Hace un año, con Luis del Pópolo, colaborador en temas de Torino, especulábamos sobre la fecha de aparición del primer episodio de Don Nicola en Aquí Está! (ver).
Por mera casualidad, me encontré hace muy poco con la sección Efemérides del diario La Capital, de Rosario, firmada por Guillermo Zinni, donde se ubica dicho evento el 11 de julio de 1937. Resulta evidente que Zinni toma literalmente la fecha del artículo, que puede verse en el post referenciado, sobre el primer aniversario. Sin embargo - tal como aventura Luis y hasta que nadie demuestre lo contrario-, Conventillo salió a la luz un 1º de julio de 1937, en el número 117 de Aquí Está!.
Mientras me dedicaba a la tarea de etiquetar, revisé entre otras cosas el seguimiento que hice durante un tiempo de notas aparecidas en Clarín desacreditando los blogs y la información que en ellos se vuelca, en contraste con la seriedad de lo surgido de la excelsa pluma y la florida verba de los “verdaderos” escritores y periodistas, o sea, los que trabajan para el multimedio. En uno de esto libelos, aparecido en Ñ y firmado por Marcelo Birmajer (el picoteado por la posteridad), por ejemplo, se tilda a los bloggers de “resentidos” (ver). Pero el embate no sólo vino del Grupo Clarín y de la letra impresa. En sintonía con estos ataques también se expresó por Continental el “Chavo” Fucks (todo un intelectual, él), que llegó incluso a tratarnos de “estúpidos” (ver).
He arriesgado por ahí que la molestia real radica en la competencia de gente idónea que se expresa con la libertad que ellos, sirvientes de sus patrones, no poseen. Algunos han creído exagerado este enfoque.
Supongo que a esta altura, la mayoría de los argentinos se habrá dado cuenta que los empleados de los multimedios mienten a sabiendas. Pero además, a cada paso que dan demuestran su ignorancia. He reseñado en este blog algunas gaffes antológicas, como la de Fernando Bravo (ver) , que de alguna manera también se relacionó aquí con Torino. Al lado de eso, el error de Zinni parece absolutamente menor. Al menos Zinni se apoyaba en documentación concreta: la nota de aniversario de Aquí está!. De última, alguien podría alegar a favor de Bravo que lo traicionó la memoria, lo que si bien no es disculpa para quien se reputa un profesional de la radio, resulta un atenuante. Hay ejemplos peores, y están directamente vinculados con el querido Torino.
Siguen las coincidencias: el mes pasado recibo un mail con un nuevo aporte de Luis del Pópolo. Me escribe:
“Como verás, estoy apareciendo poco pero trato de acercarte algo de Torino cuando puedo. Ocurre que siempre he guardado artículos y recortes de diarios y revistas sobre los humoristas gráficos argentinos de antes y de ahora y como estoy arreglando algunas cosas en casa, decidí ordenar un poco este material. Por ejemplo, estoy armando carpetas individuales de Lino Palacio, el mismo Torino, Ferré, Quinterno, Quino, Fontanarrosa, Calé, etc, ya que entre el archivo que ya tenía más lo que imprimo de internet se me ha juntado bastante, además es una manera de ordenar la vida artística de esta gente, en muchos casos con datos dispersos, que hace difícil armar el rompecabezas. En este caso en particular, se trata de una pequeña nota sobre el fallecimiento de Torino, de manera que si no lo tenías, aquí encontrarás el día exacto de su muerte. Por otro lado es llamativo, al menos para mí, que hablen de Torino como el creador de Larguirucho. O es un gran hallazgo o es un error colosal, vos sabrás mejor.”Era, claro, un error colosal. Especulé que el periodista habría encontrado por ahí que Torino colaboró con García Ferré respecto a Larguirucho, cazó una foto que tenía a mano y le mandó fruta. Pero no...
Un par de semanas después, Pablo Fernández, de Floresazuladas, desconocedor del aporte de Luis, me envía un reportaje a Torino en La Nación (sin fecha, pero nueve años anterior a la necrológica, por la edad que se consigna). Allí el cronista, Carlos Duelo Clavero (o quien se haya encargado de titular) toma para el encabezamiento, en su ignorancia absoluta de la magnitud y trayectoria del entrevistado, una referencia marginal a su labor en GF Producciones. Seguramente, este “periodista serio”, especuló que Don Nicola era un personaje menor, olvidado, perdido en el tiempo, y no tenía el gancho de Larguirucho, ése sí “genial” (siempre según el “periodista serio” que tituló) e inmensamente popular aún.
Ahora todo cierra: el encargado de la necrológica enviada por Luis, otro “periodista serio” que tampoco tenía idea de quien era Torino, revisa el archivo, encuentra la nota de su colega de La Nación, y no sólo repite la boutade, sino que la supera, adjudicándole los dibujos animados de Larguirucho, en abierta contradicción inclusive con lo que se lee al pie del recuadro. Es posible que las dos neuronas de este segundo “periodista serio” (o de un tercero al que le tocó titular) hayan entrado en cortocircuito cuando se le cruzó el nombre de García Ferré asociado con el del personaje. La magistral resolución del conflicto ha sido entonces la que observamos.
