Hoy le tocó el turno a "La flauta de los Pitufos". O más bien, "La flauta de seis agujeros", como era su título original. Pasa que, al igual que con otros personajes de la historieta que nacieron como secundarios, los célebres Pitufos comenzaron su carrera casi de casualidad en esta aventura de Johan y Pirluit, serie que Peyó publicaba en el semanario Spirou.
La primera página del álbum donde se muestran abiertamente es la 41, bastante avanzada la trama, como se verá. Sin embargo, siendo su origen éste, hubo que rebautizar la historia, que pertenece actualmente a una y otra serie.
Los argentinos tenemos casos de personajes episódicos que terminaron siendo protagónicos. Patoruzú y Clemente, por nombrar los más conocidos.
La diferencia está en que ni Julián de Montepío ni Bartolo superaban a sus sucesores. Johan y Pirluit, en cambio, es muy superior a Los Pitufos a mi gusto.
Nunca me llamaron la atención esos enanos azules dibujados industrialmente a lo Disney, con un Gargamel que desentona como trazado, y argumentos infantiles. En Johan y Pirluit, por el contrario, el dibujo siempre sorprende y los guiones son de lo más elaborados.
Casualmente, los tres álbumes que tengo de ellos son consecutivos. "La flauta de los Pitufos", que traje de España, va justo en el medio de "Le Sire de Montrésor" y "La guerre des 7 fontaines", traidos de París el año anterior.
Si las circunstancias de la vida y la economía me permiten seguir viajando, pienso insistir en esta serie que se lee a puro placer.
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