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Vas a encontrar, básicamente, data sobre historieta cómica argentina clásica. Además, bastante de bande dessinée. Algunas reflexiones sobre el lenguaje historietístico, muchas polémicas y miles de imágenes, la mayoría de mis propios archivos. La forma más fácil de ubicar un material o autor es ir a "Etiquetas", revisar y hacer click en la pertinente. También podés escribir una palabra clave en "Buscar en este blog". Tenés mi contacto, encima, acá al lado → → →→ → →→ Suelo responder mails si la consulta es muy específica. En cuanto a enlaces que ya no funcan, lo siento, llegaste tarde. Podés tomar lo que quieras, en tanto cites la procedencia. Si no citás, y te ubico, te escracho públicamente, como he hecho en varias oportunidades. Enjoy

viernes, mayo 21, 2021

BANDE DESSINÉE EN PANDEMIA (VII): ASTERIX EN ARGENTINO

"La hija de Vercingétorix" apareció en Francia poco después del regreso de mi último viaje, de modo que por un pelo no me escapé de comprar nacional.


Es jodido decir esto, lo sé. Hubiese querido celebrar la colección de Astérix que acaba de aparecer en Libros del Zorzal... pero no puedo, lo lamento.

La calidad de impresión resulta pobre para un precio bastante superior a otras ediciones nacionales, que la superan ampliamente En este título en particular, muchas escenas nocturnas lucen empastadas, con planos difíciles de distinguir. 

En cuanto a la reiterada declaración de principios sobre criterios de traducción ya me venía haciendo ruido cuando publicitaron la ocurrencia de "¡No me peguen, soy romano!". 

Por supuesto que Goscinny jugaba con los anacronismos. Y sus continuadores siguieron la tradición.

Aunque una cosa es el anacronismo y otra el localismo. 

Los anacronismos de Goscinny podían ser localistas de Francia, claro.

Pero forzar un localismo argentino actual que encima no existe en el original, me saca de contexto y me saca de las casillas.

Veamos dos viñetas de "La hija de Vercingétorix".




Séptima de la página (pueden contrastar el efecto noche en ambas, de paso). En el original, el personaje repite: "on est à pied", que claramente se traduce como "estamos a pié" o "andamos a pié".

¿Cuál es el sentido del argentinismo "estamos a pata", dicho por un corsario que surcaba los mares de la Galia? ¿Necesitaban subrayar el chiste que marche descalzo?

¿Y además... por qué cambiar en la gráfica la progresión del énfasis, que contribuye al efecto cómico de reforzar la mentira /verdad ?

El segundo caso es más grave aún...



Para los que no conocen a fondo la saga del guerrero galo, es necesario aclarar que el uso de la "ch" viene de "El Escudo Arverno", donde Goscinny parodiaba la pronunciación de los oriundos de Auvergne, región del centro de Francia. Esto le daba pié para una infinidad de juegos de palabras, confusiones, etc. Acá, el guionista Jean-Yves Ferri lo retoma. 

"Chacré" es "sacré", en realidad, cuya primera acepción es "sagrado" ("sacré coeur", por ejemplo), pero que también se usa popularmente como elogio admirativo.

Qué lindo juego de palabras hubiese sido "Dichocho Dichlexix"... pero no, tuvieron que argentinizar una vez más.

No sé... Puede que haya gente a quien este tipo de ocurrencias le divierta. A mí, ¿qué quieren qué les diga...?

En cuanto al episodio en sí, argumentalmente, me da la impresión que están rascando ya el fondo de la marmita. Se nota demasiado el artilugio seudo goscinniano. El de poner un músico en cada uno de los navíos, por ejemplo. Y que mientras uno es la caricatura de Charles Aznavour, otro remita a Lennon. O el previsible juego con las costumbres adolescentes actuales, incluyendo los gags de Obelix. 

Respecto al "feminismo" del que se ha hablado por ahí, resulta ridículo. Es exactamente lo contrario: la protagonista tiene un mandato de lucha independentista y termina convertida en ama de casa.

Finalmente el dibujo... Didier Conrad imita cada vez mejor a Uderzo, lo cual me hace pensar todo el tiempo que está imitando a Uderzo. Hubiese preferido el criterio de continuidad de Spirou, donde cada creador, sin tornar al personaje irreconocible, pone su impronta personal.

