Las librerías de viejo que aún no están contaminadas por el mercado del coleccionismo, suelen deparar lindas sorpresas. Cada tanto paso por una de La Plata, donde entre otras cosas regaladas, había conseguido varias Leoplán. Ayer, con tiempo para revisar, me traje dos ejemplares más.
El Nº 65, del 7 de julio de 1937, trae como material a destacar Esculapio Sandoval, repórter sensacional, del querido Torino, de la que sólo tenía páginas sueltas (*), y El vasco Anchoa, de González Fossat. Si bien había leído acerca de esta tira, la veo ahora por primera vez. El protagonista es un tosco lechero, tarea típica de los inmigrantes vascos por principios del siglo pasado.
El otro número (297, del 03/07/46), viene a incrementar mis episodios de Tóxico y Biberón, con la yapa de un maravilloso chiste de Ianiro.
(*) Acerca de los comienzos de Torino, recomiendo ver las páginas históricas de Manate y Repollito, firmadas como R. A. Toll, que subió Luis en Sonrisas Argentinas.
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