A Julio Álvarez Cao, de la dinastía historietística de los Álvarez Cao, los columberos lo tienen registrado principalmente como guionista. Pero antes de eso fue dibujante y no de los malos, aún cuando se nota la influencia de Casalla, que era su amigo.
El enorme original que muestro (48 x 34,5) fue publicado en Selección Puño Fuerte nro. 18 o 19, en fecha agosto de 1959 (ver sello tachado) y aparentemente refritado cuando la Editorial Manuel Láinez se convierte en EDMAL S.R.L. (según el otro sello).
"Don Otto" (o "Coloso Oto", que creo se tituló en un principio, puesto que así era la frase de remate, al estilo "¡Sonaste, Maneco!"), era una tira cómica firmada por Della Porta -no tengo claro si se llamaba Silvio o Ricardo o ambos eran una misma persona- que aparecía en las de Columba. En este caso, por el sello al dorso, en El Tony nro. 1056, página 16. No figura fecha, pero tomando en cuenta la numeración, calculo que es de fines de 1948.
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ResponderBorrarJulio Álvarez era hermano de Mirko Álvarez, el gran actor de La Máscara del viejo Passano -uno de los divos del teatro independiente de aquellos tiempos- el favorito de Agustín Cuzzani (su Hamlet de “El centroforward murió al amanecer”, constituyó un hito). El Chivo decía que él y Mirko eran complementarios, como Giraudoux y Jouvet (en ese tiempo aún se sabía a quienes se refería). Mirko murió a los 36 años, fue una perdida enorme. Con Julio, a quien me presentó Chingolo Casalla, fuimos durante unos años muy amigos. Aunque se lo reconoce como guionista era muy buen dibujante (alguna vez pergeñó una historieta con Raúl González Tuñón que fue aceptada pero no prosperó porque Raúl tardaba en entregar los textos) Esto lo saben pocos, dominaba el dibujo anatómico porque se había ganado la vida durante uno o dos años dibujando cadáveres para el siniestro Doctor Capdehourat, por entonces director de la morgue. Yo trabajaba en la biblioteca de la AMA, Asociación Médica Argentina, que Capdehourat presidía, y la coincidencia en el odio a Capdehourat afianzó más, si cabía, nuestra amistad. Yo, ya lo sabés, de historietas no juno demasiado; me gustaron como a todos los pibes y después, aunque me haya tocado escribir algunas, me desenchufé (mejor dicho nunca estuve enganchado en serio). Advierto que, respecto a Casalla, hay entre los expertos una cierta displicencia. Lejos de mi intención discutirle a los que saben. Lo que sí puedo es aportar lo que oí opinar a los profesionales dibujantes de historietas (parece ser que algunos aestaban entre los mejores) que conocí por entonces. Para ellos Chingolo era indiscutible: Un capo. Eso sí, Julio le reprochaba –naturalmente en broma- que malgastara el tiempo aporreando y mal la batería. Es que aunque Chingolo amaba al Cabo Sabino o Savino, al menos un 95% de su corazón estaba destinado en exclusividad a Satchmo Armstrong y Baby Dodds.
ResponderBorrarMirá vos, no lo tenía a Mirko Álvarez. Veo que está en el reparto de El crack y La mano en la trampa. Voy a buscarlas y tratar de ubicarlo.
ResponderBorrarLo de Capdehourat da para que escribas un cuento. Gugleé y saltó una calle en Montevideo con su nombre!
Si Casalla fue subestimado, no lo sé. A mí siempre me pareció un dibujante fuera de serie, a pesar de Columba. Y hoy en día se lo valora muchísimo.
Capdehourat me permitió visitar el Museo de La Morgue Judicial. No dormí durante una semana pero de la visita salió un cuento corto que según recuerdo no estaba mal. Mirko era a La Máscara, lo que Alterio a Nuevo Teatro, Haydee Padilla a Los Independientes, etc. Las estrellas. Eso sí, democráticas: cada tanto se sentaban en la mesa del bar con el resto y compartían un cafe.
ResponderBorrarVí una de las primeras películas de Mirko en el Monumental y, además, sentado a su lado. Se llamaba “Cinco gallinas y el cielo” y la dirigió Rubén W. Cavallotti. El que me invitó a la “premiere” fue el gallego Julio. Gran tipo. Tenía un departamentito muy convenientemente ubicado (Calle Rojas, Primera Junta). Veo que leíste lo de “Noa-Noa” de H. Negro. Los Gasalla que cita son los Casalla, Chingolo y Eduardo (éste, el hermano menor, fue posiblemente el mejor batero que dio el jazz argentino). Otro grande era “Bicho”. Luis María Casalla, notable trombonista y fundador del Bop Club Argentino. Sé que la familia continúa con la tradición jazzera en Bariloche. Existe un C.D. “La Chingolera” y un documental que se llama “Un día con Chingolo Casalla” que me gustaría ver.
Publicá en Facebook o en tu blog ese cuento!
ResponderBorrarLo de Gasalla me sonó mal, mirá vos, cuando lo leí... pensé en Antonio Gasalla, pero no me parecía que formara parte de ese grupo
¿El cuento? No lo tengo. Vaya a saber en que vericueto temporal desapareció.
ResponderBorrarEl dibujante de “Don Otto” tira cómica inocentona que terminaba siempre con la exclamación ¡Coloso Otto! Se llamaba Ricardo Della Porta, nació el 20/11/1912, obviamente ya está con Dios. Fue mi padre, un ser humano ejemplar.
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