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miércoles, julio 31, 2013

La frustrada película de El Eternauta


En la época en que todavía estaba en pie el descabellado proyecto de llevar al cine El Eternauta, con dirección de la Martel, muchos historietómanos aplaudían enfervorizados cualquier noticia que se filtrase del guión. 
Uno de los rumores era que se iba a situar la acción en la actualidad. Yo sostenía, en soledad, que era el dislate supremo de una serie de dislates que habían arrancado en la misma decisión de adaptar esa historieta al cine, y habían continuado ipso pucho con la elección de la directora. Alegaba para ello que tanto las circunstancias de la trama, como la lectura ideológica de la misma, difícilmente podían sustraerse del contexto original, sin sonar absurdas o traicionar su esencia. Como de costumbre, a más de clamar en el desierto de las áridas comarcas de la historieta, era objeto de toda clase de epítetos denigratorios por parte de hordas enfurecidas. A los fans, con ese justificado complejo de inferioridad que padecen, les parecía que el hecho que El Eternauta llegara al cine implicaba el ingreso definitivo a la Cultura con mayúsculas, aspiración de larga data, que justamente hace que la historieta esté donde está, perdiendo definitivamente su carácter popular. Y por supuesto, cualquiera que intentara escupirles el asáu, debía ser rápidamente acallado, si no con razones, al menos con la vocinglería propia de la manada.
El caso es que la lectura de "Historia y pasión", me trajo a la memoria aquél debate sobre si se debían o no situar en la época actual las vicisitudes de Salvo y cía. Allí Horacio González -les guste a algunos o no, uno de los mayores referentes intelectuales de la Argentina actual- expresa:
"Leí en estos días, en un diario, una historieta parecida a la de la gran fábrica de la industria cultural de la historieta del mundo, ¿no? no era una nevada mortal pero algo, no me acuerdo bien, donde se salvan dos o tres chicas respecto de un factor aniquilante que cubre a la humanidad.
No me acuerdo ahora cómo era, pensé la misma idea que en El eternauta, unos pocos que se salvan por estar encerrados. Pero por qué esa historieta como tantas que tienen ese principio, esa excepcionalidad de los que se salvan, desde la globalización parece trivial, no ofrece una idea tan poderosa, pero al mismo tiempo tan recorrida. Sin embargo, El eternauta es la historieta de un momento especial de un país, y probablemente algo parecido, un principio de ficción parecido, que surge de la globalización, no puede tener la misma importancia..."
Siempre me jacté de pensar por mí mismo, pero de tanto en tanto me complace corroborar que gente a la que respeto intelectualmente opina en el mismo sentido que yo.


martes, julio 30, 2013

HUMOR POLITICO

El 15 de julio de 1951 sale el primer número de Mundo Peronista. Allí encontramos un personaje satírico, Bobalicón, firmado por "Duval", que obviamente remite a Dobal. Como se observa, resulta casi calcado el estilo de Lino Palacio, en cuyo equipo trabajaba Dobal desde 1945.