Si sigue la pandemia, no tendré más remedio, supongo, que ir tras las huellas del grifo con la dupla Ferri - Conrad y con Libros del Zorzal. Pero conste que lo haré a disgusto.

BANDE DESSINÉE EN PANDEMIA (VI): EL VIEJO NICK, DE REMACLE

Volvamos al glorioso  Journal Spirou, en cuyo staff, a fines de los '50, junto a Franquín, Morris, Peyó y otros monstruos de la bande dessinée, figuraba Marcel Remacle con El viejo Nick (Le Vieux Nick).

HGO, que tenía un gusto refinado para la historieta, lo llegó a publicar en Hora Cero.

Para fines de los ochenta, una ignota editorial argentina sacó al menos dos álbumes ("Pabellones negros" y "El barco del diablo") en ediciones muy rudimentarias (*).

Años antes, Publicaciones Océano, de España, en tomos de tapa dura más cuidados, había lanzado unos cuantos títulos.

Y desde la península también, algún capítulo nos llegó en la revista Spirou Ardilla, a principios de la mencionada década.

Pero en realidad, lo más cercano a la publicación en tomos en Francia que registro en castellano, es a través de la Editorial Argos, de Barcelona.

Acabo de conseguir, en excelente estado y con notable calidad de impresión, "Su majestad se desvela", de 1971.


"Sa Majeste se Rebiffe" (habrá que ver el porqué de la traducción), el tomo original editado por Dupuis, es de 1964.

(*) En el librito de "Pabellones negros" no figura editorial, aunque sí en "El barco del diablo", que tuve en su momento y reemplacé por el tomo español de Océano. Como se comprobará por el linkeo que hago arriba, en su título, dejé consignado que dicha editorial era CLASA. Un amigo dibujante me acota que se trata de la misma que sacaba la revista escolar Cosmi-k, donde venía un pliego central de cuatro páginas de El viejo Nick. La procedencia de allí resulta indubitable, en tanto en el volumen de "Pabellones negros" que conservo aparecen incluso las leyendas de cierre y resumen de reinicio propias del (continuará).  
  

jueves, mayo 20, 2021

BANDE DESSINÉE EN PANDEMIA (V): ¡UN CÉZARD DE REGALO!

Alfons Moliné del Castillo es un prestigioso ensayista y traductor español de historietas (tebeos, en el caso). Tengo la fortuna que forme parte de mis contactos en Facebook.

Cierta mañana de pandemia me sorprendió con un mensaje: conocedor de mi afición por el gran Jean Cézard, me consultó si estaba interesado en que ME REGALASE (sí, leyeron bien) una edición de bolsillo de Les Mirobolantes Aventures du Professeur Pipe. Si algo no conseguí en mis tournées por la France, fué justamente este tomito que el cartero dejó en mi puerta, proveniente de España, y por el cual Alfons ni siquiera permitió que le pagase el franqueo.

El hermoso "poche" recoge los episodios iniciales de la serie, publicados en el mensuario Dakota, en 1955, que fueron en realidad reelaboración de la primera versión, de 1946, aparecida en el semanario Mon Journal. El crecimiento como dibujante de Cézard en esos nueve años resulta realmente asombroso. Y evoluciona a la par de Arthur (1953), que se emparenta tanto en estilo como en guiones con este profesor, para nada alejado de los sabios locos que acompañan con frecuencia al fantasmita. Los inventos estrafalarios, los viajes a lugares insólitos, los personajes más delirantes, campean en estas aventuras disfrutables en cada cuadro, en cada pequeño detalle. 

BANDE DESSINÉE EN PANDEMIA (IV): SEGUIMOS CON INTEGRALES: EL PROFESOR TRIC

Bob de Moor, el legendario colaborador de Hergé (andá a saber cuánto le debe éste y hasta qué punto Tintin invisibilizó su propia creación), me fué revelado -una vez más- en Billiken, de pibe.

Rastrear oportunidades en Mercado Libre lleva tiempo y paciencia, condiciones que la pandemia favoreció.

He aquí un flamante integral de El Profesor Tric, en el preciso momento en que me llegó por correo.

BANDE DESSINÉE EN PANDEMIA (III): PRIMER TOMO DEL INTEGRAL DE JOHAN Y PIRLUIT

Johan et Pirlouit fue a la vez para Peyó el inicio, la cumbre y la muerte de su creatividad.

