En este país, muchos conceptos que van repitiéndose boca a boca (y deformándose, en consecuencia), terminan convirtiéndose en letra impresa, que algún supuesto erudito institucionaliza, para solaz de los ignorantes, entronizando así el error. Y hablo de terrenos considerados "cultos"... Cuanto mas, entonces, en un ámbito que fue desdeñado durante mucho tiempo, como el de la historieta (me resisto a hablar de "cómics": se llamaban historietas en mi niñez y se siguen llamando así, para mí, ahora... aún cuando el término pueda encerrar un matiz despectivo, lo prefiero al globalizado "cómic").
Este introíto viene a cuento de que se han repetido durante mucho tiempo (y se ha escrito hasta el cansancio) idioteces acerca de la influencia de Quinterno sobre Goscinny, constituyendo un lugar común la comparación entre la figura, voracidad e ingenuidad de Upa con la de Obélix, así como entre la valentía de Patoruzú y la de Astérix. También, se ha llegado a aventurar que la fuerza que otorgaba el caldo elaborado con un fémur del buey Apis, se asimilaría a la poción mágica del druida galo.
Así, se puede leer en "Clarín" en una nota conmemorativa de los 70 años del Indio, el 18 de octubre de 1998: "Por entonces (se refiere a mediados de los '30) se había radicado en la Argentina René Gosciny (sic), quien, para dar texto y vida a Asterix y Obelix, se inspiró en Patoruzú y su hermano Upa..."
El mismo diario, el 15 de mayo de 2003, en ocasión de la muerte de Dante Quinterno, relativiza lo que antes afirmaba: "Dicen que René Gosciny (sic) se inspiró en "Upa" para los dibujos de sus héroes galos, Asterix y Obelix..."
Pero es "La Nación" la que pone el broche de oro al tema, aunque curiosamente ya no refiriéndose vagamente a versiones vernáculas, sino citando con nombre y apellido a un autor francés, lo que demuestra que el vicio reseñado al comienzo no es patrimonio de los argentinos. La nota (del 05/01/03) se titula "Cuando Astérix plagió a Patoruzú" y se refiere a un ensayo de un tal Didier Pasamonik, erudito en cómics, según se asevera, donde reseña la biografía de Goscinny, haciendo hincapié en la coincidencia cronológica entre el auge de Patoruzú y la infancia del creador del guerrero galo, fanático lector de historietas. Por supuesto que en función de señalar las mismas similitudes de siempre, aunque un tanto más extendidas: "Había parecidos interesantes entre Astérix y Patoruzú, entre Obélix (infradotado de fuerza titánica e insaciable consumidor de jabalíes) y Upa (y existen cuadritos con la misma acción), entre la Chacha y el cocinero de jabalíes en la campiña gala, y rastros de Isidoro en vivillos que hacen breves apariciones". Juro que aunque conozco todo Astérix, no logro individualizar cuál es "el cocinero de jabalíes en la campiña gala".
La nota termina de esta manera: "Para 1969, un sondeo de opinión reveló que los franceses consideraban a Astérix como parte de su identidad cultural, dos tercios de la población había leído por lo menos un libro de Astérix, y las ventas de libros ascendían a 55 millones de ejemplares, cifra que superaba al del belga Tintín. Cuando murió en 1977, a los 51 años, Goscinny acababa de completar su libro número 24 de Astérix. La pregunta que hace Didier Pasamonik en su ensayo y que vuelve a surgir aquí es, ¿no será que Goscinny le debía todo esto a su lectura de los personajes de Dante Quinterno, allá en los años treinta, durante su residencia juvenil en Buenos Aires?".
Esta pregunta, como el título de la nota, como lo que allí se dice, es infamante para Goscinny, pero también para Quinterno.
¿Por qué esta afirmación?, conjeturo se preguntarán.
Porque, según mi entender, responde a otra tara argentina: creernos el centro del universo, pero validarnos sólo a través de la mirada del extranjero. Traducido, se formularía así: Goscinny plagió a Quinterno. Goscinny tuvo éxito mundial. Ergo, Quinterno es un genio.
NO!!!
Quinterno vale por sí mismo, es un genio sin necesidad de comparaciones.
Y Goscinny es un creador magistral que -no me caben dudas- fue influido por Quinterno, pero al igual que lo es, por sus predecesores, todo genuino artista.
De plagio, nada, señores!!!
