principal fuente de ingresos, vislumbró otro filón, menos arriesgado.
Los coleccionistas que tenían ya en su poder cuanta revista se hubiera editado, y con estado "de kiosco", seguían ávidos. Cual sedientos Dráculas, reclamaban originales. "Acaso mi plata no vale?", le espetaban con los ojos saliéndose de las órbitas.
"Cómo complacerlos sin que me vaya en ello la cabeza?", se habrá preguntado nuestro pillín.
De ese interrogante a pergeñar el fraude había solo un paso.
Bastaba conseguir un dibujante virtuoso, que fuera de confianza, para encargarle la reproducción de planchas originales.
La cuestión del envejecimiento no sería un problema. Se guardan en los depósitos de la editorial toneladas de cartón antiguo, del que se usaba para hacer las tiras. Y nadie se va a andar fijando si faltan.
Conociendo el prontuario del truhán en cuestión, la versión suena muy creíble.
Seguramente, se habrá planteado: "Si se ha encarado con éxito la falsificación de Van Gogh, Cézanne y Picasso, para hablar sólo de algunos maestros modernos, cómo no va a poder hacerse con mi idolatrado X -llamémosló así- , por más inimitable que yo lo crea?"
Sin duda, este pillo sabe que la mayoría de los coleccionistas de historietas no tienen la menor idea de dibujo y se tragan cualquier cosa.
Es más, ni siquiera se plantean la posibilidad del fraude, dado que basta para ellos, como signo inequívoco de autenticidad, la procedencia de la propia editorial.
Uno anda por tribunales, y sabe que sin pruebas no se puede decir más que ésto.
Pero creo que es suficiente como alerta para coleccionistas boludos.
A mí, en realidad, me alivia saber que la obra de "X" no anda por ahí mutilada.
Aunque respecto a la fauna, me da un poco de lástima.
Ya no se trata de cuestiones éticas lo que planteo, muchachos.
Se trata de que no tiren la plata al pedo.
Si quieren una buena réplica, se puede conseguir por mucha menos guita de la que están garpando.
Y en cuanto a la exclusividad, tampoco ahora la están teniendo, así que...
Yo aviso. Ustedes, hagan lo que quieran.
(PD: si quieren comentar, comenten, pero no diré una palabra más al respecto)

domingo, diciembre 09, 2007

sábado, diciembre 08, 2007

FUE PRIMICIA DE DAO!!!


SE VENDIO EL CUADRO DE TOMASITO!!!
(VER)

Finalizó la subasta y aunque parezca increíble sólo hubo 3 (tres) ofertas!!!
La joya pictórica alcanzó la irrisoria suma de $ 5,50!!!
Aunque en este blog se dio amplia difusión al remate (VER), destacando el alto valor artístico de la obra, pocos fueron los que advirtieron eso.
Ahora se joden, porque se comenta que en estos momentos, en el mercado de arte, estaría cotizando el doble (por el marco).

martes, diciembre 04, 2007

"LOS TRES CABALLEROS" Y LA CULTURA DE LOS DATOS.

Las polémicas que se arman en este blog, a pesar del nivel elemental de algunos de los que participan, suelen deparar perlitas. Una de ellas pertenece al amigo Violi, con quien mucho he discutido por distintas partes, pero al que tengo aprecio.
Si bien acuerda conmigo en que pueden leerse distintos contenidos a partir del género historietístico, Violi objeta que mi comentario, al estilo Dorfman, sobre “Los tres caballeros cabalgan de nuevo” es falaz y atrasa 30 años, dado que la susodicha historieta data del 2000, y ya la industria de Disney se ha adecuado a los tiempos que corren, siendo sus mensajes ahora “políticamente correctos”. No insisto con lo que le contesté -si quieren lo buscan-, porque si trato aquí su comentario es en su condición de disparador de una reflexión acerca de ciertos mecanismos de razonamiento, que exceden a Violi y que forman parte de la época en que vivimos. No lo restrinjo ya a una generación determinada, porque parece abarcar un poco más, como lo apunté en la citada respuesta.
La cosa se presenta así: Violi no es tan negado, como otros, como para no admitir que todo producto cultural refleja, de alguna manera, el socio-histórico que lo genera. Pero enseguida contrapone el argumento de la readecuación del discurso disneyniano. Desde allí afirma que basta leer la historieta en cuestión para darse cuenta.
Y no es así: la historieta revela otra cosa. Lo noté su momento, cuando apareció en el tomo de Clarín, mas allá de la respuesta puntual al infantil razonamiento de Blanco, y lo ratifico revisándola ahora.

