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El título remite a un post escrito en septiembre de 2006 (ver) y que vuelve a cobrar vigencia por más de una razón.
En él hablaba de la obra de Quirino Cristiani y recientemente me entero, por medio de MLArgenta, que De La Flor está a punto de editar su biografía.
La otra asociación resulta obvia y está referida a la molestia de Cristina por la caricatura de Sábat. Molestia que quizá no fue tal. He sugerido que posiblemente el dibujo fuera utilizado por la Presidenta, más que malinterpretado. Algo así también argumenta Alberto Wainer en este blog (ver), y Cinzcéu en el suyo (a propósito recomiendo no perderse su ácido post al respecto). Sin embargo, toda la prensa ha centrado su análisis sobre el tópico en los antecedentes históricos de las molestias del poder con quienes lo satirizan. Así, se ha mencionado desde Caras y Caretas hasta Tinelli. Pero se ha obviado a Cristiani.
Como dije en aquella nota, no me cae simpático que se haya tirado contra el gobierno de Irigoyen. Aunque adhiero a lo acotado aquí muy inteligentemente por Wainer: “el arte de la caricatura política, así como el de la parodia, la sátira o el grotesco, nunca puede entenderse desde la mirada del cortesano”.
(La imagen del encabezado está tomada del sitio dedicado a Cristiani: http://www.quirinocristianimovie.com/ )
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