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Capítulo 41, quién diría!
Hagamos un somero repaso.
Prácticamente toda la primera parte de la novela, hasta el C. XXVI inclusive, transcurre en un pasado remoto, la infancia del narrador, donde habla de su educación sentimental a través de las historietas, y también de sus primeros intentos -unas tres décadas después- de recuperar lo perdido, adentrándose en el submundo del coleccionismo y observando y adquiriendo los malos hábitos que allí se practican.
En la segunda parte, la aparición de la web hace que se modifiquen radicalmente esas prácticas, y lleva al narrador a involucrarse en una guerra entre coleccionistas y vendedores, donde el campo de batalla preferencial es Mercado Libre.
Aunque termina estableciendo algunos vínculos vía e-mail. Conflictivos, en su mayoría, merced a las injerencias de ELCOVE (o sea ELio COradino VElez, EL COleccionista VEngador).
Sin embargo, lentamente -y sucede en este capítulo- las relaciones entre los personajes, aun con recelo, empiezan a dejar de ser virtuales...
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