Acabo de conseguir, tras muchos años de búsqueda, "Leyendo Historietas (estilos y sentidos en un arte "menor")", de Oscar Steimberg. Este libro recoge una serie de artículos aparecidos en distintas publicaciones y épocas, y se inscribe en la corriente de lectura semiótica de la historieta, entre cuyos notables antecedentes, se encuentran Ecco, Dorfman y Masotta.
Hace un tiempo, alguien me transmitió una crítica, a una nota mía aparecida en una página web sobre Patoruzú. El comentario provenía de una persona vinculada a la editorial Universo. El argumento principal era que yo buscaba demasiados pelos en la leche y que a la historieta, había que leerla con ojos inocentes, como cuando éramos chicos.
En principio, creo que los que pueden hacer eso es porque siguen siendo chicos hoy en día. Aunque sigo gustando del género, yo crecí. Y por más que quisiera, no lograría, al agarrar una Andanzas -como en ninguna otra actividad de mi vida-, desprenderme del universo de experiencias y conceptos que fuí adquiriendo.
Y ya en el plano del análisis de los lenguajes sociales, tampoco es posible realizarlo sin un trabajo previo de "desinocentización".
Por otra parte, los comentarios del tipo aludido, parecieran atribuírme una suerte de exclusividad en éste tipo de mirada, lo cual denota profunda ignorancia. Como lo apunto más arriba, me preceden muchísimos e infinitamente más prestigiosos aprovechadores de la fama ajena. Y aún debo aclarar que mi pretensión de análisis dista bastante del encuadre semiótico, dado que, inclusive si ése fuera mi objetivo, carecería de muchas de las herramientas necesarias para concretarlo.
Pero volviendo a Steimberg... la razón de la larga búsqueda se debe a que había reparado que se citaba muy someramente en algunas publicaciones sobre Patoruzú, el ensayo de su autoría "1936-1937 en la vida de un superhéroe de las pampas", cuyo data original es de finales de los '60.
"Leyendo historietas" lo incluye, y una breve hojeada me indica que existen coincidencias con mucho de lo que he sostenido siempre sobre Quinterno.
Pero el libro abarca además otra serie de ensayos de sumo interés, con lo cual anuncio que dará mucha tela para cortar en este blog.
Por ahora, y haciendo la salvedad que aún no he pasado de la lectura de su prólogo, observo que muchas veces, los estudiosos del género, no realizan todas las distinciones necesarias para precisar los alcances del término "Historieta" (que sigo prefiriendo, aún con su matiz despectivo, al globalizado "cómic").
Menos aún lo hacen los lectores. En ocasiones en que he manifestado esta afición mía, mi interlocutor ha buscado coincidir, diciendo "Ah, sí!!! Yo me leí todo lo de Mafalda" (o Inodoro Pereira, o Clemente...).
Hace un tiempo, alguien me transmitió una crítica, a una nota mía aparecida en una página web sobre Patoruzú. El comentario provenía de una persona vinculada a la editorial Universo. El argumento principal era que yo buscaba demasiados pelos en la leche y que a la historieta, había que leerla con ojos inocentes, como cuando éramos chicos.
En principio, creo que los que pueden hacer eso es porque siguen siendo chicos hoy en día. Aunque sigo gustando del género, yo crecí. Y por más que quisiera, no lograría, al agarrar una Andanzas -como en ninguna otra actividad de mi vida-, desprenderme del universo de experiencias y conceptos que fuí adquiriendo.
Y ya en el plano del análisis de los lenguajes sociales, tampoco es posible realizarlo sin un trabajo previo de "desinocentización".
Por otra parte, los comentarios del tipo aludido, parecieran atribuírme una suerte de exclusividad en éste tipo de mirada, lo cual denota profunda ignorancia. Como lo apunto más arriba, me preceden muchísimos e infinitamente más prestigiosos aprovechadores de la fama ajena. Y aún debo aclarar que mi pretensión de análisis dista bastante del encuadre semiótico, dado que, inclusive si ése fuera mi objetivo, carecería de muchas de las herramientas necesarias para concretarlo.
Pero volviendo a Steimberg... la razón de la larga búsqueda se debe a que había reparado que se citaba muy someramente en algunas publicaciones sobre Patoruzú, el ensayo de su autoría "1936-1937 en la vida de un superhéroe de las pampas", cuyo data original es de finales de los '60.