Dorfman analiza en los ‘70, a partir de las revistas de la época, las recurrentes aventuras donde Donald y sus sobrinos, bajo el comando de Rico Mc Pato, salen a la caza de tesoros perdidos en pueblos “primitivos”, a los que dichas riquezas no sirven para nada. Y lo asimila a la naturalización del apropiamiento capitalista de los recursos naturales de sociedades sub-desarrolladas.

En “Los tres caballeros cabalgan de nuevo” también hay un tesoro, y en tierra mexicana. Queda claro en el argumento que los datos para llegar a él los posee el nativo Panchito, y que viene de sus ancestros. Es decir, tiene conciencia del valor y no hay dudas que pertenece a su tierra. Sin embargo, decide “generosamente” compartir el tesoro con José Carioca y Donald, quienes lo ayudaron a hallar la riqueza y cooperarán protegiéndola de “los bandidos”. “Los bandidos” en cuestión se singularizan, en realidad, en un mexicano. Finalmente, resulta que el tesoro no es tal.
Apliquemos ahora las herramientas -un tanto oxidadas por el desuso- de Dorfman y veamos si existe aquí un discurso “políticamente correcto”:
-La riqueza latinoamericana debe compartirse, como comparten los amigos entre sí, con los hermanos del continente.
-Los “bandidos” son los nativos que la quieren para sí únicamente.
-Los nativos no podrían, de todas maneras, arreglárselas solos para acceder a ella, necesitan ayuda foránea.
-Trabajemos en cooperación y todos saldremos beneficiados.
- En cuanto a la “ayuda” brindada por los extranjeros, implica el riesgo que, luego de aportar los recursos necesarios para acceder a la riqueza, termine siendo deficitaria (pobres).

Es éste un mensaje “políticamente correcto”? Para los yankees, sin duda!!!

Claro que hay una readecuación, pero a las modalidades de funcionamiento actual del capitalismo!!! Y me reservo los roles que juegan ahí México, Brasil y EEUU, para no abundar.
Entonces, de dónde surge esto de que las industrias Disney han corregido sus contenidos? Supongo que de algo que alguien habrá tirado en algún momento, vaya a saber en qué contexto y que se convirtió en dato que anda circulando por ahí como verdad aceptada. Dato que de todas maneras, se da de cabeza con la primera aceptación de Violi, acerca de la inevitabilidad de reflejar el socio-histórico en un producto cultural. Parece, en consecuencia, que este aserto, más que auténtica convicción, funcionara también como dato, como discurso “políticamente correcto”, de alguien que maneja un poco más de información que otros.
Este es el problema que me preocupa, y que esbocé en la respuesta al amigo Violi. Vivimos en una cultura de “datos”, que se aceptan o no de acuerdo al prestigio de quien los emite, y del valor que puedan ostentar en los círculos en que uno se mueva. Es indiferente que algunos posean más y otros menos. Que frecuenten ambientes cavernarios u otros un poco menos retrógrados.
Lo importante es que estos datos no se cruzan entre sí, no se relacionan, no se ponen en crisis. Valen como compartimentos estancos, como “verdades” separadas que nadie advierte como posiblemente contradictorias. Sirven para ser usados en una ocasión o en otra, sin preocuparse de que guarden coherencia entre ellos. Es decir, la negación absoluta del pensamiento.
Y este blog, si de algo trata, es de la promoción del pensamiento. No de historieta, ni de política. Ni de datos. De eso, la web está llena.

lunes, diciembre 03, 2007

EL ESTILO DISNEY - MICKEY - QUINTERNO - LOS PREDECESORES - EL CIRCULO - DORFMAN - UDERZO ...QUE MAS QUIEREN? QUE BAILE?