Una serie que si bien registraba antecedentes, alcanzó todo su esplendor en la revista Spirou -merced a los buenos oficios de Franquín-, y de la cual surgieron esos detestables enanitos azules, que independizados, le otorgaron al dibujante éxito, fama y dinero, pero que lo capturaron en una fórmula torpe para niñitos algo tontos. Y que encima, cargan negras leyendas urbanas. En las que creo firmemente, debo aclarar.

Traje de mis viajes algunos títulos de la serie, pero no los inaugurales.

Este primer tomo del integral, editado en España, recoge los inicios en Spirou: "El castigo de Basehau", "El amo de Roucybeuf" y "El duende del Bosque de las Rocas". Junto a los siguientes volúmenes, en cuidada edición española de Dolmen, se puede conseguir en locales de La Revistería, a precios no tan descabellados respecto al euro.


BANDE DESSINÉE EN PANDEMIA (II): SEGUIMOS CON FRANQUÍN

El Integral de Modesto y Pompón era una vieja aspiración mía. Sabía que subsistía un ejemplar de Dolmen, a precio más que conveniente, en un único local de La Revistería -el de Flores-, que siempre me quedaba a trasmano y más en pandemia. A raíz que durante un mes debí grabar radioteatro por la zona de Almagro, me hice una escapada y finalmente lo conseguí.

Modesto y Pompón fue producto de un chanchullo que los Dupuis le hicieron a Franquín, lo que motivó que éste amenazara pasarse de Spirou a Tintin, la revista de la competencia.

El entuerto se arregló, pero por unos años Franquín tuvo que trabajar para las dos publicaciones. Ya había empezado tratativas con Leblanc, de Lombard; y si bien no se había formalizado aún el contrato, el empeño de la palabra, para Franquín, resultaba tan válido como un documento.

Raymond Leblanc, fundador de  Éditions du Lombard, resultó  tan negrero como Dupuis. Franquín, supuestamente, iba a estar en mejores condiciones económicas que en Spirou y le terminaron pagando la página lo mismo que ganaba Tibet en sus comienzos en Tintín (donde hacía, recordemos, Chick Bill). Franquín no era bueno para los negocios, lo engrupían fácil y se quedó.

Charles Dupuis no acababa de digerir que su dibujante estrella estuviese firmando en la publicación rival y contraatacó, apelando al sentido de la lealtad de éste y con la promesa de enmendar las tropelías económicas que le habían hecho. Hasta le lloraba, dicen.

Tampoco es que Franquín, a más del peso de duplicar sus horas de trabajo, se sintiese demasiado cómodo en Tintin, donde Hergé, de un estilo en sus antípodas, reinaba. Y más allá de los elogios públicos que el último hacía del primero, en privado rumiaba despectivamente sobre el trabajo de su colega. La redacción de Spirou, más rea -como el público al que se dirigía- era el ámbito natural de Franquín.

Finalmente, logró acortar un año el plazo del contrato (que era de cinco) y se fue de Tintín en el '59, no sin antes obligarse a entrenar a Attanasio para que siguiese con Modesto y Pompón. Cedió los derechos en otro mal negocio, como era su costumbre.


Destaco la alusión a Fangio en esta tira. Sabido es que los franceses son fanáticos de la F1, y para probarlo en la bande dessinée, tenemos a Michel Vaillant (que salía en Billiken, cuándo no...).

BANDE DESSINÉE EN PANDEMIA (I): SPIROU x 2: "LES VOLEURS DU MARSUPILAMI" Y "LA PEUR AU BOUT DU FIL"

La obligada abstinencia de viajes, y en consecuencia de tours de compras por cuevas europeas, hizo que acudiese a otros recursos.

El primero, el más vulgar, fué la compra en Mercado Libre. Por setiembre del año pasado, en una librería de Capital, apareció flamante el último de los tomos de Spirou, etapa Franquín, que me faltaba.  Lo podía haber traído de Francia, en mi viaje del 2019, al filo de la pandemia, pero por una distracción no lo tenía anotado en la lista que siempre llevo encima. De todas maneras, el precio del librero capitalino era más que razonable.


Dije que era el último de los tomos por conseguir, pero quedaba algo más en el tintero...