"Leyendo historietas" lo incluye, y una breve hojeada me indica que existen coincidencias con mucho de lo que he sostenido siempre sobre Quinterno.
Pero el libro abarca además otra serie de ensayos de sumo interés, con lo cual anuncio que dará mucha tela para cortar en este blog.
Por ahora, y haciendo la salvedad que aún no he pasado de la lectura de su prólogo, observo que muchas veces, los estudiosos del género, no realizan todas las distinciones necesarias para precisar los alcances del término "Historieta" (que sigo prefiriendo, aún con su matiz despectivo, al globalizado "cómic").
Menos aún lo hacen los lectores. En ocasiones en que he manifestado esta afición mía, mi interlocutor ha buscado coincidir, diciendo "Ah, sí!!! Yo me leí todo lo de Mafalda" (o Inodoro Pereira, o Clemente...).
Y ahí es cuando siento que no hablamos de lo mismo.
Es que, en la Historieta, como en todo género, existen las clasificaciones. Y también como en los demás casos, éstas pueden resultar un tanto arbitrarias.
A mi criterio, Mafalda y los demás ejemplos, a los que se puede sumar el primer Patoruzú, son tiras cómicas, propias de diarios o revistas de actualidad.
Características: personajes centrales, pero pocos cuadros y autoconclusión con remate de gag, verbal o gráfico. Es posible, sí, que aparezca la continuidad temática -no argumental- (Caloi es claro referente de ello).
También los diarios, dentro del humor, ofrecen algo diferente, que son los cuadros únicos (Crist, Viuti, Fontanarrosa en Clarín).
Y existen historietas que ofrecen un mix de tira autoconclusiva y de relato extenso, como lo han sido El Loco Chávez o El Nene Montanaro, siguiendo con los ejemplos argentinos más o menos actuales y de Clarín.
Sin embargo -nueva distinción-, éstas podrían encuadrarse más en la rama de la historieta seria, que en la cómica.
Veamos con qué criterios se pueden diferenciar dichas categorías...
Es que, en la Historieta, como en todo género, existen las clasificaciones. Y también como en los demás casos, éstas pueden resultar un tanto arbitrarias.
A mi criterio, Mafalda y los demás ejemplos, a los que se puede sumar el primer Patoruzú, son tiras cómicas, propias de diarios o revistas de actualidad.
Características: personajes centrales, pero pocos cuadros y autoconclusión con remate de gag, verbal o gráfico. Es posible, sí, que aparezca la continuidad temática -no argumental- (Caloi es claro referente de ello).
También los diarios, dentro del humor, ofrecen algo diferente, que son los cuadros únicos (Crist, Viuti, Fontanarrosa en Clarín).
Y existen historietas que ofrecen un mix de tira autoconclusiva y de relato extenso, como lo han sido El Loco Chávez o El Nene Montanaro, siguiendo con los ejemplos argentinos más o menos actuales y de Clarín.
Sin embargo -nueva distinción-, éstas podrían encuadrarse más en la rama de la historieta seria, que en la cómica.
Veamos con qué criterios se pueden diferenciar dichas categorías...
Descartamos desde ya el de extensión. Grandes personajes cómicos (Patoruzú, Don Nicola, Piantadino...) han abandonado el formato de tiras unitarias para desarrollar largos episodios, completos o en continuará, según la modalidad de la publicación en que salieran.
Efectos humorísticos se hallan tanto en una como en otra.
Naufragaríamos si utilizáramos grado de verosimilitud o conexión con la realidad cómo parámetros.
Me atrevo a afirmar que no existe género narrativo menos preocupado por lo verosímil que la Historieta.
Efectos humorísticos se hallan tanto en una como en otra.
Naufragaríamos si utilizáramos grado de verosimilitud o conexión con la realidad cómo parámetros.
Me atrevo a afirmar que no existe género narrativo menos preocupado por lo verosímil que la Historieta.
Y Clemente o La Nelly (también Clarín), cómicos e inverosímiles como son, se refieren permanentemente a la actualidad.
Las de Batman o Súperman, o de cualquier superhéroe, son serias y si bien construyen una realidad que puede tener conexión con el mundo en que vivimos, es desmentida por la sóla inclusión en ella de la figura del protagonista. Claro que, si analizáramos símbolos y sentidos, veríamos cómo el mundo en que vivimos se expresa allí con exactitud.