Aparte –y a esto quiero referirme, en realidad- los paralelos entre Astérix y Patoruzú resultan forzados hasta la absurdidad. La verdadera influencia de Quinterno sobre Goscinny se puede verificar en una creación anterior de éste, en sociedad con Uderzo: Oumpah-Pah.
Mucho menos famosa que Astérix, esta historieta pertenece también al citado tándem. Me resulta extraño que Pasamonik, el erudito francés, la pasara por alto, en función de su hipótesis, ya que –según la nota de "La Nación"- la menciona en el ensayo, pero como simple antecedente de Astérix.
Sin embargo, todos los seguidores del héroe galo, han visto a Oumpah-Pah al menos una vez. En "Las doce pruebas de Astérix" (libro y película) se puede observar una secuencia donde Obélix arroja una jabalina, con un impulso tan enérgico que da la vuelta al mundo dos veces. Unos indios americanos detienen sus luchas, asombrados, para verla pasar. Entre ellos –guiño de los autores- se encuentra Oumpah-Pah.
El personaje apareció por primera vez en la famosa revista belga "Tintín", en 1958, y al parecer no tuvo mucho éxito ("Historia de los Cómics", Tomo II, pág. 537).
Umpah-Pah (así se llamó acá) me fue revelado en mi infancia poco después, a mediados de los '60, calculo, en los laterales de la doble página central de "Billiken", acartonada, a color. La modalidad era el (continuará) y, encima, yo la leía salteada, porque mis viejos no siempre tenían la guita para comprármela. Así, me quedaron por años en la memoria fragmentos de sus distintas aventuras, que desaparecieron un día, para dejar paso a nuevas historietas.
Por los ochenta, ya en la infancia de mis hijas, "Billiken" volvió a publicarla, repitiendo la última aventura. Al igual que "El fantasma justiciero", otra cumbre de la BeDé –aunque poco conocida-, de autoría del belga Jean Cezárd, que había aparecido por décadas en la revista. Yo aproveché, y con el pretexto de llevársela a mis hijas –que no le daban mucha pelota- me devoraba a ambas.
Pero mi reencuentro definitivo con Umpah-Pah se dió hace pocos años, cuando conseguí en "Camelot" los cinco álbumes, editados en España, que recogen la totalidad de sus aventuras: "El piel roja", "En el sendero de la guerra", "Umpa-Pá (los españoles le sacaron la hache y le agregaron acento) y los piratas", "Misión secreta" y "Contra Mala-Uva" (en el original Foie-Malade, o sea Hígado Enfermo).
Fue entonces cuando advertí que todas las influencias de Quinterno, que le atribuían a Goscinny, no estaban en Astérix, sino en esta notable historieta.
¿De qué trata Umpah-Pah?
En el primero de los tomos se produce el encuentro, en la América de la conquista, entre el indio Piel Roja del título y el Caballero de la Pasta Frola (según "Billiken", el Señor de la Pasta de Hojaldre en traducción española), un colonizador francés. Umpah-Pah es temerario, de una fuerza formidable y "bárbaro". Pasta Frola, en cambio, asustadizo, endeble y remilgado. Al llegar a las tierras americanas, el colonizador se encuentra absolutamente desorientado por las extrañas costumbres de los aborígenes.Sin embargo, los dos personajes, terminan siendo grandes amigos.
En el tercer tomo, "Misión secreta" ambos viajan a Europa, extrañándose el Piel Roja por las costumbres de allí y escandalizando, a su vez, con las propias.
Este conflicto cultural entre civilización-barbarie, pero con una mirada contraria a la establecida (es decir, exaltando las costumbres autóctonas, y ridiculizando las de las sociedades "avanzadas"), es el mismo que se puede observar entre Patoruzú e Isidoro, en sus primeras aventuras (sobre todo en la época en que el padrino aún era Julián de Montepío), cuando el indio arriba a Bs. As.
Y su contrapartida, en la versión infantil del encuentro de los héroes: Isidorito llegando a la Patagonia, arrastrado por el Capitán Cañones, que pretende quitarle los vicios porteños.
Otro dato: El viaje de Umpah-Pah y el Caballero de la Pasta Frola a Europa, es en función de traer caballos, animales desconocidos hasta entonces por los aborígenes y que empiezan a valorar enormemente. El lector adivinará ya adonde apunto: al lugar que ocupa entre los afectos del Indio el noble Pampero.
Resulta insoslayable, además, la referencia a "Garfio, el Pirata" -título del número 17 de Andanzas-, publicada originariamente en el año '37, en el diario "El Mundo", cuando Goscinny tenía once años y vivía en Buenos Aires. Si bien la recurrencia al argumento de la piratería es frecuente en las historietas, quien compare el argumento de Quinterno con "Umpah-Pah y los piratas", sabrá de qué hablo.