Por mera casualidad, me encontré hace muy poco con la sección Efemérides del diario La Capital, de Rosario, firmada por Guillermo Zinni, donde se ubica dicho evento el 11 de julio de 1937. Resulta evidente que Zinni toma literalmente la fecha del artículo, que puede verse en el post referenciado, sobre el primer aniversario. Sin embargo - tal como aventura Luis y hasta que nadie demuestre lo contrario-, Conventillo salió a la luz un 1º de julio de 1937, en el número 117 de Aquí Está!.
Mientras me dedicaba a la tarea de etiquetar, revisé entre otras cosas el seguimiento que hice durante un tiempo de notas aparecidas en Clarín desacreditando los blogs y la información que en ellos se vuelca, en contraste con la seriedad de lo surgido de la excelsa pluma y la florida verba de los “verdaderos” escritores y periodistas, o sea, los que trabajan para el multimedio. En uno de esto libelos, aparecido en Ñ y firmado por Marcelo Birmajer (el picoteado por la posteridad), por ejemplo, se tilda a los bloggers de “resentidos” (ver). Pero el embate no sólo vino del Grupo Clarín y de la letra impresa. En sintonía con estos ataques también se expresó por Continental el “Chavo” Fucks (todo un intelectual, él), que llegó incluso a tratarnos de “estúpidos” (ver).
He arriesgado por ahí que la molestia real radica en la competencia de gente idónea que se expresa con la libertad que ellos, sirvientes de sus patrones, no poseen. Algunos han creído exagerado este enfoque.
Supongo que a esta altura, la mayoría de los argentinos se habrá dado cuenta que los empleados de los multimedios mienten a sabiendas. Pero además, a cada paso que dan demuestran su ignorancia. He reseñado en este blog algunas gaffes antológicas, como la de Fernando Bravo (ver) , que de alguna manera también se relacionó aquí con Torino. Al lado de eso, el error de Zinni parece absolutamente menor. Al menos Zinni se apoyaba en documentación concreta: la nota de aniversario de Aquí está!. De última, alguien podría alegar a favor de Bravo que lo traicionó la memoria, lo que si bien no es disculpa para quien se reputa un profesional de la radio, resulta un atenuante. Hay ejemplos peores, y están directamente vinculados con el querido Torino.
Siguen las coincidencias: el mes pasado recibo un mail con un nuevo aporte de Luis del Pópolo. Me escribe:
“Como verás, estoy apareciendo poco pero trato de acercarte algo de Torino cuando puedo. Ocurre que siempre he guardado artículos y recortes de diarios y revistas sobre los humoristas gráficos argentinos de antes y de ahora y como estoy arreglando algunas cosas en casa, decidí ordenar un poco este material. Por ejemplo, estoy armando carpetas individuales de Lino Palacio, el mismo Torino, Ferré, Quinterno, Quino, Fontanarrosa, Calé, etc, ya que entre el archivo que ya tenía más lo que imprimo de internet se me ha juntado bastante, además es una manera de ordenar la vida artística de esta gente, en muchos casos con datos dispersos, que hace difícil armar el rompecabezas. En este caso en particular, se trata de una pequeña nota sobre el fallecimiento de Torino, de manera que si no lo tenías, aquí encontrarás el día exacto de su muerte. Por otro lado es llamativo, al menos para mí, que hablen de Torino como el creador de Larguirucho. O es un gran hallazgo o es un error colosal, vos sabrás mejor.”Era, claro, un error colosal. Especulé que el periodista habría encontrado por ahí que Torino colaboró con García Ferré respecto a Larguirucho, cazó una foto que tenía a mano y le mandó fruta. Pero no...
Un par de semanas después, Pablo Fernández, de Floresazuladas, desconocedor del aporte de Luis, me envía un reportaje a Torino en La Nación (sin fecha, pero nueve años anterior a la necrológica, por la edad que se consigna). Allí el cronista, Carlos Duelo Clavero (o quien se haya encargado de titular) toma para el encabezamiento, en su ignorancia absoluta de la magnitud y trayectoria del entrevistado, una referencia marginal a su labor en GF Producciones. Seguramente, este “periodista serio”, especuló que Don Nicola era un personaje menor, olvidado, perdido en el tiempo, y no tenía el gancho de Larguirucho, ése sí “genial” (siempre según el “periodista serio” que tituló) e inmensamente popular aún.
Ahora todo cierra: el encargado de la necrológica enviada por Luis, otro “periodista serio” que tampoco tenía idea de quien era Torino, revisa el archivo, encuentra la nota de su colega de La Nación, y no sólo repite la boutade, sino que la supera, adjudicándole los dibujos animados de Larguirucho, en abierta contradicción inclusive con lo que se lee al pie del recuadro. Es posible que las dos neuronas de este segundo “periodista serio” (o de un tercero al que le tocó titular) hayan entrado en cortocircuito cuando se le cruzó el nombre de García Ferré asociado con el del personaje. La magistral resolución del conflicto ha sido entonces la que observamos.