"La peur au bout du fil" es un episodio corto de Spirou, aparecido originariamente en la revista homónima, en modalidad "à suivre" (o sea nuestro "continuará")  durante siete números de principios de 1959.

Anteojito, para fines de los '60, lo publicó en Argentina como "El miedo al final del hilo". Traducción literal que resulta más feliz que la española "El pánico llegó por teléfono", ya que en ella se pierde la ambigüedad entre el  conector  de este aparato y el de un detonador. Para mí, estaría perfecto "El miedo al final del cable".

Ferré injertó  un espantoso crossover en la viñeta final. Así y todo agradezco el haberme permitido asomar por primera vez al talento deslumbrante de Franquín.

Claro que para dicha época andaba rondando la adolescencia y ya no estaba para Anteojito, que por otra parte compraba mucho menos que Billiken. Recuerdo apenas alguna entrega aislada.

Ferré acometió también con "Zorglub ataca" (o sea, "Z como Zorglub") y logró grabarme en  la retina la triunfal entrada del villano a Champignac. Recién pude reencontrarla varias décadas después, en la edición de Grijalbo, que tuvo distribución en la Argentina.

Pero bastante antes, cuando en  las bateas de las librerías de calle Corrientes se encontraban tesoros a precios irrisorios, di con un álbum de Jaimes (Madrid, 1965) que aún conservo: "El turista del mesozoico".

Todo esto viene a cuento que en las ediciones francesas  posteriores de "Le voyageur du mésozoïque", junto a este último título se incluyó como segunda historia "La peur au bout du fil".

Luego ya se impusieron los integrales, de modo que me quedó colgada esa corta aventura -con guión de Greg, nada menos-  para completar en papel todo el ciclo Franquín. 

Hace muy poco me enteré que los franceses, que ya no saben que inventar con la bande dessinée clásica, sacaron "La peur au bout du fil" en lujosa versión restaurada, con dibujos inéditos y comentada por dos sabelotodos, más la hija de Franquín, a un costo de 24,95 €.

Bajé el tomo: las 14 páginas originales de la historieta la estiraron con pavadas a 72. Encima, la reproducción del episodio en sí, deja en blanco la zona donde iba el logo de portada de cada entrega en Le journal de Spirou (se publicaba desde la primera página) por una supuesta  fidelidad al original. Si algo faltaba para disuadirme de la peregrina  idea de comprarla por internet, era justamente eso.


Se me ocurrió entonces armarme mi propio tomito con la versión anterior, la que acompañaba a "Le voyageur du mésozoïque", que tenía guardada en digital. 

Elegí como tapa la de los antiguos álbumes recopilatorios de la revista (el 70, en el caso), como portada el número de la primera entrega en el hebdomanario francés, a continuación la página presentación de segunda historia con título incluido, y finalmente la historieta en sí.

Podrán apreciar lo bonito que quedó. 







viernes, enero 29, 2021

VAILLANT, CÉZARD Y SAN MARTÍN

En setiembre del '19, en Avignon, descubrí un local dedicado a la bande dessinée antigua. En su vidriera lucía un grueso volumen de extenso título.

"Vaillant : Le journal le plus captivant 1942-1969 : La véritable histoire d'un journal mythique", trata la historia de la revista donde nació Arturo, el fantasma justiciero, del genial Jean Cézard.

Fue amor a primera vista. A pesar de que el dueño del local se mostró inmune a mis intentos de regateo, lo terminé comprando (por 20 euros, lo acabo de ver en Amazon arriba de 300).

Lo empecé a leer hace algunos días. 

La publicación era afín al PC francés y algo de adoctrinamiento se traslucía en sus notas e historietas.

Durante un período, por ejemplo, se ocupó de reseñar gestas libertarias de todo el mundo.

En el libro, encontré el dato que una de ellas, la del número 377, del 3 de agosto de 1952, estuvo dedicada a San Martín y fue ilustrada por el mismísimo Cézard, quien para ese entonces se dedicaba al dibujo "serio".

Acabo de descargar el ejemplar de un foro rumano, donde son fanáticos de Vaillant y de su continuidad, Pif Gadget. 

Aunque el San Martín de Cézard no sea muy canónico, es un Cézard, al fin y al cabo.



miércoles, diciembre 30, 2020

martes, noviembre 24, 2020

EL ACTOR IDEAL PARA PATORUZU, SEGUN QUINTERNO (II)

Hace dos años, hice un posteo sobre el actor que Quinterno imaginaba para interpretar en cine a Patoruzú (VER).

Revisando para los videos los números de 1938 del semanario, me encontré con este artículo, de una sección donde el chiste consistía en que dos actores hablaran mutuamente mal del otro.

Y de nuevo aparece León Zárate....

Patoruzú N°47, del 08.08.38


domingo, noviembre 08, 2020

BANDES DESSINÉES SOBRE ARGENTINA

Strapontin chez les gauchos (VER) , de 1960, era hasta ahora una de las raras bande dessinée por mí conocidas, cuyo argumento transcurría en Argentina. A raíz de una búsqueda que nada tenía que ver, me encuentro con Bandoneón, ya no un episodio aislado, sino toda una serie que ubica como escenario a nuestro país. Con guión de Yvan Delporte y dibujos de Dino Attanasio (el de Les aventures du Signor Spaghetti, 1957, junto a René Goscinny  -VER-), fue publicada en origen en 1979 en el semanario belga Pep, en neerlandés, y traducida al francés por Delcourt, en una serie de tomos que recogen trabajos inéditos del dibujante ítalo-belga. Se observará la curiosidad que títulos y algunos textos parecen originalmente en castellano.




miércoles, octubre 07, 2020

LOS "JEUX DE MOTS " DE GOSCINNY

No bien arranqué con La tête de turc d'Iznogoud, tuve que pedir ayuda a un amigo docto en francés, por los clásicos juegos de palabras de Goscinny. A su vez, mi amigo consultó a amigos suyos franceses. 




No era tan complicado, pasa que uno de entrada se acostumbra mal con la presentación del Turco Samalec... toplasma, y cree que es una cuestión de completar la primera palabra con la segunda... pero a continuación se trata de invertir el orden. 


Parece que es un tipo de acertijo muy de los franchutes, que consiste en plantear que el señor y la señora tal y cual tuvieron un hijo, y luego preguntar cuál es el nombre del hijo. Una vez dada la respuesta, el interpelado debe completar mentalmente ese nombre con el apellido, para que se produzca el efecto cómico. 

En el caso sería:


1) el señor y la señora Henné tuvieron un hijo... ¿cómo se llama el hijo? Ali... henné = alienado / loco;

2) el señor y la señora Sclub tuvieron un hijo... ¿cómo se llama el hijo? Dinar...sclub = Diners Club (acá juega la misma sonoridad que se da en el nombre del Visir).

En el segundo episodio, un barco pesquero regresa con sus tripulantes congelados, por haber escuchado el canto de una sirena, salvo uno que es sordo y la pudo capturar. Consultada por su nombre, la sirena dice llamarse Dalaerte, o sea sirena de alerta. Hasta ahí venía fácil...

Iznogoud, por supuesto, intenta usar ese hechizo con el comendador de los creyentes, pero permanentemente se frustra -como de costumbre- su intento de eliminarlo. Uno de esos fracasos se debe a que la sirena no quiere cantar porque el Califa tiene hambre. Iznogoud no entiende la relación. Dalaerte le contesta: "No sabés que estómago hambriento no tiene orejas?!?".


Lo atribuí a un dicho francés al que no encuentro equivalencia en castellano, por lo cual sería de difícil traducción para lograr el efecto cómico.

Rastreando en la web, me enteré que en realidad se trata de un proverbio latino atribuido a Catón : "Es difícil discutir con el vientre, porque no tiene orejas".

Dada la procedencia, se me ocurre que tendría un significado más profundo en origen.... algo así como que al que tiene hambre no se lo puede convencer con palabras.

domingo, septiembre 13, 2020

martes, septiembre 01, 2020

QUINTERNO DESCIENDE DEL MONO

No me iba a perder el título, pero poco tiene que ver con el contenido, salvo en el preámbulo.

Se ha mencionado hasta al hartazgo el homenaje que Quinterno realiza a su mentor, el "Mono" Taborda, en la tapa del primer número de Patoruzú.

No se conoce tanto el hecho que haya sido mentor no sólo en el dibujo. 

Como ya he reseñado en algún posteo anterior perdido en este blog, el "Mono", aparte de caricaturista, era hombre de farras y juergas. Íntimo amigo de Alvear, esa característica hizo que el Presidente le encargase la misión pública de hacer vivir la noche de Buenos Aires a ilustres visitantes extranjeros, verdaderos playboys del jet-set internacional que venían a la ciudad durante aquellos años locos. 


El Pibe Quinterno, ya quinceañero, posiblemente se haya colado en esas travesías nocturnas. 

Esto explicaría como un muchacho de dieciséis años conociese tan bien a ciertos personajes de la noche porteña. Cuando dibuja (aunque con guión ajeno) en El Suplemento, en 1925, su primer personaje, que frecuenta esos ambientes, había alcanzado esa edad.

Dicho esto, lo nuevo que acabo de descubrir es que la temprana muerte de Taborda en 1926 (tenía apenas 36 años) dio origen a un tango de despedida.

En efecto, "Se fue Taborda", con letra de Francisco García Jiménez y música de Anselmo Aieta fue grabado ese mismo año por la orquesta de Francisco Canaro con la voz de Azucena Maizani. 

He aquí la letra que habla por sí sola de la gran popularidad del dibujante y del afecto que se había granjeado:


“Adiós, Taborda”... Te dijo así la vida

Aquella noche que no te vio reír.

Y a la calle, en la sombra te lanzaste

Por esa calle, ya nunca has de venir.

¡Hermano loco!... Y al rato de camino

La bienvenida, te daban al pasar,

Te llamaba Carriego desde un patio

Y el canillita Florencio, de un portal...

 

¡Adiós, Taborda!

De nuestro Buenos Aires,

La historia de un momento

Tu lápiz dibujó.

Y generosa

Tapando tus dolores,

Sus luces de bengala

Tu risa repartió.

Ahora, Monito

Nos ves mejor de arriba,

Y el gran papel del cielo

Pintás con tu carbón...

Ahora a los pibes

Tirás del firmamento,

Monedas de estrellitas

Que le robás a Dios.

 

Tus personajes, sus almas enlutaron

Y tu carroza llevó, llorando, atrás,

Las patotas del centro... las muchachas

El pobre obrero y el taita de arrabal.

¡Muchacho loco!... Qué tristes se han quedado

Los que volvieron de darte un mudo adiós,

Yo recojo, hermanito, esa tristeza

Y en este tango la rezo para vos...

viernes, agosto 28, 2020

sábado, julio 18, 2020

MARIANO JULIÁ Y DON ROSA

A cualquiera que se haya adentrado un poco en el mundo de la EDQ, la editorial de Quinterno, le suena el nombre de Mariano Juliá, al menos como argumentista de las primeras -y mejores, no me canso de repetirlo- Locuras de Isidoro. 
Debe haber quien lo recuerde, claro, por aquella extraordinaria sección en Patoruzú semanal, que cada tanto releo y sigue siendo garantía de diversión: Jovito Barrera un barrilete sin cola (invariablemente con ilustraciones de Ferro). 
Pero quizá no se tenga tan presente que en la misma revista, Juliá desarrolló durante años otro personaje, ya no dentro del género de la picardía porteña, como Jovito, sino en la vertiente campera. Me refiero a Don Rosa. 
Estuve revisando pilas de ejemplares y lo ubiqué -muy genéricamente- desde la numeración del 900, o sea mediados de los '50, cuando la publicación era aún en formato apaisado grande. En esa etapa, si bien aparecía Don Rosa, los títulos respondían al argumento de cada cuento en particular.  
Después, con la revista ya en formato tabloide (alrededor del 1100, año 1960) la sección es fija y pasa a tener el nombre del personaje. 
Así continúa hasta 1966 (nro. 1500, aprox). en que desaparece, luego de más de una década. Aunque Juliá continúa  con relatos camperos, bajo el título de "Por esos pagos nuestros", donde a veces firma y otras usa seudónimos como "El paisano".
Todo esto viene a colación de que una persona de la familia del escritor se conectó conmigo para averiguar sobre un libro suyo llamado "Los cuentos de Don Rosa", que al parecer no se trataría de recopilación de la sección de Patoruzú, sino de relatos inéditos, y que le interesaría conseguir.
Traslado la inquietud a los seguidores del blog, por si alguien tiene noticias de ese volumen.


viernes, julio 03, 2020

BATATO BAREA Y DON NICOLA

Batato Barea, en su faz historietística (collages, en el caso, de fines de los '80), abrevaba en Torino...