Pero para los que no puedan conseguir estas geniales historietas (que recomiendo con fervor) les bastará, para convencerse de mis afirmaciones, echar un simple vistazo a la tapa del primer tomo de Umpah-Pah, que ilustra esta nota, donde aparecen los dos personajes principales. Creo que las similitudes son más que notorias.
Este introíto viene a cuento de que se han repetido durante mucho tiempo (y se ha escrito hasta el cansancio) idioteces acerca de la influencia de Quinterno sobre Goscinny, constituyendo un lugar común la comparación entre la figura, voracidad e ingenuidad de Upa con la de Obélix, así como entre la valentía de Patoruzú y la de Astérix. También, se ha llegado a aventurar que la fuerza que otorgaba el caldo elaborado con un fémur del buey Apis, se asimilaría a la poción mágica del druida galo.
Así, se puede leer en "Clarín" en una nota conmemorativa de los 70 años del Indio, el 18 de octubre de 1998: "Por entonces (se refiere a mediados de los '30) se había radicado en la Argentina René Gosciny (sic), quien, para dar texto y vida a Asterix y Obelix, se inspiró en Patoruzú y su hermano Upa..."
El mismo diario, el 15 de mayo de 2003, en ocasión de la muerte de Dante Quinterno, relativiza lo que antes afirmaba: "Dicen que René Gosciny (sic) se inspiró en "Upa" para los dibujos de sus héroes galos, Asterix y Obelix..."
Pero es "La Nación" la que pone el broche de oro al tema, aunque curiosamente ya no refiriéndose vagamente a versiones vernáculas, sino citando con nombre y apellido a un autor francés, lo que demuestra que el vicio reseñado al comienzo no es patrimonio de los argentinos. La nota (del 05/01/03) se titula "Cuando Astérix plagió a Patoruzú" y se refiere a un ensayo de un tal Didier Pasamonik, erudito en cómics, según se asevera, donde reseña la biografía de Goscinny, haciendo hincapié en la coincidencia cronológica entre el auge de Patoruzú y la infancia del creador del guerrero galo, fanático lector de historietas. Por supuesto que en función de señalar las mismas similitudes de siempre, aunque un tanto más extendidas: "Había parecidos interesantes entre Astérix y Patoruzú, entre Obélix (infradotado de fuerza titánica e insaciable consumidor de jabalíes) y Upa (y existen cuadritos con la misma acción), entre la Chacha y el cocinero de jabalíes en la campiña gala, y rastros de Isidoro en vivillos que hacen breves apariciones". Juro que aunque conozco todo Astérix, no logro individualizar cuál es "el cocinero de jabalíes en la campiña gala".
La nota termina de esta manera: "Para 1969, un sondeo de opinión reveló que los franceses consideraban a Astérix como parte de su identidad cultural, dos tercios de la población había leído por lo menos un libro de Astérix, y las ventas de libros ascendían a 55 millones de ejemplares, cifra que superaba al del belga Tintín. Cuando murió en 1977, a los 51 años, Goscinny acababa de completar su libro número 24 de Astérix. La pregunta que hace Didier Pasamonik en su ensayo y que vuelve a surgir aquí es, ¿no será que Goscinny le debía todo esto a su lectura de los personajes de Dante Quinterno, allá en los años treinta, durante su residencia juvenil en Buenos Aires?".
Esta pregunta, como el título de la nota, como lo que allí se dice, es infamante para Goscinny, pero también para Quinterno.
¿Por qué esta afirmación?, conjeturo se preguntarán.
Porque, según mi entender, responde a otra tara argentina: creernos el centro del universo, pero validarnos sólo a través de la mirada del extranjero. Traducido, se formularía así: Goscinny plagió a Quinterno. Goscinny tuvo éxito mundial. Ergo, Quinterno es un genio.
NO!!!
Quinterno vale por sí mismo, es un genio sin necesidad de comparaciones.
Y Goscinny es un creador magistral que -no me caben dudas- fue influido por Quinterno, pero al igual que lo es, por sus predecesores, todo genuino artista.
De plagio, nada, señores!!!
Aparte –y a esto quiero referirme, en realidad- los paralelos entre Astérix y Patoruzú resultan forzados hasta la absurdidad. La verdadera influencia de Quinterno sobre Goscinny se puede verificar en una creación anterior de éste, en sociedad con Uderzo: Oumpah-Pah.
