No me iba a perder el título, pero poco tiene que ver con el contenido, salvo en el preámbulo.
Se ha mencionado hasta al hartazgo el homenaje que Quinterno realiza a su mentor, el "Mono" Taborda, en la tapa del primer número de Patoruzú.
No se conoce tanto el hecho que haya sido mentor no sólo en el dibujo.
Como ya he reseñado en algún posteo anterior perdido en este blog, el "Mono", aparte de caricaturista, era hombre de farras y juergas. Íntimo amigo de Alvear, esa característica hizo que el Presidente le encargase la misión pública de hacer vivir la noche de Buenos Aires a ilustres visitantes extranjeros, verdaderos playboys del jet-set internacional que venían a la ciudad durante aquellos años locos.
El Pibe Quinterno, ya quinceañero, posiblemente se haya colado en esas travesías nocturnas.
Esto explicaría como un muchacho de dieciséis años conociese tan bien a ciertos personajes de la noche porteña. Cuando dibuja (aunque con guión ajeno) en El Suplemento, en 1925, su primer personaje, que frecuenta esos ambientes, había alcanzado esa edad.
Dicho esto, lo nuevo que acabo de descubrir es que la temprana muerte de Taborda en 1926 (tenía apenas 36 años) dio origen a un tango de despedida.
En efecto, "Se fue Taborda", con letra de Francisco García Jiménez y música de Anselmo Aieta fue grabado ese mismo año por la orquesta de Francisco Canaro con la voz de Azucena Maizani.
He aquí la letra que habla por sí sola de la gran popularidad del dibujante y del afecto que se había granjeado:
“Adiós, Taborda”... Te dijo así la vida
Aquella noche que no te vio reír.
Y a la calle, en la sombra te lanzaste
Por esa calle, ya nunca has de venir.
¡Hermano loco!... Y al rato de camino
La bienvenida, te daban al pasar,
Te llamaba Carriego desde un patio
Y el canillita Florencio, de un portal...
¡Adiós, Taborda!
De nuestro Buenos Aires,
La historia de un momento
Tu lápiz dibujó.
Y generosa
Tapando tus dolores,
Sus luces de bengala
Tu risa repartió.
Ahora, Monito
Nos ves mejor de arriba,
Y el gran papel del cielo
Pintás con tu carbón...
Ahora a los pibes
Tirás del firmamento,
Monedas de estrellitas
Que le robás a Dios.
Tus personajes, sus almas enlutaron
Y tu carroza llevó, llorando, atrás,
Las patotas del centro... las muchachas
El pobre obrero y el taita de arrabal.
¡Muchacho loco!... Qué tristes se han quedado
Los que volvieron de darte un mudo adiós,
Yo recojo, hermanito, esa tristeza
Y en este tango la rezo para vos...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario