SOBRE ESTE BLOG...

Vas a encontrar, básicamente, data sobre historieta cómica argentina clásica. Además, bastante de bande dessinée. Algunas reflexiones sobre el lenguaje historietístico, muchas polémicas y miles de imágenes, la mayoría de mis propios archivos. La forma más fácil de ubicar un material o autor es ir a "Etiquetas", revisar y hacer click en la pertinente. También podés escribir una palabra clave en "Buscar en este blog". Tenés mi contacto, encima, acá al lado → → →→ → →→ Suelo responder mails si la consulta es muy específica. En cuanto a enlaces que ya no funcan, lo siento, llegaste tarde. Podés tomar lo que quieras, en tanto cites la procedencia. Si no citás, y te ubico, te escracho públicamente, como he hecho en varias oportunidades. Enjoy
Mostrando las entradas con la etiqueta Maitena. Mostrar todas las entradas
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domingo, junio 06, 2010

CHISTONTOS (1): LIMURA

Hace bastante tiempo, en este blog existió una sección con el nombre de "Chistontos", el cual había tomado de una definición de Maitena, respecto al humor de Liniers. Por supuesto que el uso que le daba era irónico, dado que lo que mostraba eran chistes de humoristas gráficos "de antes" (no digo clásicos, porque al ritmo que vamos, "clásico" ya es Liniers), que de tontos no tenían nada. Pero la sección estaba a la derecha, de modo que no sólo no se apreciaba bien, sino que periódicamente se iban reemplazando las imágenes, por lo cual ha quedado muy poco testimonio fuera de algún post aislado.
Hoy encontré en un CD el archivo de "Chistontos", y decidí reeditarlos, pero en forma perdurable, ya que valen la pena. Arranco con Limura, haciendo humor negrísimo.


lunes, marzo 17, 2008

EL FINAL DE LA ENCUESTA


(El link donde se encuentra la encuesta cerrada, para corroborar resultados y consultar comentarios, es el siguiente: ver )
La muerte de Jorge Guinzburg me disparó una serie de asociaciones. Tanto él como Hanglin, Mactas y Dolina pertenecen a una generación que se dio a conocer a través de Satiricón. Me gustaban mucho entonces. Después, cada uno hizo carrera por caminos diferentes, y les fue bien. Todos han sido gente inteligente, y tuvieron habilidades específicas. Nótese que no menciono a Abrevaya, que murió muy joven, ni a Ulanovsky, que siempre se mantuvo dentro de los límites del periodismo, lo mismo que Trillo volcándose de lleno a la historieta. En cambio los citados en principio terminaron excediendo el marco de sus habilidades. Coquetearon con la actuación, la música, la literatura. Si bien fueron ampliamente celebrados, a mi juicio debieron quedarse con lo que mejor sabían hacer.
Aclaro que hablo desde lo creativo, porque Guinzburg, por ejemplo, que tenía la habilidad específica de ser un gran entrevistador y un tipo extremadamente ingenioso en la réplica, también fue muy hábil en la producción de espectáculos, pero -con todo el respeto que me merece su muerte- jamás tendría que haberse puesto en actor cómico. Ni Dolina pretender convertirse en filósofo o músico. Ni Hanglin debería haber subido nunca a un escenario. Tampoco Mactas haber tentado la literatura. Sin embargo, fueron probando poco a poco la receptividad de sus productos, y animados por los aplausos, se largaron a más de lo que podían.
No son los únicos en la Argentina, claro, ni siquiera los más relevantes. Ahí tenemos a Enrique Pinti, un mal actor de reparto en Nuevo Teatro, con la única virtud de hablar muy rápido, llenando salas durante décadas con sus lugares comunes que tanto gustan al medio pelo vernáculo. Y no sólo eso, también ha sido columnista en varios programas periodísticos.
Claro... Uno dice estas cosas, sobre todo en el caso de Guinzburg, con su reciente deceso, y llueven las acusaciones de “bárbaro”, “resentido”, “frustrado”, “mediocre”... En fin, me las banco. Tienen razón, muchachos. Sigo...
Creo que esta gente, aparte de algunas habilidades específicas, que han estirado hasta llegar casi a quebrarlas, tiene un carisma en ciertos sectores sociales que explica que les festejen cualquier cosa que hagan. Lo difícil es desentrañar en qué consiste ese carisma.
Opino que se nutre de cierta demagogia, tomada de la política, de hacerles creer a su público que determinados temas que pueden parecer complejos, no lo son tanto, en tanto en cuanto sean “traducidos” por ellos. Dolina es el ejemplo exacto. Su personaje de intelectual de barrio genera en su auditorio la falsa sensación de estar recibiendo información “importante”, “culta”, a través del humor y que por primera vez se entiende de qué se trata. Hay personas que afirman: “Todo lo que se de filosofía, se lo debo a Dolina”. Es decir, se crea la sensación de un falso conocimiento. De estar consumiendo inteligencia, de ser inteligentes. Y que el “conocimiento” puede ser amable, llevadero.
No es casual que estos fenómenos aparezcan en la era de la Internet, donde cualquier gil cree tener a su alcance la cultura universal.
Antes, la comicidad era comicidad y punto. Sandrini, el Dringue, Niní, Biondi, Pepe Arias, Olmedo jamás intentaron, junto con eso, vender otra cosa. No existía la etiqueta de “humor inteligente”. Ojo, a todos los nombrados se les escapaban genialidades que admitían y siguen admitiendo lecturas de gran complejidad. Pero ellos pasaban de largo de eso, eran “cómicos” y les dejaban los análisis a los demás.
Lo mismo pasa con los viejos humoristas gráficos y/o historietistas. Me imagino a Torino escuchándome perorar acerca de las implicancias sociológicas de Don Nicola, de sus cruces con géneros como el sainete o el grotesco... Con una sonrisita socarrona, terminaría diciéndome: “Sí, puede ser todo eso... Pero yo hago lo que me sale, muchacho. Me crié en un conventillo.”
Qué tiene que ver el largo prólogo con mi encuesta? Voy a eso...
Los cuatro más votados como insufribles son humoristas gráficos y/o historietistas que están en el candelero, y que publican en medios masivos. También editan libros recopilando sus trabajos. Tienen éxito. Opino que ese factor fue determinante para su lugar privilegiado en la votación, ya que, a mi juicio y salvando el justo primer puesto de Nik, no son los más insufribles de todos. Un Quattordio, con el grado de imbecilidad y grosería barata (pour épater les bourgeois) que exudan sus trabajos, nunca podría estar en la lista de insufribles por debajo de un Liniers, muchas veces sutil. Y obviamente que ciento trece votos no significan absolutamente nada frente a las multitudes que siguen a Nik, Maitena, Rep y Liniers.
Pero existe otro aspecto del análisis: cada uno, con sus características distintivas, intenta vender algo más que humor.
Reproduzco el comentario dejado por Cecilia (es raro que una mujer comente en este blog), una de las votantes: “Mi voto va x Liniers, Nik, Rep y Maitena, porq la gente cree q con ellos consume inteligencia, y es al revés”. No sé si es al revés, pero comparto la primera parte del aserto. Y la aclaración va porque, salvo en el caso de Nik, considero a los demás creadores inteligentes. Al menos, lo suficientemente inteligentes como para disimular con un barniz de supuesta profundidad las tiras adocenadas, las naderías, los lugares comunes, los estiramientos, en que muchas veces incurren. Es una lástima, porque -siempre exceptuando a Nik- tienen momentos buenos y hasta brillantes.
Se dirá que eso sucede con todo creador. De acuerdo, respondo. Y voy más allá, incluso: pongo el caso de Quino. Hablábamos de él hace poco con mi interlocutor válido favorito, Alberto Wainer, y decíamos que uno puede pasar distraídamente páginas y páginas de Quino, hasta que de pronto, algo lo deslumbra. Pero hete aquí -y en esto radica la gran diferencia- que Quino abandonó su obra más famosa en la cumbre de su popularidad. Según sus propias palabras, lo hizo porque le costaba mucho esfuerzo no repetirse, sufría con cada entrega. La dibujó solo diez años. En los treinta que pasaron desde su última tira, Mafalda ha seguido vigente, no solo aquí, sino en el mundo entero. O sea que Quino, de carecer de escrúpulos creativos, podría haber continuado con ella, triplicando, cuadriplicando, quintuplicando sus ingresos. Pero no respondió a las razones de mercado ni se dejó engañar por el aplauso fácil de las multitudes. Por el contrario, atendió sólo a sus necesidades creativas.
Sería impensable pretender hoy día que sus colegas más jóvenes lo imiten -también- en eso.
En fin... como le contesté a Liniers en un comentario, no soy tan tonto como para creer que mi encuesta tiene algún valor estadístico.
Ahora, saliendo de las cuatro paredes de este blog, sí puede deducirse de ella que tanto los votantes como quien suscribe estamos en absoluta minoría. Al igual que en otros tantos temas, muchísimo más importantes que la historieta, en lo que a mí respecta...

martes, enero 29, 2008

LINIERS: EL VIRREY ESTA DESNUDO!