Mucho menos famosa que Astérix, esta historieta pertenece también al citado tándem. Me resulta extraño que Pasamonik, el erudito francés, la pasara por alto, en función de su hipótesis, ya que –según la nota de "La Nación"- la menciona en el ensayo, pero como simple antecedente de Astérix.
Sin embargo, todos los seguidores del héroe galo, han visto a Oumpah-Pah al menos una vez. En "Las doce pruebas de Astérix" (libro y película) se puede observar una secuencia donde Obélix arroja una jabalina, con un impulso tan enérgico que da la vuelta al mundo dos veces. Unos indios americanos detienen sus luchas, asombrados, para verla pasar. Entre ellos –guiño de los autores- se encuentra Oumpah-Pah.
El personaje apareció por primera vez en la famosa revista belga "Tintín", en 1958, y al parecer no tuvo mucho éxito ("Historia de los Cómics", Tomo II, pág. 537).
Umpah-Pah (así se llamó acá) me fue revelado en mi infancia poco después, a mediados de los '60, calculo, en los laterales de la doble página central de "Billiken", acartonada, a color. La modalidad era el (continuará) y, encima, yo la leía salteada, porque mis viejos no siempre tenían la guita para comprármela. Así, me quedaron por años en la memoria fragmentos de sus distintas aventuras, que desaparecieron un día, para dejar paso a nuevas historietas.
Por los ochenta, ya en la infancia de mis hijas, "Billiken" volvió a publicarla, repitiendo la última aventura. Al igual que "El fantasma justiciero", otra cumbre de la BeDé –aunque poco conocida-, de autoría del belga Jean Cezárd, que había aparecido por décadas en la revista. Yo aproveché, y con el pretexto de llevársela a mis hijas –que no le daban mucha pelota- me devoraba a ambas.
Pero mi reencuentro definitivo con Umpah-Pah se dió hace pocos años, cuando conseguí en "Camelot" los cinco álbumes, editados en España, que recogen la totalidad de sus aventuras: "El piel roja", "En el sendero de la guerra", "Umpa-Pá (los españoles le sacaron la hache y le agregaron acento) y los piratas", "Misión secreta" y "Contra Mala-Uva" (en el original Foie-Malade, o sea Hígado Enfermo).
Fue entonces cuando advertí que todas las influencias de Quinterno, que le atribuían a Goscinny, no estaban en Astérix, sino en esta notable historieta.
¿De qué trata Umpah-Pah?
En el primero de los tomos se produce el encuentro, en la América de la conquista, entre el indio Piel Roja del título y el Caballero de la Pasta Frola (según "Billiken", el Señor de la Pasta de Hojaldre en traducción española), un colonizador francés. Umpah-Pah es temerario, de una fuerza formidable y "bárbaro". Pasta Frola, en cambio, asustadizo, endeble y remilgado. Al llegar a las tierras americanas, el colonizador se encuentra absolutamente desorientado por las extrañas costumbres de los aborígenes.Sin embargo, los dos personajes, terminan siendo grandes amigos.
En el tercer tomo, "Misión secreta" ambos viajan a Europa, extrañándose el Piel Roja por las costumbres de allí y escandalizando, a su vez, con las propias.
Este conflicto cultural entre civilización-barbarie, pero con una mirada contraria a la establecida (es decir, exaltando las costumbres autóctonas, y ridiculizando las de las sociedades "avanzadas"), es el mismo que se puede observar entre Patoruzú e Isidoro, en sus primeras aventuras (sobre todo en la época en que el padrino aún era Julián de Montepío), cuando el indio arriba a Bs. As.
Y su contrapartida, en la versión infantil del encuentro de los héroes: Isidorito llegando a la Patagonia, arrastrado por el Capitán Cañones, que pretende quitarle los vicios porteños.
Otro dato: El viaje de Umpah-Pah y el Caballero de la Pasta Frola a Europa, es en función de traer caballos, animales desconocidos hasta entonces por los aborígenes y que empiezan a valorar enormemente. El lector adivinará ya adonde apunto: al lugar que ocupa entre los afectos del Indio el noble Pampero.
Resulta insoslayable, además, la referencia a "Garfio, el Pirata" -título del número 17 de Andanzas-, publicada originariamente en el año '37, en el diario "El Mundo", cuando Goscinny tenía once años y vivía en Buenos Aires. Si bien la recurrencia al argumento de la piratería es frecuente en las historietas, quien compare el argumento de Quinterno con "Umpah-Pah y los piratas", sabrá de qué hablo.