(o "DE COMO DISNEY DIBUJO A MICKEY, DE COMO INFLUYO EN QUINTERNO, DE COMO EL CIRCULO ES ALGO MAS QUE UNA FIGURA GEOMETRICA, DE COMO UDERZO HABLA DEL “ESTILO DISNEY”, Y DE COMO YO NO TOCO MAS EL TEMA ...")
“Cuenta la leyenda que Walt Disney (1901-1966) creó el más famoso de sus personajes en el tren que le llevaba hacia Hollywood desde Nueva York, donde acababa de perder su serie Oswald the Rabbit a manos de Charles Mintz. Disney quería dar a su pequeña criatura el nombre de Mortimer, pero fue disuadido de ello por su esposa o por uno de sus distribuidores (según la fuente a la que uno quiera escuchar). Así nació Mickey Mouse. Disney se puso a trabajar enseguida en el concepto del Mouse (ratón). “Tenía que ser sencillo”, declararía más adelante Disney, agregando: ‘Su cabeza era un círculo con otro círculo oblongo a guisa de hocico. Su cuerpo era como una pera y tenía una cola larga; sus patas eran tubos de pipa y se las metimos en zapatos grandes para darle el aspecto de un chiquillo calzado con los zapatos de su padre’.”



El párrafo que antecede está extraído textualmente de la Historia de los Cómics, de Toutain, y la misma historia puede encontrarse, con pequeñas variantes, en innumerables libros.De aquí se desprende claramente que Disney no sólo “pensó” a Mickey, en el sentido de crear el personaje de un ratón que tenga tal o cual personalidad, que haga tales o cuales cosas, y que se llame con tal o cual nombre, sino que desde el principio tuvo una IMAGEN, una concepción gráfica integral de él. Es decir, LO DIBUJO. A partir del famoso círculo, claro.
Y ya que hablamos de la diferencia 
entre una idea y una imagen, hay que decir que la mayoría de la gente que se dedica a ciertas artesanías, como el dibujo de historietas, no está demasiado entrenada para pensar (los actores son otro caso notable). Por eso se atienen a literalidades, y son incapaces de abstraer. Así, para ellos, todo discurso elaborado y coherente puede ser refutado por el anecdotario más ramplón. O por datos extraídos del Google.
Un dibujo no tiene que ser necesariamente perfecto, ni siquiera bueno, para contener en sí un potente germen creador (e ideológico, como se verá más adelante).
Es el caso de Disney, que sí podía -por excepción, y para confirmar la regla- pensar e imaginar a un tiempo, DIBUJANDO a Mickey en su inicio, aunque posiblemente con un mal trazo, por lo cual acudió a su ayudante (nótese que ésa era su categoría) Iwerks. Es allí cuando arranca el plural: “se las metimos en zapatos grandes”. Pero es Disney, y no Iwerks, el que conserva férreamente las riendas del proyecto, en cuanto a derechos y en cuanto a lo gráfico, como lo hizo con toda su industria a lo largo de su extensa carrera. El tema del Derecho, que regula la conducta de los 
hombres precisamente porque la ha estudiado, tampoco entra en la cabeza de algunos pretensos escritores de supuestamente “polémicos” artículos sobre autorías en la historieta.
Revisemos ahora los orígenes de Quinterno. Que fue discípulo de Taborda lo sabe todo el mundo. Se ha repetido hasta el hartazgo, y en este mismo blog se ha mencionado, hace ya bastante tiempo, un par de veces (sin insistir demasiado, ya que aquello que doy por ampliamente sabido por cualquiera, no merece tratamiento de mi parte) y el que quiera puede rastrearlo.
Ahora, lo que pocos saben, es hasta donde dibujó Quinterno integralmente a Patoruzú (la historieta de Patoruzú, aclaro, porque enumerar colaboradores sin fechas y sin distinguir tareas específicas, también lo hace cualquiera). Para mí, hasta el ’41, al menos, no hay dudas. Y esto incluye, claro, la autoría de “El irascible Coronel” (1939), que infundadamente se ha negado, a raíz del cuadro que publiqué, comparándolo con uno de Uderzo, en un post anterior. El primer trazo absolutamente diferenciado del de Quinterno, que aparece en las historietas de Patoruzú, es el de Tulio Lovato, en las semanales del ’41. Si bien éste había 
metido alguna mano anteriormente, queda completamente a cargo con “Desafío Gaucho” (redibujada veintiún años después para Andanzas). No siendo un detalle menor que Quinterno dejara de firmar al pié de las tiras. Ya dije todo esto, pero parece que acá hay que repetir las cosas para que se entiendan.
Sin embargo, desde el ’28 (primera aparición del indio) hasta el ‘41, hay notables cambios en el propio trazo del creador de Patoruzú. Su impronta original no sólo provenía de Taborda, sino que denotaba la prosapia de todos sus antecesores, fundadores de la historieta en la Argentina:
Redondo, caricaturista puro, autor de “Sarrasqueta”; Rojas, de toques realistas, con “Aniceto Cascarrabias”; Lanteri, quizá el más estilizado de los tres, como lo demuestra “Filemón Tijereta”. En esa época, no “todo era redondo”, como desafortunadamente se ha afirmado por ahí, sino que por el contrario, al menos en la Argentina, y salvando el citado apellido, predominaban las quebradas. Por ahí andaba el estilo de los caricaturistas políticos que nombré, devenidos luego en dibujantes de historietas, que satirizaban las costumbres de los porteños de entonces. Estilo y temática que Quinterno hereda y recoge en Panitruco (por favor, observen bien las líneas, que éste es el Quinterno inicial) y en Andanzas y Desventuras de Manolo Quaranta. Y también un poco más adelante -aún con un gusto apenas incipiente por las 
“redondences”- en Aventuras de Don Gil Contento, Julián de Montepío y el inicial Curugua-Curiguagüigua.
No hay más que fijar la vista -en el último cuadro de la tira de Julián que reproduzco (1930)- sobre las patas y el poncho del indio, para entender que las grandes transformaciones llegan luego, con Patoruzú ya afianzado 
como protagonista. Y con ellas el triunfo definitivo de las “redondeces”, que Quinterno no inventa, pero sí a las que se convierte totalmente.
El artículo “Cómo aprendí a dibujar”, aparecido en el 1er. número de la revista Patoruzú (1936), y que agudamente analiza Steimberg, no es publicado “para quedar bien” (?), como alguien afirmó, sino que es una auténtica profesión de fe. Un “Credo estético”, lo califica el semiólogo. Yo agrego que se trató, en realidad, de una conversión definitiva de Quinterno a la religión de las “redondeces”. Y que ese tránsito marchó a la par de la aparición, consolidación y difusión de las creaciones de Disney.
En el ’28, coincidentemente con el nacimiento del indio, aparece el primer corto de Mickey, y en el ’30 las tiras, y enseguida el tercer dibujante, Gottfredson. Triunfo absoluto de la “redondez” en la fábrica de ensueños disneyniana. Sus monos, paisajes, secuencias, la movilidad, actitudes y caracteres de sus personajes, son perfectamente asimilables al estilo posterior de Quinterno. Ni hablar de los recurrentes gorilas, selvas y caníbales de aquél, que el argentino lleva casi a la copia (y para muestra basta el botón que aquí se ve).
También en el plano argumental había cambiado Quinterno. Abandona el costumbrismo porteño de sus inicios, para enredar a su héroe en aventuras de piratas, tesoros, y tribus perdidas. Así, incluso hasta las historias terminan resultando similares a las del yankee, que trabajaba -no lo olvidemos- para la industria de Disney, donde el contenido paternalista hacia los pueblos infra-desarrollados estuvo siempre presente. Y este aspecto de la conexión temática -no gráfica- entre Patoruzú y el Mickey de Gottfredson, no es descubrimiento mío. Ya lo apuntó antes el amigo Rodríguez Van Rousselt en el libro de La Bañadera. Yo acoto que resulta realmente paradójico que dicho paternalismo sea ejercido por un indígena que proviene de una raza extinguida por la campaña al desierto (claro que no se debe olvidar que en Patoruzú se suprimió esa parte de la historia argentina).
Sin embargo, la comparación con Gottfredson no implica que Quinterno no haya abrevado también, para los episodios del indio, en la animación disneyniana, cuyos dibujantes eran otros, pero bajo un mismo patrón (en ambos sentidos de la palabra).
No termina aquí la cosa, hay más elementos asociativos.
La tira de Mickey era distribuida por la King Features, con Disney reteniendo totalmente los derechos. En el ’35, Quinterno crea el primer sindicato de historietas de la Argentina, que lleva su nombre, después de perder los derechos de Julián de Montepío. Entre el ’33 y el ’35 realiza varias visitas a los estudios Disney. Incluso Muzio, lo ubica viajando bastante antes y afirma que allí estudió animación. La autora no me resulta muy confiable por sus muchas imprecisiones. Sin embargo, alguna credibilidad puede concedérsele a este dato, ya que el proyecto de llevar al indio a la pantalla databa del ’32 (ver La Bañadera, pág. 23), concretándose por fin diez años mas tarde, con el estreno de “Upa en Apuros”. Como editor, Quinterno, al igual que Disney, no se queda con una única publicación, sino que las multiplica, dando protagonismo a los diferentes personajes, en cada una de ellas... Vidas paralelas?
Quién marca definitivamente, entonces, la carrera de Quinterno? No sólo como dibujante, sino integralmente, claro. Taborda? los caricaturistas de principio de siglo? Gottfredson? los animadores? O es el imperio Disney, en su conjunto?
Una concepción gráfica, es también -necesariamente- ideológica. Ni siquiera hay que citar a Dorfman, ni a Eco, ni a Masotta, ni a Steimberg. Dicho aserto esta instalado en la cultura, y transcurriendo la primera década del siglo XXI, sólo puede ser negado por mentes muy cerradas.