A mi criterio, la distinción fundamental entre la rama seria y la cómica la marca el estilo de dibujo.
Que no necesariamente en la seria remite al realismo, ya que algunos creadores como Breccia (paradoja: comenzó con lo cómico), que han jerarquizado el género, han jugado formas que van desde el expresionismo a la abstracción.
En cambio, en la cómica, con matices, el trazo es evidentemente caricaturesco.
Pero repito: estas clasificaciones pueden ser arbitrarias, y a menudo ambiguas.
Me gustaría el aporte de los coleccionistas interesados en el tema, para que entre todos, contribuyamos a precisar términos, lo cual resulta siempre tan necesario para llegar a entenderse...
hola de vuelta, primero que nada hay algunas cosas con las que difiero, no te digo ser un gran entendedor (ya que recien hace unos miseros 16 años que compro distintas clases de historietas) ni si quiera soy lo que se dice un coleccionista, ya que compro por el gusto de leer a algunos autores o ver algunos dibujantes.
ResponderBorrarMas alla de que usted prefiera Historieta a comic, para mi no veo diferencias ya que llamese como se llame da placer leerlos, y creo que mas alla de todo la cuestion es esa, que lo que leamos o veamos, nos de placer, despues lo separarlo o no en generos queda en gusto de cada uno, un abrazo
El pelo al huevo no seria?
ResponderBorrarLa vida de tipos como vos "Criticos" o mejor dicho "rompehuevos" es siempre buscarle el error a todo (exepto los tuyos).
Si patoruzu levanto la mano saludando ya tu mente fallada te dice que es facho y si upa era panzon seguro porque se comio un pibe. asi son ustedes y van a morir asi, no hay forma de cambiarlos Viven creando polemicas sin sentido para poder existir.
De cierta forma comprar historietas (de grandes) nos remonta a los buenos tiempos y tratamos de congelarlos como lo es cuando sacamos una foto Pero la unica forma de disfrutarlos es teniendo la mente limpia y sana o como podemos llamarle "inocente" de otra forma no podriamos leerlos sin evitar ser un Dao.
Cuando uno busca la homosexualidad entre personaje significa que no debe comprar mas historietas y ponerse a laburar y ser realmente una persona adulta.
No se porque motivo vivis criticando a las mismas historietas que por decadas perseguiste.
Cambiando de tema, te acordas que escribiste una lista de la variedad de coleccionistas que existen? vos cual sos el egoista?
Gracias por las capicua ex-amigo ya descubri la cueva (te acordas esa que era lejoss... lejosss...) y ya complete mas de una coleccion jeton! no esperes de mi "flores" en tu funeral..
Evidentemente hay gente que, en la amistad o en la enemistad, no puede prescindir de mí...jajajajajaja!!!!!
ResponderBorrardale hijo contesta, cuando perdes una batalla siempre sos breve en la respuesta?.
ResponderBorrarHoy no se si leer una historia de capicua en revista (completa) o la original dibujada por mazzone, vos que opinas?
ResponderBorrarAl de 1:10... Perdón, pero me sigue dando mucha gracia... Cuál es supuestamente la batalla que perdí????
ResponderBorrarAl de 1:14... No termino de entender la pregunta,pero en un rato más -si me dejan los boludos de turno- subo la nota de Mazzone.
haber si podes realizar una nota sin meter a Quinterno en el medio ¡amarrete!
ResponderBorrarAl de 1:56... "A ver", m'hijo... Se escribe "A ver"...
ResponderBorrarDe nuevo al de 1:14... Ves que los boludos de turno no me dejan???
Muy interesante entrada y muy desubicados comentarios. Disfrutar de un texto y disfrutar de su análisis (Steimberg dixit) son dos placeres distintos y complementarios. Negar el segundo es necio (y fatal para cualquier trabajo profesional con textos) y, claro, implica "desinocentización". Hay análisis más recientes de Steimberg sobre historieta y humor gráfico que pueden interesarte y circulan en la web (quizás ya los conozcas). Saludos.
ResponderBorrarEstimado Cinzcéu: he estado rastreando a Steimberg en la web y no me topé con lo que mencionás. Te agradecería muchísimo que me dieras los datos de donde encontrarlo. Saludos
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