Pero para los que no puedan conseguir estas geniales historietas (que recomiendo con fervor) les bastará, para convencerse de mis afirmaciones, echar un simple vistazo a la tapa del primer tomo de Umpah-Pah, que ilustra esta nota, donde aparecen los dos personajes principales. Creo que las similitudes son más que notorias.
Muy buenos conceptos, comparto tus opiniones. Poco conocida es Oumpah Pah en Argentina y, como bien mencionás, allí radica la verdadera influencia de Quinterno en Goscinny. Creo que te compraste los albumes viejos, pero también existe una edición que reune las 5 aventuras de Oumpah-Pah en solo 3 albums. El album 1 trae además las páginas primitivas del indio, que los autores habían hecho para el mercado norteamericano. En ella, Oumpah-Pah es un indio de enorme fuerza y gran bondad, que vive en una reserva aborigen, ¡¡EN LOS AÑOS '50!! O sea, contemporáneo a Patoruzú. Luego la cosa no prosperó, y luego salió publicado con la versión que ya conocemos.
ResponderBorrarHay otros personajes de Goscinny y Uderzo poco conocidos, como Luc Junior o Benjamin y Benjamina. En Benjamin y Benjamina hay una aventura muy linda en donde los chicos viajan a una isla latinoamericana, y de vez en cuando aparecen algunos tanguitos (escritos en castellano) en algunas viñetas.
Muy bueno tu informe!
Y pensar que Goscinny hablaba en castellano porteño, ¡¡Qué daría por tenerlo delante mío y llenarlo de preguntas!!!
Saludos, César.-
Cuando pibe, no me cansaba de releer y admirar la historieta de Umpah-Pa en billiken (todavía guardo muchas de aquellas páginas)y me causaba mucha gracia el caballero de la pasta Frola, al que no dejaba de encontrarle una feliz similitud con Isidoro Cañones. Con el tiempo, al conocer la historia de Goscinny, todo me quedó claro. No me parece mal que se haya inspirado en la historieta de Quinterno (un despojo más qué le hace al indio!), pero creo que el caso muestra a las claras la falta de mentalidad "ganadora" del creador argentino, que, disponiendo de personajes geniales, prefirió qquedarse cultivando su quintita regional en vez de llevarlos a triunfar en el mundo, como bien podría haber ocurrido. Los galos, en cambio, no tuvieron ningún problema en imponer a un personaje mucho más esquemático como Asterix y venderlo en todo el planeta, porque tienen vocación para eso. No lo digo por criticar, sino para que reflexionemos un poco.
ResponderBorrarFelicitaciones por el blog, está muy bueno y seguiré leyéndolo!
José Massaroli
Gracias por tu comentario, José. Por fin alguien que haya leído Umpah-Pa en la misma época que yo! En favor de Quinterno, hay que decir que intentó con Patoruzú en EEUU. Quizá no fuera en aquella época el país más apropiado.
ResponderBorrarLa verdad es que estoy muy contento de encontrar gente grande apasionada por la historieta y aparte que sepan mas que yo.no tuve oportunidad de leer Umpah-Pa si bien e leido todo o eso creo asterix si lei iznogod y Lucky Luke todo lo que pude encontrar todo lo editado aca.me emociono lo que comentaste de Billiken tengo cuarenta compre miles tratando de armar una Lucky Luke titulada ¨Los primos Dalton¨nunca logre dar con la primera historieta donde aparecen los Dalton ¨los hermanos ,que no son los que conocemos si no los nombres reales historicos a los que Lucky Luke...MATA en un duelo y los que si conocemos juran vengar.
ResponderBorrartal vez Luke no te parezca de la talla de Asterix ya que no posee la resistencia heroica frente al invasor
Hay algo que se pasa por alto ,que es que Rene estudio dibujo en la argentina no seria muy descabellado un trabajo practico de el dibujando al legendario cacique ,como un Mickey o un Popeye.
Me lo imagino ta deseoso de leer Patoruzu como yo lo con Asterix.basta ver sus fotos de niño vestido de gaucho
Lucky Luke me gusta mucho, y hasta te diría que prefiero como dibujante a Morris antes que a Uderzo. El episodio al que te referís, pertenece a la primera etapa, previo a que Goscinny guionara la serie. Es de 1954, y se titula "Hors-la-loi". Se lo ha traducido como "Proscrito", pero si lo tengo es en francés y en digital. Si te interesa, escribíme a mi correo, que lo busco. Saludos
ResponderBorrar