En el principio fue el círculo, trazado por Disney para dar vida a Mickey. Esa misma deidad circular a la que Quinterno, en el año ’36, ya se hallaba totalmente convertido, abjurando del legado de sus antecesores vernáculos, que profesaban otra religión. Y el círculo no es sólo una figura geométrica, claro. “Todo dicho con parábolas redondas, con frases redondas, con figuras redondas”, afirma Steimberg, sobre la estética integral del indio. Y añade: “...lo simple, lo redondo, lo chato”. O sea -abundo yo-, un mundo sin ángulos, sin aristas, sin posibilidad de conflicto. Donde el orden instaurado no se puede dar vuelta, porque desde el lado que se lo mire, permanece igual. El punto de partida es también el punto de llegada. Todo lo que está dentro de él, ya ubicado en un lugar, allí se queda. Para siempre. Un mundo sin salida.
Entonces, si la gráfica se traduce en ideología, cualquier referencia a lo estrictamente artístico cae, de inmediato, cuando se entra en un análisis macro. Por ejemplo, como hace Dorfman, desde el plano de los mecanismos de producción. Desde un modelo ideológico, para decirlo muy clarito. Que, en el caso Disney, con todas las limitaciones que pueden existir en un país subdesarrollado, Quinterno siguió a pies juntillas. Tanto por afinidad de principios, como por razones creativas, como por intereses comerciales. Elementos que algunos, desde una lógica maniquea e ingenua, creen incompatibles. Tampoco es necesario que la CIA dictara a Disney lo que debía hacer, como se ha intentado chancear, en un inconsistente intento de refutación, y desde un reduccionismo burdo. Ni siquiera es determinante que Disney fuera demasiado conciente de los alcances de su discurso. Ni que él, a su vez, bajara línea “artística” (= ideológica, repito) a sus colaboradores. Era tan buen hijo de su época y de la sociedad en que se desarrolló, que se convirtió -desde el círculo inicial con que trazó a Mickey, en adelante- en paradigma del capitalismo. Y le sirvió muy bien a éste para los muchos planes que tenía, sobre todo, respecto al resto de América. Planes que Quinterno, a pesar de su declamado “nacionalismo”, compró en paquete, a través de Disney. Sin duda otros, antes que Disney, habían probado con el círculo, y siguieron haciéndolo después. Pero fue Disney quien lo consagró mundialmente. Todo nace en el Norte, amiguitos, no por estos sufridos lares. Si algo se engendra aquí, termina abortándose.
Y por si no hubiera suficientes pruebas del rol de caballito de Troya del imperio Disney, respecto a la inoculación capitalista, ahí está para demostrarlo el brutal ensañamiento que tuvo la derecha chilena con Dorfman, que fue el primero en deschavarlo. Los enemigos de la Unidad Popular no se cagaron de risa con “Para leer al Pato Donald”. Al contrario, se enojaron mucho. Y no precisamente, por razones “artísticas”, ni porque se ofendiera al “ídolo puro e inocente de la niñez”, como proclamaban sobreactuando indignación.
Desde lo expuesto es que sostengo la influencia integral del “estilo Disney” en Quinterno, siendo el estilo de dibujo - ya sea el que proviene de los historietistas o de los animadores regenteados por el yankee- sólo uno de sus aspectos.
Y yo realmente lamento que el modelo que finalmente tomara Quinterno haya sido éste. No por una cuestión ideológica, dado que al propio Quinterno, aún sin Disney, hay mucho para criticarle en ese aspecto. Sino porque -ya ubicados en el estricto terreno del dibujo- la impronta original y realmente valiosa, heredera de un estilo nacional que recién empezaba a afirmarse, y que marcó su primera etapa, la del dibujante de Panitruco, Quaranta, y aún Gilito, Julián y el inicial Patoruzú, terminó en un trazo masificado mundialmente, frustrando una evolución propia que podría haber rendido frutos maravillosos.
Leí por primera vez a Patoruzú en una edad donde lógicamente no podía hacer este tipo de disquisiciones. Sin embargo, cuando lo retomé de adulto, me había quedado fijado en el gusto por el estilo de la época en que lo había conocido, o sea principios de los sesenta. Paradójicamente, la persona que me hizo reparar, hace más de veinte años, en las diferencias gráficas con todo lo anterior de Quinterno y que me indujo indirectamente a investigarlas, fue un dibujante. Claro que perteneciente a la minoría del gremio entrenada para pensar por sí.
