(NOTA: este post fue motivado por una leyenda insertada compulsivamente en el encabezamiento de este blog, por el Observatorio de Medios, que consideraba que aquí se discrimina a personas de bajo coeficiente intelectual, como los seguidores de Robinjú o Frank Miller. Evidentemente, la amenaza de judicializar el conflicto, ha surtido efecto, ya que han retirado el injusto texto)
Sres. del Observatorio de Medios:
Ante todo debo señalar que considero injusta vuestra imputación. O al menos parte de ella.
Si bien es cierto que durante un período prolongado me he batido aquí con las huestes robinjudianas, no es menos cierto que desde hace tiempo considero la batalla concluída, habiendo yo capitulado ante la superioridad numérica del enemigo y ante sus armas, que nada tienen que ver con las de la razón.
En cuanto a Frank Miller, apenas si se puede encontrar una referencia marginal en este blog.
No he dicho aquí que me parezca horrendo que caiga en sus manos "The Spirit", del insigne Will Eisner, para una adaptación cinematográfica.
No he dicho aquí que el grado de sutileza de Eisner sea absolutamente incompatible con el burdo estilo de Frank Miller.
No he dicho aquí que sus productos, adopten tanto la forma de cómics, como de cine, resulten folletines baratos.
No he dicho aquí que su grado de elementalidad asuste; ni que el éxito que obtiene con esos recursos lleve a pensar que su público comparte dicho grado de elementalidad.
No he dicho aquí que "Sin City" sea un torpe remedo del policial negro, en vez de un homenaje, como suele proclamarse; ni que esa habitual caracterización de "homenaje" esté destinada a engrupir a gente que nunca leyó a Hammett, ni a Chandler ni a Macdonald (no el de las hamburguesas).
Tampoco he insinuado siquiera que en el caso que algunos de sus seguidores hubieran leído a los autores citados, tendrían anuladas las papilas gustativas, dado que les gusta Miller.
Menos aún se me ocurriría sugerir que esa atrofia del gusto se deba al excesivo consumo de hamburguesas Krusty.
Finalmente, jamás asimilé aquí a Miller con Robinjú, en tanto las patéticas aspiraciones literarias de ambos.
Todo lo cual no quita que lo piense.
Pero como aún no se censura el pensamiento -creo-, insto a Uds. a retirar de inmediato la leyenda que tapa el encabezamiento habitual de mi blog.
De lo contrario iniciaré las pertinentes acciones judiciales contra ese organismo.
Te lo firma: Miguel Dao
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