Y siguiendo con Pablo Sapia... Me encuentro en la web un reportaje que le hicieron en La Nación, hace casi dos años (VER). Allí dice cosas interesantes que suscribiría. Por ejemplo:
–¿Por qué Pratt era un buen dibujante de historietas? –Porque dominaba algo fundamental para hacer cómics: poder narrar un buen argumento con imágenes. No es algo sencillo, se puede ser un excelente ilustrador y pésimo dibujante de cómics. Es que, a veces, los grandes ilustradores se preocupan principalmente por hacer buenos dibujos y la narración pasa a un segundo plano, entonces la historieta se vuelve pesada y sin sentido. Se da en el cine, en esas películas donde el libro es malo, pero tienen muy buena fotografía, y uno siente que la butaca le resulta cada vez más incómoda mientras repite: ¡Pero qué lindos paisajes! –¿Qué ocurre cuando el guión es malo? –Que la historieta se cae. Un dibujante sin grandes recursos, pero con un guión interesante, puede hacer un buen cómic. En cambio, un dibujante brillante, pero sin un libro fuerte, fracasa. Por supuesto, el dibujo es importante, pero creo que lo fundamental es un argumento que atrape.”
Pero al final de la nota, contradictoriamente, rescata a alguien que, a mi juicio, ni sabe dibujar, ni sabe narrar. Hablo de Liniers. Para mí ni es gracioso, ni es poético, ni es surrealista, ni es impresionista, ni es costumbrista, ni es nada. Aclaro, por las dudas, que la etiqueta de inclasificable no siempre implica una valoración positiva. Y repito que no soy un troglodita y que algo se de lenguajes de vanguardia, y no sólo en la historieta.
Pero pensé que si alguien que tiene tan claro por donde va el género, como Sapia, rescata a Liniers, por ahí, el equivocado podría llegar a ser yo.
Nuevos rastreos me dieron otra explicación...
Encontré, en un foro de Imaginaria (
VER ), el dato que Liniers había hecho un taller de historietas con Sapia, y lo reconoce como maestro. Me dije: “aunque el alumno no le haya salido muy bueno, es entendible que Pablo le tenga cariño y hable bien de él”.
Pero nuevamente entro en crisis, cuando descubro, haciendo click en un vínculo de la misma página, que otra persona a la que respeto, César Da Col, habla maravillas de Liniers, reseñando su libro Macanudo (
VER). Y al parecer, Da Col no tiene ningún parentesco con el susodicho.
Claro que también Maitena le dedica elogios... Y supongo que ya se sabe lo que opino de Maitena (VER). Ahora, si lo que he escrito sobre ella no bastara, acá va este párrafo suyo, extraído del prólogo del mismo libro: "Sus historias caen en el chistonto con la pureza de quien disfruta profundamente de las cosas más tontas de la vida." Antológico. Yo, en el lugar de Liniers, le pediría que no me ayude tanto.
O sea que quedé bastante confundido. Anduve pidiendo opinión aquí y allá, a ver si me hacen cambiar de parecer. Por ahora, sigo en mis trece... Liniers es tan invento como Rep. Ambos tuvieron la suerte de -o el arribismo necesario para- acomodarse en diarios que quieren hacerse los modernos con sus tiras, y diferenciarlas así de las de Clarín. Y el kiosquito de los diarios multiplica, permite editar, hacerse un nombre... No más que eso.

Hasta que me convenzan de lo contrario, seguiré creyendo que hay varios reyes y virreyes desnudos rigiendo los destinos de la actual historieta argentina... aunque nadie se atreva a decirlo.

jueves, septiembre 28, 2006

NUEVA BIBLIOTECA CLARIN DE LA HISTORIETA 1: MAITENA ME DA PENA...


El humor de costumbres en la Historieta tiene una larga tradición. CALÉ (1925-1963) y MEDRANO (1915-1974) son notables antecedentes argentinos. Revistas como Patoruzú, Rico Tipo, Tía Vicenta dedicaban muchas páginas al género. Mas adelante, Satiricón y en los '80 Ediciones de la Urraca (Humor, Superhumor, Fierro), tomaron la posta. Justamente fue esta editorial la que comienza a publicar en la Argentina a la francesa CLAIRE BRETECHER, quien ostenta en su vasto curriculum como dibujante y guionista el haber trabajado nada menos que junto a GOSCINNY, y haber publicado en las revistas Tintin y Spirou. BRETECHER termina volcándose a una sub-especie del humor de costumbres, que es el que aborda el universo femenino, desde una mirada femenina (feminista, a veces).

Clarín inaugura su segunda Biblioteca de la Historieta con una exponente infinitamente menor de esta sub-especie, tratando de igualar el impacto inicial de la serie anterior, con Mafalda.
Es posible que lo logre, no sé... La estupidez humana da pa' todo.
MAITENA no solo ha afanado descaradamente a BRETECHER, sino a la mayoría de sus colegas de La Urraca. La retrospectiva de Clarín lo demuestra claramente. También a algún otro extranjero como TARDI o MANARA. Ha intentado parecerse a todos ellos en distintas épocas, pero nunca alcanzó a equiparar el talento de ninguno.
Su biografía también es reveladora. Una burguesita tilinga que jugó un tiempo a la rebeldía (se habla de su "espíritu punk"!!!) y que ahora vuelve a sus orígenes.
Bah... Lo de ahora es un decir. Publicó en Para Tí.
Eso sí, el libro tiene dos perlitas.
La primera es el prólogo lésbico de ROSA MONTERO.
La segunda, este párrafo de la propia autora, refiriéndose a su éxito: "Al principio tuve el síndrome del impostor; pensé que se trataba de un error, que había un malentendido y que en cualquier momento alguien se iba a dar cuenta..."
No sé otros... yo me dí cuenta hace rato, MAITENA.