Bien... Durante casi todo el fin de semana tuve cortada la conexión a Internet, lo que me ayudó para que, en vez de calentarme y contestar al toque a los que vienen a opinar acá, y a los que se suman tomando partido sin entender nada (imbéciles envidiosos y resentidos que -mea culpa- a esta altura de mi vida, tendría que haber aprendido a ignorar), me dedicara a ordenar datos precisos, recopilar imágenes, y escribir serenamente este extenso post. Me he ocupado en sobreexplicar hasta lo obvio, no obstante que el asunto tendría que haber estado ya archientendido con mis numerosas contestaciones anteriores a desafortunados comentarios... supongo que a esta altura todos sabrán a qué me refiero.
Recién hoy leo lo último que me han dejado y no veo que enerve en nada el contenido de lo expuesto. Quizá merezca una mención la cita al maestro Grillo, que con todo el respeto que me merece, no es el primero en señalar la similitud Patoruzú-Popeye. Si bien la aparición del marino es del ’29, y hay coincidencias en los musculosos brazos de los personajes, ir más allá de eso resulta forzado. La “redondez” no es la línea predominante en Segar, y ni punto de comparación entre el delirio surrealista que frecuentan sus criaturas y los mundos “correctos” de Quinterno o Disney. De todos modos, aún admitiendo el tema de los brazos, una cosa no quita la otra.
Y para ir finalizando, como usé argumentalmente en el debate el reportaje a Uderzo, me adelanto en la traducción secuencial, y reproduzco este fragmento a modo de frutilla del postre:
“Morris, Franquin, Peyo y yo, pertenecemos a esa generación de dibujantes muy impregnados del estilo Disney. Nuestra primera intención no era hacer historietas, sino dibujos animados. Todos empezamos nuestras “carreras” en un estudio de animación. En lo que a mí concierne, trabajé un año sobre un film y comprendí que no era en absoluto mi vocación. Tenía en la cabeza la magia disneyniana. Entré en un equipo técnico para ejecutar un trabajito mezquino. Un gran engaño, debutar de esa manera. Fue extremadamente frustrante. Estaba contratado para reproducir el estilo del realizador, que en esa ocasión era muy malo. Me perjudicó tanto que después tuve que reaprender a dibujar. Yo no era más que el eslabón de una cadena y tenía la orden de liquidar una cantidad de trabajo considerable: 24 imágenes por segundo. Hubiera sido lo mismo hacer doce y filmarlas dos veces, no cambiaba nada! Tenía la impresión de trabajar en una fábrica. Todos los días, se apuntaba el número de dibujos que había hecho. Si el objetivo diario no era alcanzado, me reprendían. Con mi temperamento independiente, me sentía totalmente confundido. Abandoné eso y naturalmente, caí en la historieta. Pero me ha quedado el deseo de hacer mover los personajes, y el amor por el dibujo grotesco. Por esa causa, en mi trazo, los personajes tienen la nariz gruesa y amplitud de movimientos: quiero ver a mis héroes evolucionar como en el cine.”
C’est tout dire.
No es una frase de Uderzo, sino mía, y si la escribo en francés, es porque quizá así se entienda, vaya uno a saber cómo funcionan los mecanismos de intelección de cierta gente...
Quedará claro con esto la asociación entre dibujo de historieta y animación?
Quedará claro con esto que sí existió un “estilo Disney”, y que fue mucho más allá del dibujo?
Quedará claro con esto que no cabe la posibilidad de un análisis “estrictamente artístico”?
Que ni siquiera tiene sentido hablar de “creación”?
No sé... al menos para mí, la metáfora de Uderzo es “redonda”: el que se traga lo que fabrica la gran máquina de sueños del capitalismo, puede terminar tragado por ella.
Y de última, muchachos, sigan “mandando fruta”, yo ya hice todo lo que está a mi alcance por “desasnarlos”...
Ahora sí, no hablo más del tema.
Saludos en singular, mi estimado Amillan, del “astuto refutador”.