Desopilante, si no se tratara de lo último que se ha publicado en estos "serios" y “prestigiosos” medios sobre el creador de Conventillo.
Se podría rescatar al menos, como dice Luis, la fecha del deceso del gran Héctor L. Torino (17/11/92)... cuando cumplía exactamente 79 años. Pero sin embargo, fuentes familiares la ubican un día antes. Pera ser exactos, el lunes 16 de noviembre de 1992.
En resumen: una incontrastable muestra de que lo publicado por los grandes medios es infinitamente superior a las estupideces de los bloggers.
(Lateralmente, y en aras de la precisión a la que algunos bloggers aspiramos, quiero plantear esta cuestión: que Torino colaboró guionando a Larguirucho es un dato corroborado... mi pregunta es cuándo. Fue para las Desventuras, o para la revista de chistes tabloide, de los ’80? Sospecho que se trató de lo último, pero espero aportes al respecto...)
Se podría rescatar al menos, como dice Luis, la fecha del deceso del gran Héctor L. Torino (17/11/92)... cuando cumplía exactamente 79 años. Pero sin embargo, fuentes familiares la ubican un día antes. Pera ser exactos, el lunes 16 de noviembre de 1992.
En resumen: una incontrastable muestra de que lo publicado por los grandes medios es infinitamente superior a las estupideces de los bloggers.
(Lateralmente, y en aras de la precisión a la que algunos bloggers aspiramos, quiero plantear esta cuestión: que Torino colaboró guionando a Larguirucho es un dato corroborado... mi pregunta es cuándo. Fue para las Desventuras, o para la revista de chistes tabloide, de los ’80? Sospecho que se trató de lo último, pero espero aportes al respecto...)
Hola, Miguel, gracias por tus comentarios. Como ya te he expresado, valoro mucho tus notas ya que siempre estás buscando elementos válidos, desarrollados con responsabilidad y con esa buena intención del rescate de estos artistas. En tu caso, como en el de Parés, Maganas, Laino y demás, queda demostrado que ser un blogger reflexivo no es ninguna estupidez si se lo encara con seriedad. Lo mismo que ocurre con el arte, no se es más artista por ser pintor que por ser historietista. En ambos casos no depende del dónde se hace o lo que se hace, sino cómo se hace. Hay muy buenos periodistas en los medios pero eso no significa que opinar desde un blog no sea positivo, simplemente hay que diferenciar entre los buenos y los que no lo son, como en los diarios, la radio o la tv.
ResponderBorrarY algo más: A Pablo Fernandez lo conozco ya que él estuvo por comprarme un par de revistas y ante una consulta, me fui enterando de su interés por el dibujo animado argentino, así que le escanié y envié un material que no podía conseguir. Como respuesta, me envió la misma página de La Nación sobre Torino que te envió a vos.
Finalmente, a medida que voy descubriendo cosas sobre Torino u otros dibujantes, no deja de asombrarme cúanto han producido y la calidad demostrada.
Un abrazo.
Luis
Hola Miguel, que bueno che que te lo hayas subido al artículo! Al verdad que el que le puso el títular a la nota no sé que nota habrá leído, no? Apenas al final, esta la referencia... Voy a tratar de ubicarte la fecha exacta de la nota, para que despúes la incluyas si querés.
ResponderBorrarUn abrazo.
Abrazo a ambos, muchachos.
ResponderBorrarHola Miguel,
ResponderBorrarTorino colaboró guionando en ambas épocas. Al menos en los dos últimos años de Desventuras, y posteriormente en la revista "grande", donde se llegó a publicar un par de veces "Don Nicola" (en los primeros números)
Saludos,
Atilio
O sea, Atilio, que hay algunas Desventuras que se pueden leer. Fuera de joda... vos sabés que estuve revisando el primer número, que subió Ardouin, y lo encuentro muy superior al de Hijitus en guión? Es posible que tenga que ver con la índole de cada personaje. Larguirucho no es tan ñoño como Hijitus.
ResponderBorrarEntre los "enemigos del blog" te olvidaste de José Pablo "cualquier boludo tiene un bloc" Feinmann.
ResponderBorrarPero Feinmann (éste) se ha ganado sobradamente el derecho de decir alguna boludez de tanto en tanto.
ResponderBorrarYa que estamos, sabe usted qué significa la "L." de Héctor L. Torino?
ResponderBorrarSe la han atribuído algunas veces a un supuesto segundo nombre ("Luis"), pero por averiguaciones que he hecho, es erróneo y en realidad responde a su verdadero apellido, Locuratolo.
ResponderBorrarSí, como expuse en esa efeméride, su apellido era Locuratolo; Torino era el apellido materno. Tengo varios números del año 1937; en otro momento los voy a subir al blog. Saludos y lo felicito por su trabajo!!
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